viernes, 2 de diciembre de 2011

Tierra de infieles, Kafiristán

Tierra de infieles, Kafiristán


Hoy día nadie sabe dónde está Kafiristán, aunque los medios de comunicación nos hablan continuamente de esa región como una de las más peligrosas del mundo. Kafiristán es ese "este de Afganistán" del que hablan los periódicos, empotrado entre montañas y vigilado por el imponente Hindu Kush. Sólo un viajero loco iría allí para dejarse el pellejo en la ruta que va de Kabul a Peshawar, en el vecino Pakistán. Nadie puede sentirse seguro en este lugar, a excepción de los fieros nativos, poco dispuestos a dejarse invadir. Desde hace siglos hay ejércitos que lo intentan, sin conseguirlo. En la actualidad corresponde a los norteamericanos: pese a su poderío no culminan su propósito. En el pasado fueron los rusos, impotentes ante las cordilleras, o los ingleses, incapaces de conquistar el territorio en el mejor momento del Imperio Británico. A finales del siglo XIX el emir afgano Abderramán proclamó que todas las tribus del país debían considerarse musulmanas y que, por tanto, Kafiristán ("tierra de infieles") debía llamarse Nurestán, Tierra de la Iluminación. Pero los kafires continuaron considerándose kafires y hablando lenguas kafires. Parecían respetar únicamente lo que los otros consideraban sus salvajes costumbres, y, sobre todo, el oscuro misterio anclado en un tiempo remoto, del que la flor única, de pétalos transparentes, era el privilegiado testimonio.

El origen de los kalash sigue siendo un enigma. Alejandro Magno habla sobre su encuentro con un pueblo que decía ser descendiente de Dionisius, el dios griego del vino. Era común que los persas exiliaran a los griegos de Asia Menor a los lugares más orientales de su imperio. En este remoto lugar se dan un gran número de similitudes con la antigua cultura griega como la estructura y las leyes de su gobierno y la fabricación de su propio vino.
Sólo después de la II Guerra Mundial los kalash empezaron a abandonar sus pintorescos y ebrios festivales. Los adornos que las mujeres colocan en sus cabezas son similares a los utilizados por los bailarines griegos y las flautas que usan en las danzas también se encuentran en Grecia. Las sillas bajas que utilizan para sentarse no existen en ningún otro lugar del continente excepto al oeste de Turquía. Su idioma contiene muchos elementos del griego, persa y sánscrito y no es raro observar a niños rubios y de ojos claros. En la actualidad 2.500 kalash siguen resistiendo al imparable avance del islam, negándose a perder una identidad de la que se sienten muy orgullosos.

Kafiristán es un aforismo urdu que viene a significar “Tierra de Infieles” y es el nombre que estos valles alpinos de ensueño recibieron de los mogoles de la India y de los Khanes afganos. Unos “infieles” de ojos azules y piel clara, adoradores de dioses con connotaciones clásicas que muchos vieron, a través de unas costumbres extrañamente similares a las de los antiguos griegos, como los restos de los ejércitos perdidos de Alejandro, desperdigados por toda Asia Central tras la mítica expedición del macedonio.
La verdad es que, aunque más de un antropólogo moderno siga insistiendo en esta teoría, los Kalasha son un pueblo claramente asiático, habitantes de un mundo de montaña tremendamente hostil y a la vez acogedor.

Nuristán (pashto: نورستان), también escrito Nurestan o Nuristán, es una región en Afganistán integrados en el sur de los valles de Hindu Kush. Su centro administrativo es Parun. Era conocido antes como Kafiristan ("tierra de los infieles") hasta que los habitantes se convirtieron al Islam en 1896, y desde allí la región que se conoce como Nuristán ("Tierra de luz").
Hoy en día es uno de los treinta y cuatro provincias de Afganistán, formado en 1989 y establecida oficialmente en 2001, de la parte norte de la provincia de Laghman y la provincia de Kunar. Su centro administrativo, Parun, se encuentra en el valle Parun. Antes de 2001 su capital estaba situada en la provincia de Laghman debido al control de muyahidines en la provincia de Nuristán.
Las ocupaciones principales son la agricultura, la ganadería y el trabajo al día. Situado en la ladera sur de las montañas del Hindu Kush en el noreste del país, Nuristán abarca las cuencas de los Alingar, Pech, Sin Landai, y los ríos de Kunar. Limita al norte con la provincia de Badakhshan, en el sur de Laghman y Kunar, en el oeste por Panjshir Provincia, y en el este de Pakistán.



Hasta la década de 1890, la región era conocida como Kafiristan (persa para "Tierra de los no creyentes") a causa de sus habitantes: la Nuristani, un pueblo étnicamente distintivo (que suman alrededor de 60.000) que practicaban el animismo, el politeísmo y el chamanismo.
Nūristān (del persa نورستان) es una de las 34 provincias de Afganistán. Integrada en el 2001 a partir de las zonas septentrionales de las provincias de Laġmān y Kunar. La mayoría de la población está conformada por los nuristaníes y los patanes La provincia tenía una población aproximada de 145400 habitantes para 2004.
En el pasado se pensaba que las tropas de Alejandro Magno pasaron por la región y las leyendas decían que los pobladores eran los descendientes directos de Alejandro o de sus generales. 

En realidad la apariencia de los locales se debe más a migraciones indoeuropeas anteriores.
Hasta la última década del siglo XIX la región era conocida como Kafiristán (en farsi "tierra de los infideles"): sus habitantes, los nuristanos, un grupo étnico muy distinto, profesaban el animismo, el politeismo y el shamanismo.
El emir Abdur Rahman Khan conquistó la región en 1895-96 y los nuristanos fueron convertidos al islam.

La región pasó a tomar el nombre de Nuristán, o Tierra de los Ilumniados, una referencia a l a conversión de los paganos al islam.
Nuristán fue escena de varios de los combates más violentos en la guerra de 1979-89. Durante un tiempo, la parte oriental de Nuristán fue una región autónoma llamada Estado Revolucionario Islámico de Afganistán. Era un estado wahabista conducido por el guerrero anti-soviético Maulvi Afzal y era reconocido por Arabia Saudita y Pakistán. Este estado despareció con la llegada de los talibanes

Afganistán es una muy típica zona de paso, cuyo dominio implica el derecho a disfrutar de las ventajas estratégicas que da el controlar rutas que llevan a China (la famosa Ruta de la Seda, y no sólo seda, sino todo tipo de telas, por no hablar de la lucrativa ruta del opio, que a través del espacio turcófono de Asia Central, Turquía y Albania, y entre mil mafias, termina en Occidente), Persia, India y las interminables estepas eurasiáticas de los pueblos turco-mongoles y, más allá, eslavos. Y es que, en Asia Central, "todos los caminos llevan a Afganistán" —literalmente.

Los primeros indoeuropeos en irrumpir en Afganistán fueron pueblos como los bactrianos y los aracosianos. Posteriormente, Afganistán pasaría a formar parte de numerosos imperios de la zona, incluyendo el medo, el persa, el macedonio (Siglo IV AC), el seléucida, el reino greco-bactriano, el reino indo-griego, la invasión islámica (Siglo IX), el imperio mongol, una estéril y sangrante ocupación británica (Siglo XIX) tras la cual los ingleses dieron por perdida la zona, la invasión soviética de 1979-1989 (guerra también abandonada, que constituyó "el Vietnam de la URSS") y, en la actualidad, ocupación por la OTAN
El reino greco-bactriano, fundado en el 250 AC y regido por una sucesión de reyes griegos, finalizó en el 130 AC, cuando los tocarios establecieron el Imperio Kushan en la zona.
El reino greco-bactriano, fundado en el 250 AC y regido por una sucesión de reyes griegos, finalizó en el 130 AC, cuando los tocarios establecieron el imperio Kushan en la zona.

Por toda esta rica historia, es fascinante este hermoso lugar, y sus etnias parecen salidas de otro lugar,




Fuentes:
http://www.elpais.com/articulo/cataluna/valle/inaccesible/elpepiespcat/20110710elpcat_17/Tes
http://www.elpais.com/articulo/revista/agosto/AFGANISTAN/PAKISTAN/paraiso/pagano/elpepirdv/20000817elpepirdv_9/Tes
http://www.viajesalpasado.com/category/asia/
http://es.wikipedia.org/wiki/Provincia_de_N%C5%ABrist%C4%81n#Historia



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