Una variante de tuberculosis, una enfermedad
vieja que resiste
en irse,
Una variante de tuberculosis (TB) resistente a
los
medicamentos está expandiéndose a una velocidad alarmante por
Europa, según la Organización Mundial
de la Salud ,
que acaba de presentar un plan para contenerla.
La tuberculosis resistente a los medicamentos ha
alcanzado
niveles sin precedentes, advierte la Organización Mundial
de la Salud
(OMS).
En algunas zonas del mundo -afirma el organismo-, cuatro de cada
diez
personas con tuberculosis ya no puede ser tratadas con los
antibióticos
comunes.Y agrega que los programas de salud enfrentan un enorme desafío para poder reducir las tasas de estas variantes la enfermedad.
La tuberculosis (TB) es una afección que, cada año, causa más de nueve millones de casos cada año en el mundo y cerca de dos millones de muertes.
Pero lo que preocupa a los expertos actualmente es la nueva forma de la enfermedad llamada tuberculosis multirresistente a los medicamentos (o MDR).
Más de 80.000 nuevos casos
de este tipo de
tuberculosis (MDR) que no puede ser curada con el tratamiento de
antibióticos
habitual son diagnosticados en Europa cada año; esto es, uno de
cada cinco del
mundo.
Además, se ha multiplicado
por seis entre
2008 y 2009 el número de casos de tuberculosis ultrarresistente
(XDR),
considerada "virtualmente incurable".
La tuberculosis
(abreviada TBC
o TB), llamada antiguamente tisis (del griego φθίσις
a
través del latín phthisis), es una infección bacteriana
contagiosa que
compromete principalmente los pulmones, pero puede propagarse a
otros órganos. Mycobacterium,
todas ellas pertenecientes al Complejo Mycobacterium
tuberculosis. La especie
más importante y representativa, causante de tuberculosis es el
Mycobacterium
tuberculosis o bacilo de Koch. La TBC es
posiblemente la enfermedad infecciosa más prevalente
en el mundo. Otras micobacterias como Mycobacterium bovis,
Mycobacterium
africanum, Mycobacterium Canetti, y Mycobacterium
microti pueden
causar también la tuberculosis, pero estas especies no lo suelen
hacer en el
individuo sano. Aunque la tuberculosis es una enfermedad
predominantemente de
los pulmones, puede también verse afectando el sistema nervioso
central, el sistema
linfático, circulatorio, genitourinario, gastrointestinal, los
huesos, articulaciones
y aun la piel.
La cadena de transmisión puede romperse si se aisla al enfermo con tuberculosis activa y comenzando de inmediato la terapia antituberculosis efectiva. Después de dos semanas con dicho tratamiento, aquellos pacientes con TBC activa y no-resistente dejan de ser contagiosos. Si una persona llegase a quedar infectada, le tomará menos de 21 días a un mes antes que pueda comenzar a transmitir la enfermedad a otros
Tuberculosis
Consunción, tisis, escrófula, mal de
Pott, tabes
mesentérica, mal del rey o plaga
blanca: de todos estos modos se ha conocido a la
tuberculosis a
través de la historia. Es considerada una de las primeras
enfermedades
humanas de las que se tiene constancia. Aunque se estima una
antigüedad entre
15.000 y 20.000 años, se acepta que el microorganismo que la
origina evolucionó
de otros microorganismos más primitivos dentro del propio género
Mycobacterium.
Se cree que en algún momento de la evolución, alguna especie de
micobacterias
saltó la barrera biológica por presión selectiva, y pasó a tener
un reservorio
en animales. Esto, posiblemente, dio lugar a un primer espécimen
del Mycobacterium
bovis, que es la aceptada por la mayoría como la más
antigua de las
especies que integran el denominado complejo Mycobacterium
tuberculosis
(que incluye M. tuberculosis —o bacilo de Koch, en honor
a su
descubridor—, M. bovis, M. africanum y M.
microti). El
paso siguiente sería el paso del M. bovis a la especie
humana,
coincidiendo con la domesticación de los animales por parte del
hombre. Se han constatado
indicios de su presencia en huesos humanos datados en el
Neolítico, aunque no
es posible conocer con exactitud su magnitud (incidencia y
prevalencia) con
anterioridad al siglo XIX. Se estima, no obstante, que el
período de mayor
extensión (por porcentaje de población afectada) transcurrió
entre los últimos
años del siglo XVIII y los últimos del XIX. Las denominaciones
que recibe en
las diferentes culturas: sosha (india), phythysis
(griega), consumptione
(latina) o chaky oncay, (inca) hacen en todos los casos
referencia a
"secar" o "consumir", debido al aspecto debilitado y caquéctico
de los afectados. Su alta tasa de mortalidad entre adultos de
mediana edad y el
surgimiento del romanticismo, como movimiento filosófico y
cultural que primaba
el sentimiento sobre la razón, se aliaron para idealizar a esta
enfermedad como
"la enfermedad de los artistas".
El término tisis/consunción
aparece por
primera vez en la literatura griega, alrededor del 460 a . C.
Hipócrates
(siglo V a. C. - siglo IV a. C.) identifica la tisis como
la causa más frecuente de enfermedad de su tiempo. La describió
entre la
población de 18
a
35 años y casi siempre fatal, llegando incluso a prevenir a los
médicos de
visitar a pacientes con tisis para salvaguardar su reputación.
Aunque Aristóteles
(384-322 a . C.)
opinaba
que la enfermedad era contagiosa, muchos autores griegos la
creían
hereditaria. Galeno, el más eminente médico griego después de
Hipócrates,
define la tisis como una ulceración de los pulmones, tórax o
garganta,
acompañada por tos, fiebre, y consunción del cuerpo por el pus.
La epidemia de tuberculosis
en Europa,
probablemente iniciada a comienzos del siglo XVII y que continuó
durante 200
años, fue conocida como la Gran Plaga
Blanca. La muerte por tuberculosis era
considerada inevitable, siendo en 1650 la principal causa de
muerte. La alta
densidad de población así como las pobres condiciones sanitarias
que
caracterizaban a las ciudades europeas y norteamericanas, eran
el ambiente
ideal para la propagación de la enfermedad.
Las primeras evidencias de la enfermedad en humanos se han encontrado en restos óseos del Neolítico, en un cementerio próximo a Heidelberg, supuestamente pertenecientes a un adulto joven, y datados en torno a 5000 años antes de nuestra era. Algún autor atribuye a la tuberculosis el título de ser la primera enfermedad conocida de la humanidad.
También se han encontrado datos sugestivos sobre la tuberculosis en momias egipcias datadas entre los años 3000 y
El caso más evidente y que ofrece menos dudas es el de la momia de Nesperehân, sacerdote de Amón, descubierta por Grebart en 1881, que presenta una angulación característica de las últimas vértebras dorsales y primeras lumbares, provocada por la destrucción del cuerpo vertebral, así como un absceso en el músculo psoas, combinación muy sugestiva de tuberculosis. Existen notificaciones de hallazgos similares en otras momias como la de Philoc (otro sacerdote de Amón), o las halladas en el cementerio de Tebas, del primer siglo antes de nuestra era.
Parece bastante probable la hipótesis de que el mismo Amenophis IV y su esposa Nefertiti murieran de esta enfermedad, e incluso se apunta a la existencia de un hospital para tuberculosos en el Egipto del año
En el papiro Ebers, importante documento médico egipcio datado en el año
Algunas referencias del Antiguo Testamento hacen mención a una enfermedad consuntiva que habría afectado al pueblo judío durante su estancia en Egipto, una zona de alta prevalencia de la enfermedad.
Los casos más antiguos de tuberculosis, confirmados por ADN, incluyen al Antiguo Egipto (
las primeras referencias de esta enfermedad en las civilizaciones asiáticas las encontramos en los Vedas. En el más antiguo (el Rig-Veda,
En el Ayurveda, datado en el año
En las Leyes de Manu (
El texto médico del emperador chino Shennong (
En América del Sur, las primeras evidencias de la enfermedad se remontan a
La busqueda de la cura,
Jean-Antoine Villemin (1827-1892) fue un médico francés que demostró en 1869 que la tuberculosis era una enfermedad infecciosa. Villemin nació en el departamento de Vosges, y estudió medicina en
En marzo de 1865 comienza sus experimentos inoculando material purulento de humanos infectados a conejos de laboratorio. Publicó sus resultados en el tratado titulado Etudes sur
Los experimentos de Villemin confirmando la contagiosidad de la enfermedad (tras inocular por vía subcutánea material purulento a conejos) obligan a la comunidad médica a plantearse el hecho de que la tuberculosis es una infección específica y que su agente etiológico es transmisible, lo que abre la veda para su captura. En 1882 un médico prusiano, Robert Koch, emplea un novedoso método de tinción y lo aplica a muestras de esputo procedentes de pacientes con tuberculosis, revelándose por primera vez el agente causante de la enfermedad: el Mycobacterium tuberculosis, o bacilo de Koch, en su honor.
Cuando inicia su investigación Koch conoce los trabajos de Villemin y de otros continuadores de su experimento como Julius Conheim o Carl Salomosen. También tiene a su disposición las muestras del "Pabellón de Tísicos" del Hospital de
Comienza a desarrollar métodos de cultivo de muestras de tejidos, lo que le pone en el camino del descubrimiento que comenzaría con una observación en su laboratorio el 18 de Agosto de 1881: Durante una tinción de material (procedente de tubérculos recién formados) con azul de metileno descubre unas estructuras de forma alargada, que no podía ver si no aplicaba ese colorante. Para mejorar el contraste decide añadir marrón de Bismarck, descubriendo que las estructuras se volvían así brillantes y transparentes. Y aún mejora la técnica empleando álcalis, hasta determinar su concentración idónea para la visualización de los bastones. Había dado con la combinación que permitía teñir la peculiar cubierta del bacilo tuberculoso: una mezcla de fucsina y anilina, cuyas propiedades básicas permitían visualizar al microorganismo.
Tras varios intentos (no crece bien a temperatura ambiente) es capaz de incubarlo en suero sanguíneo coagulado: otra novedad, ya que la gelatina usada habitualmente para cultivos en esa época se licuaba a los 37 grados centígrados necesarios para su crecimiento. La prueba definitiva la obtiene inoculando cultivos puros de lo que él mismo ya denomina "bacilo tuberculoso" en conejos, y observando que todos ellos mueren con los mismas síntomas de la tuberculosis. Y de sus cadáveres puede obtener, de nuevo, cultivos del bacilo.
Finalmente hace públicos su resultados en
Este proceso lo repite con otros microorganismos lo que le lleva a enunciar los postulados que también llevan su nombre, sobre enfermedades transmisibles: El agente debe estar presente en cada caso de la enfermedad en las condiciones apropiadas y ausente en las personas sanas. El agente no debe aparecer en otra enfermedad de manera fortuita o saprófita.. El agente debe ser aislado del cuerpo en un cultivo puro a partir de las lesiones de la enfermedad. El agente debe provocar la enfermedad en un animal susceptible al ser inoculado. El agente debe ser aislado de nuevo de las lesiones producidas en los animales de experimentación.
El 10 de abril de 1882 presenta un artículo titulado Die Ätiologie der Milzbrandkrankheit (De la etiología de
La comunidad científica se lanza a verificar los resultados: Theoblad Smith y E. L. Trudeau en Estados Unidos o Paul Ehrlich, Franz Ziehl y Friedrich Neelsen en Alemania, estos últimos mejorando además el método de tinción que a partir de entonces se conocerá como Tinción de Ziehl Neelsen. En 1908 el mismo Koch desarrolla la tuberculina en colaboración con el veterinario Camille Guérin (1872-1961) un derivado proteico purificado estándar del bacilo (también denominado PPD) que creía útil como agente inmunizante pero que Charles Mantoux depuraría posteriormente para administrar por vía intradérmica como método diagnóstico (su aplicación intadérmica, habitualmente del antebrazo, genera una respuesta inmunitaria diferente en el huésped si este ha estado en contacto previo con el bacilo tuberculoso que si no lo ha hecho).
De aquí en adelante no
tendremos más frente
a nosotros a una cosa vaga e indeterminada, estamos en presencia
de un parásito
visible y tangible. Se desarrolla en el hombre y con cegar las
fuentes de donde
viene la infección, y una de ellas es seguramente la
expectoración, la lucha
antituberculosa será un hecho. Über Tuberculose. Koch,
R.. Final
de la conferencia ante la Sociedad Fisiológica
de Berlín, 1882.
La tuberculosis es una pandemia que mata cada año a 1,7 millones de personas en todo el mundo. La infección es causada por una bacteria que destruye los pulmones de los afectados, cuya tos es la principal forma de transmisión de la enfermedad.
Pese a estos continuos esfuerzos, entre las enfermedades infecciosas,
La tuberculosis normal mata a un 7% de los contagiados, cuyos pulmones son destruidos por la bacteria, pero la variante resistente es mucho más mortífera, llegando a una tasa de mortandad de alrededor del 50%.
Fuentes:
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