Siracusa, la
ciudad de los tiranos,
Siracusa
(Συρακοῦσαι) fue la ciudad
griega más importante
de Sicilia, en la costa oriental de la isla entre Catania y el
cabo Pachynus.
Sicilia, isla situada
al sur de la península
itálica, fue para los
griegos una tierra de oportunidades. La zona donde se localiza
fue la primera que se abrió al fenómeno de la colonización en el
Mediterráneo a partir del siglo VIII a.C. Los griegos fundaron
ciudades, con Siracusa a la cabeza, que adquirieron una
importancia decisiva en los campos político, militar, económico
y cultural. Aún hoy se pueden admirar los espléndidos templos
de Selinunte o Segesta, que evocan la edad de oro de la
civilización griega en Sicilia, en el siglo V a.C. Una época de
esplendor que estuvo marcada por constantes guerras y por las
figuras de tiranos como Dionisio de Siracusa. En un principio,
fue la falta de tierras y las deudas que aquejaban a muchos
griegos lo que les impulsó a cruzar el mar Jónico para fundar en
Sicilia numerosas colonias que pronto alcanzaron una gran
prosperidad.
griegos una tierra de oportunidades. La zona donde se localiza
fue la primera que se abrió al fenómeno de la colonización en el
Mediterráneo a partir del siglo VIII a.C. Los griegos fundaron
ciudades, con Siracusa a la cabeza, que adquirieron una
importancia decisiva en los campos político, militar, económico
y cultural. Aún hoy se pueden admirar los espléndidos templos
de Selinunte o Segesta, que evocan la edad de oro de la
civilización griega en Sicilia, en el siglo V a.C. Una época de
esplendor que estuvo marcada por constantes guerras y por las
figuras de tiranos como Dionisio de Siracusa. En un principio,
fue la falta de tierras y las deudas que aquejaban a muchos
griegos lo que les impulsó a cruzar el mar Jónico para fundar en
Sicilia numerosas colonias que pronto alcanzaron una gran
prosperidad.
Siracusa fue fundada
en el 734 adC por colonos griegos provenientes de Corinto,
quienes la llamaron Sirako ("pantano"). Existe otra teoría que
afirma
que el nombre no es de procedencia griega. Muy pronto Siracusa
se extendió
sobre tierra firme y fundó a su vez otras colonias; bajo el
mando de Ierone,
venció a los etruscos en
Cuma (474 adC).
La ciudad fue consagrada a Artemisa (uno de sus sobrenombres era Ortigia) y tomó el nombre de una laguna o marisma que se llamaba Syraco (nombre indígena), en los alrededores.
Fue la ciudad donde nació y murió Arquímedes, ingeniero y matemático. Arquímedes era hijo del astrónomo Fidias.
Pronto adquirió prosperidad y fundó colonias: Acres (Acrae) en el
Tucídides dice que el
Según el historiador Tucídides, a mediados del siglo VIII a.C. una
expedición procedente de Eubea fundó las colonias de Naxos,
Catana (actual Catania) y Leontinos (actual Lentini). Hacia el 735
a.C. los corintios fundaron Siracusa, mientras que los
megarenses establecieron Mégara Hiblea, asentamiento que
cerca de un siglo más tarde sería el origen, a su vez, de la
subcolonia de Selinunte. Los griegos convivieron pacíficamente
con parte de la población autóctona, aunque en algunos lugares,
como es el caso de la ciudad de Siracusa, la redujeron
prácticamente a un estado de esclavitud. Sin embargo, el gran
peligro al que los griegos siciliotas se tuvieron que enfrentar fue
al de sus propios tiranos y al de los cartagineses. En el
el tirano de Siracusa, Dionisio el Viejo, asedió y ocupó la colonia
fenicia de Motia, la ciudad emblema de Cartago en la isla y una
de las plazas mejor fortificadas de la época. La armada
cartaginesa respondió poniendo a cerco a la propia Siracusa. Ni
griegos ni cartagineses acabarían adueñándose de la isla. Entre
los años 264-
guerra púnica. Roma acabaría tomando el control de la isla.
La tiranía
(del griego τυραννία), en el sentido que se dio al término en
la Grecia
antigua, era el
régimen de poder absoluto, de ordinario unipersonal, que con
frecuencia
instauraba el tirano,
aquel o
aquellos que habían derrocado el gobierno de una
ciudad-estado, normalmente
gracias al apoyo popular, pero también mediante un golpe de
estado militar o
una intervención extranjera. Así, el tirano ocupaba el poder
no por derecho,
sino por la fuerza. Para la mentalidad moderna, la tiranía se
identifica con un
uso abusivo y cruel del poder político que se ha usurpado,
pero entre los
antiguos griegos, sin embargo, el término no estaba tan
cargado de
connotaciones peyorativas, y a menudo tenía mucho que ver con
la demagogia y el
populismo. Para los griegos incluso el término tuvo en
principio una
connotación positiva y muchos tiranos eran queridos y muy
populares entre los
ciudadanos de las polis, la metrópolis y las menores que eran
administradas por
éstas. Con el tiempo las tiranías se convirtieron en un
sistema político muy
recurrente por autoritaristas que se apoyaban en la nobleza de
la ciudad para
hacerse con el poder, momento en el cual empezó a odiarse e
identificarse con
la tiranía moderna.
Dionisio I
o también Dionisio I
el Viejo (griego
antiguo Διονύσιος, Dionýsios),
(c.
430-367 a . C.),
fue
tirano de Siracusa (405-367 a . C.)
Timeo de Tauromenio le describe grande, rubio y pecoso. Para algunos autores, descendía de una familia nobiliaria, según otros eran de baja extracción social — lugar común de la literatura contra los tiranos. La primera hipótesis parece la más verosímil, tanto más cuando Dionisio era familiar del estratego Hermócrates y, según Cicerón, había recibido una buena educación.
En la asamblea siracusana, Dionisio reclamó la condena inmediata y sin juicio de los generales responsables de la caída de Agrigento. La propuesta era ilegal y le fue impuesta una multa, que enseguida fue pagada por Filisto, uno de sus ricos amigos. Dionisio pudo hacer uso de la palabra y convenció al pueblo: los estrategos fueron destituidos y un nuevo colegio fue nombrado en su lugar entre los que figuró Dionisio.
Enseguida, hizo llamar a los ciudadanos desterrados durante el golpe de estado de Hermócrates. Enviado a Gela para parar el avance cartaginés, estableció una alianza con el lacedemonios Deixipo, comandante de una guarnición de las proximidades. Se volvió también popular apoderándose y revendiendo los bienes de los ricos. El dinero le permitió aumentar el sueldo de sus soldados.
Con los cartagineses repelidos, el tirano aumentó su influencia hasta las islas del Adriático y la costa italiana.
A partir de este momento logró extender su poder por el sur de
En
De esta forma Siracusa alcanzó su máximo momento de esplendor, en torno al año
En
La guerra contra Cartago estalló de nuevo entre 383 y
Dionisio murió en
Hay una
leyenda famosa de esta
epoca, que se llama la espada de Damocles,
Damocles
es un personaje
que aparece en una sola anécdota moral que fue una adición
tardía a la cultura
griega clásica.
Su historia parece más propia de la leyenda que de la historia griega. El origen de la anécdota se localiza en una Historia de Sicilia escrita por Timeo de Tauromenio (c. 356 - 260 adC). Cicerón pudo haber leído esta historia en la obra de Diodoro Sículo e hizo uso de ella en su Tusculanae Disputationes V. 61 - 62.
Su historia parece más propia de la leyenda que de la historia griega. El origen de la anécdota se localiza en una Historia de Sicilia escrita por Timeo de Tauromenio (c. 356 - 260 adC). Cicerón pudo haber leído esta historia en la obra de Diodoro Sículo e hizo uso de ella en su Tusculanae Disputationes V. 61 - 62.
Damocles fue al parecer un
cortesano excesivamente
adulador en la corte de Dionisio II, un tirano de Siracusa
(Sicilia) del siglo
IV adC. Propagó que Dionisio era realmente afortunado al
disponer de tan gran
poder y riqueza. Dionisio, deseoso de escarmentar al
adulador, se ofreció a
intercambiarse con él por un día, de forma que pudiera
disfrutar de primera
mano su suerte. Esa misma tarde se celebró un opíparo
banquete donde Damocles
gozó siendo servido como un rey. Sólo al final de la comida
miró hacia arriba y
reparó en la afilada espada que colgaba atada por un único
pelo de crin de
caballo directamente sobre su cabeza. De súbito se le
quitaron completamente
las ganas de los apetitosos manjares y las hermosas
muchachas, y pidió al
tirano abandonar su puesto, diciendo que ya no quería seguir
siendo tan
afortunado.
La espada de Damocles es una frase acuñada en alusión a este cuento para ejemplificar la inseguridad en que se instalan aquellos que detentan un gran poder, pues no sólo pueden perderlo de golpe,
La espada de Damocles es una frase acuñada en alusión a este cuento para ejemplificar la inseguridad en que se instalan aquellos que detentan un gran poder, pues no sólo pueden perderlo de golpe,
Siracusa y la
necrópolis rocosa de Pantalica fueron
declaradas patrimonio de la Humanidad por la Unesco
en el año 2005. De estos dos elementos, la parte que
corresponde a Siracusa se concentra en la ciudad antigua,
fundada por los corintios
como Ortygia
o el Palazzo
Beneventano del Bosco
Si recorres esta
hermosa ciudad, no podes de dejar
de ver Il duomo
di Siracusa.
Todo
esto hace mas fascinante
la historia de Siracusa, y también su bella ciudad
Fuentes:
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