viernes, 9 de septiembre de 2011


Australopithecus africanus, podrían revolucionar la forma en que concebimos nuestros orígenes


La Cuna de la Humanidad es un sitio Patrimonio de la Humanidad designado por la Unesco en 1999, ubicado a unos 50 kilómetros al noroeste de Johannesburgo, Sudáfrica
Actualmente cubre 183 millas cuadradas (474 km²), contiene un complejo de cuevas de piedra caliza, incluyendo las Cuevas de Sterkfontein, donde se encontró el fósil Australopithecus africanus (apodado "Sra. Ples") de 2,3 millones de años, el año 1947 por el Dr. Robert Broom y John Robinson, así como la Cueva Maravilla. El hallazgo ayudó a corroborar el descubrimiento del cráneo de un joven Australopithecus africanus en 1924 llamado el "Niño Taung", por Raymond Dart, en Taung en la Provincia Noroeste de Sudáfrica, donde aún continúan las excavaciones.

 El año 1997, el esqueleto casi completo de un Australopithecus de un "Pie Pequeño", que data de 3,3 millones de años, por lo menos, fue descubierto por el paleoantropólogo Profesor Ronald J. Clarke El uso controlado del fuego en este sitio ha sido estimado en más de 1 millón de años de antigüedad en Swartkrans.
Los restos del homínido de la Cuna de la Humanidad estaban en una mezcla de piedra caliza y otros sedimentos llamados breccia y fosilizados en el tiempo. Los homínidos probablemente habitaron todo el continente africano pero sólo se han encontrado restos de ellos en sitios en que las condiciones permiten la formación y preservación de fósiles.

Australopithecus sediba fue un homínido australopitecino, cuyos únicos restos descubiertos tienen una datación de entre 1,78 a 1,95 millones de años, viviendo en el Calabriense (Pleistoceno medio). La especie es conocida por dos esqueletos parciales descubiertos en la llamada Cuna de la Humanidad, en Sudáfrica: un macho de unos 10 años (holotipo) y una hembra de entre 20 y 30 años (paratipo) Más de 130 elementos de la especie han sido recuperados hasta la fecha, incluyendo un niño de entre 12 y 18 meses.Los esqueletos parciales fueron inicialmente descritos en la revista Science por el profesor Lee R. Berger y sus colegas como una nueva especie de los primeros ancestros humanos, llamado Australopithecus sediba ("sediba" significa "manantial" o "pozo de agua” en idioma sesotho).

El primer especimen de Australopithecus sediba fue hallado por el hijo de Lee Berger, Matthew, el 15 de agosto de 2008.Mientras exploraba cerca del lugar donde su padre cavaba, en las llanuras del norte de Johannesburgo, Matthew tropezó con un hueso fosilizado. El muchacho alertó a su padre sobre el hallazgo, quien no podía creer lo que veía, "sobresaliendo de la parte posterior de la roca había una mandíbula con un diente, un colmillo", recordó más tarde.El descubrimiento fue anunciado públicamente el 8 de abril de 2010. También se encontró en el sitio arqueológico, conocido como Malapa, una gran variedad de fósiles de animales, incluyendo dientes de sables, mangostas, hienas y antílopes



Los autores de la especie sugieren que es un buen candidato para considerarse una transición entre los Australopithecus africanus hallados en el sur de África (el niño de Taung, la Sra. Ples) y el Homo habilis, o incluso, un antepasado directo de Homo erectus (niño de Turkana , hombre de Java, hombre de Pekín).
Otros paleoantropólogos, sin embargo, son contrarios a esta tesis de los autores de la descripción inicial. En un artículo publicado en el mismo ejemplar de la revista con la descripción original, se cita a detractores como Tim White y Ron Clarke, que sugieren que los nuevos fósiles podrían representar una rama sudafricana tardía de australopitecos y coetánea con miembros ya existentes del género Homo .En una interpretación más prudente, se basan en la observación de que la mandíbula inferior de Homo rudolfensis descubierta por Friedemann Schrenk, de unos 2,5 m.a., es el fósil más antiguo adscrito al género Homo, claramente más antiguo que los fósiles de Australopithecus sediba. Afirman asimismo que las características de los nuevos fósiles tienen relativamente poco en común con Homo y siguen, por tanto, apuntando a Australopithecus afarensis como su ancestro más probable.

En otra crítica, esta vez taxonómica, planteada en la página web de la revista Nature, se indica que los autores de A. sediba no han tenido en cuenta la amplia variabilidad de Australopithecus africanus como para poder adscribir los nuevos restos a una especie diferente, además de obviar que los rasgos descritos corresponden a ejemplares juveniles y que bien pudieran variar respecto a los adultos
Señora Ples (nacida hace cerca de 2,6 a 2,8 millones de años) es el nombre popular con que se conoce al cráneo más completo descubierto hasta ahora de un Australopithecus africanus. Muchos fósiles de esta especie, considerados parientes de los humanos modernos, se han encontrado en el área de Sterkfontein, en lo que se ha denominado la Cuna de la Humanidad (sitio Patrimonio de la Humanidad), que se localiza a unos 70 km al sudoeste de Pretoria.

El reborde óseo sobre los ojos no está separado de la frente por un surco, y los caninos son mucho más pequeños de los de los chimpancés. Estas y otras características permiten incluir a este individuo dentro de la familia de los homínidos.
La señora Ples fue descubierta por el Dr. Robert Broom y John Robinson en abril de 1947 y fue el primer cráneo completo A. africanus que se encontró. El número de catálogo de la Sra. Ples es STS 5.
El sobrenombre Sra. Ples derivó de la designación científica dada inicialmente al cráneo por el Dr. Broom, Plesianthropus transvaalensis (casi humano del Transvaal).
Se debe señalar que el sexo del cráneo no está completamente determinado y que, de hecho, la Sra. Ples puede ser el Señor Ples. Además, los análisis con rayos X de las raíces de los dientes de la Sra. Ples sugieren que era un subadulto, por lo tanto la denominación de Señorita Ples también es posible.

Algunos expertos han sugerido que un esqueleto parcial, conocido por su número de catálogo STS 14 que fue descubierto el mismo año en el mismo depósito geológico y cercano a él, puede pertenecer a este cráneo. De ser así, ello podría hacer de la Sra. Ples el homólogo sudafricano del famoso fósil de Australopithecus afarensis apodado "Lucy", hallado en Etiopía.
Los estudios realizados sobre el Australopithecus afarensis dieron los siguientes resultados,
Algunas teorías mantienen que los seres humanos podemos trazar una línea evolutiva que nos conecta con la criatura conocida como Homo erectus, que vivió hace un millón de años. De acuerdo a muchos paleontólogos, este animal descendió a su vez de hominidos más primitivos, como el Homo habilis o Homo rudolfensis.

La idea en torno al A.sediba es que, aunque más antiguo que sus rivales, algunas partes de su anatomía eran más capaces y avanzadas que sus formas más jóvenes. Dicho de otra manera, es un ancestro más creible del H.erectus, afirma Berger.
Los espécimenes hallados de sediba fueron desenterrados en Malapa, en la famosa "Cuna de la humanidad", al noroeste de Johannesburgo.
Fueron extraídos de una depresión en el suelo provocada por un conjunto de cuevas que perdió el techo debido a la erosión.
Identificada como una joven hembra, los dos individuos eran posiblemente madre e hijo, y se sospecha que murieron juntos en algún trágico accidente que hizo que cayeran en la cueva o que se vieran atrapados en ella.

Tras su muerte, sus cuerpos fueron cubiertos por agua, quedando enterrados finalmente con los huesos de muchos otros animales que fueron atrapados del mismo modo.

Edad: Se emplearon las últimas técnicas para establecer la edad de los sedimentos que envolvían los fósiles.
Mientras las pruebas iniciales establecieron que tenían una edad de entre 1,78 y 1,95 millones de años, nuevos análisis ampliaron el margen a hace tan sólo 3.000 años.
El intervalo ahora es de entre 1,97 y 1,98 millones de años. Esta nueva estimación es importante, dice el equipo, porque sitúa al A.sediba en una época factible para ser ancestro del H.erectus.
El doctor Roby Pickering, de la Universidad de Melbourne, Australia, quién lideró el proceso de datación, dijo a la BBC: "Éste fue un interesante momento de la evolución humana porque es cuando pensamos que debió haberse producido el origen de nuestro género Homo. Previamente, hemos tenido fósiles de ese periodo, pero los fósiles del sediba son importantes porque son muy completos.

Cerebro: un escaner de rayos X de alta resolución del cráneo macho ha reproducido un molde virtual de su cerebro. El escaner fue realizado en el European Synchrotron Radiation Facility de Grenoble. A partir de él, los investigadores estimaron que el cerebro de un A.sediba adulto debió haber sido de un volumen de 440 centímetros cúbicos. Más pequeño que fósiles más antiguos conservados, como el de la famosa "Lucy", catalogada como Australopithecus afarensis (3,2 millones de años), tiene extrañamente una forma mucho más humana, especialmente la frontal. Esto podría haberse dado cuando el cerebro empezó a reorganizarse para evolucionar a su forma actual.
Pelvis: la pelvis es corta y ancha como los humanos. En el caso de Lucy eran más planas y acampanadas. Una idea muy extendida es que la pelvis del humano moderno evolucionó de forma paralela al crecimiento del volumen de su cerebro, facilitando el nacimiento de bebés con mayores cabezas. A.sediba desmiente esta teoría, ya que su pelvis era similar a la moderna a pesar de tener cerebros pequeños.

Manos: la mano derecha de la hembra estaba casi completa. Luce más similar a la de un humano moderno que a la de un mono, ya que sus dedos son más cortos en relación al pulgar que en un chimpancé. Aún así, parece que poseía fuertes músculos para agarrarse, lo que significaría que A.sediba pasaba mucho tiempo colgado a las ramas de los árboles. El equipo también cree que tenía la habilidad de fabricar herramientas simples.
Más allá de los resultados obtenidos en el estudio, lo cierto es que el animal tiene una mezcla de características antiguas y modernas.
Científicos independientes describieron las piezas fósiles como extremadamente fascinantes y exquisitas.

El doctor William Harcourt-Smith, del Museo de Historia Americana de Nueva York, comentó: "Un linaje del Australopithecus casi seguro que originó al primer miembro del género llamado Homo, del que finalmente emergieron hombres modernos".
"Pero muchos de ellos son líneas paralelas de evolución, y estamos tratando de averiguar cuales están o no en la misma línea. Esta es la razón por la que el hallazgo es tan importante. De alguna forma, estos fósiles son como una pistola humeante poco antes de la aparición de nuestro género.
Por su parte, el profesor Chris Stringer, del Museo de Historia Natural de Londres, dijo a la BBC: "no es el fin de la historia. Lo que debió pasar es que habían muchas formas de australopithecine evolucionando en criaturas similares a la humana, a medida que empezaban a comer carne, fabricar herramientas y trasladarse a distancias más lejanas.
"La cuestión ahora es averiguar en medio de este caos cuál es el verdadero ancestro del género Homus. Sabemos que hay muchos restos en ese lugar increíble. Veamos si otros individuos también tienen esta mezcla de características".

Estos resultados hacen que los científicos, dijeran que estos resultados podrían revolucionar la forma en que concebimos nuestros orígenes


Fuentes:


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