Los conquistadores fueron
vistos como
enviados de los dioses,
La llegada de los europeos a
América fue
anticipada por presagios y profecías de origen azteca e inca. De los aztecas han llegado
hasta nosotros
fragmentos escritos. En
el caso de los
incas, que no tenían escritura, las noticias provienen de la
tradición oral
indígena y de los testimonios que dejaron los cronistas de la
época.
Los presagios aztecas
anunciaban que el
retorno del dios Quetzalcoátl se produciría al final del reinado
de Moctezuma y
lo haría bajo la forma de un hombre blanco.
Antes de su llegada -afirmaban- ocurrirían una serie de
fenómenos
naturales y catástrofes. Los
testimonios
así lo enunciaban:
"De aquí a muy pocos años
nuestras
ciudades serán destruidas y asoladas, nosotros y nuestros hijos
muertos..."
Y prevenían al emperador:
"perderéis todas las guerras
que
comiences y otros hombres con las armas se harán dueños de estas
tierras..."
Las profecías comenzaron a
cumplirse a los
tres años de la ascensión de Moctezuma al trono. En 1510 se sucedieron un
eclipse de Sol y la
aparición de un cometa. Al
poco tiempo
Hernán Cortés desembarcó en las costas de México... y no pasó
mucho tiempo
hasta que los indígenas tomaron conciencia de que no era
precisamente el dios
que aguardaban.
En el imperio de los incas
la llegada de
los españoles también fue precedida por presagios y profecías. Se anunciaban fenómenos
naturales: rayos,
cometas y cambios en el color del Sol y la Luna. El
cronista Garcilaso de la Vega
cuenta al respecto:
"Hubo grandes terremotos y
temblores
de tierra (a poco de arribar los españoles) que, aunque en el
Perú son
frecuentes, notaron que los temblores eran mayores que los
ordinarios, y que
caían muchos cerros altos."
Los incas esperaban también
el retorno de
un dios salvador, Viracocha. Por
ello
cuando tuvieron noticias de la llegada de Pizarro, muchos
creyeron que era la
esperada divinidad:
"Quién puede ser sino
Viracocha... era
de barba negra y otros que lo acompañaban de barbas negras y
bermejas".
Pero los españoles pronto
disiparon la
ilusión de los incas, según lo afirmaba un cronista de origen
indígena:
"Pensábamos que era gente
grata y
enviados de Viracocha, pero paréceme que ha salido al revés,
hermanos, que
estos que entraron a nuestras tierras no son hijos de dios sino
del
demonio."
Quetzalcóatl (náhuatl:
Quetzalcōātl,
'Serpiente emplumada' ) es una deidad de las culturas de
Mesoamérica. Es
considerado por algunos investigadores como dios principal
dentro del panteón
de esta cultura prehispánica, sin embargo autores como Miguel
León-Portilla
—ver ensayo "Tezcatlipoca Dios Principal"— consideran a
Tezcatlipoca
como el dios principal, y aun otros consideran a los dioses que
dieron origen a
Quetzalcóatl como los dioses principales. En contrapartida,
autores como
Alfredo López Austin y otros dedicados al estudio de las
religiones
mesoamericanas, lo consideran como la deidad principal a partir
de la cual se
generan los demás nùmenes, por medio de un fenómeno por el cual
la divinidad se
desdobla en otras.
Viracocha, Wiracocha o
Huiracocha también
llamado el dios de la Varas
es el más destacado entre los dioses del ámbito andino. Es
posible que su gran
difusión se debiera a que los religiosos católicos buscaban un
nombre para
explicar a los naturales el concepto de dios. Además, añadieron
a su nombre
otras palabras a fin de recalcar su calidad de ser supremo, de
este modo se
formó el nombre en quechua de: Apu Qun Tiqsi Wiraqucha Pachaq
Yachakchi
Hernán Cortés Monroy Pizarro
Altamirano (Medellín
(Badajoz), 1485 – Castilleja de la Cuesta , (Sevilla), 2 de
diciembre de 1547), conquistador
español del imperio azteca (hoy el centro de México). I Marqués
del Valle de
Oaxaca, Gobernador y Capitán General de la Nueva España.
Hernán Cortés, en su marcha
hacia
México-Tenochtitlan, el ejército de Cortés (unos trescientos
españoles) y el
apoyo de unos 3.000 tlaxcaltecas avistó los volcanes
Popocatépetl e
Iztaccíhuatl. Y uno de los capitanes de Cortés, llamado Diego de
Ordás fue el
primer europeo en ascender a la cima del volcán Popocatépetl en
compañía de dos
compañeros de armas, causando una gran impresión entre los
nativos que
acompañaban la expedición de Cortés. Por tal hazaña y méritos
militares, el
emperador Carlos V le otorgó a Diego de Ordás mediante decreto
expedido el 22
de octubre de 1523, el derecho de poseer un escudo de armas con
una vista del
volcán.
A la entrada de la ciudad,
realizada el 8
de noviembre de 1519, se produjo el encuentro de Moctezuma y
Cortés, haciendo
de intérprete doña Marina. Moctezuma II creyó que los españoles
eran enviados
del dios que vendría del Este -este es Quetzalcóatl ó Serpiente
Emplumada- y
fue un espléndido anfitrión de éstos, obsequiándole entre otras
cosas, el
Tocado del Dios Quetzalcóatl, mejor conocido como Penacho de
Moctezuma y el
cual, fue enviado junto con otros presentes a la Corte Imperial.
Dado que Carlos V era un Austria -casa de los Habsburgo- al
extinguirse la rama
Española, este regalo terminó en Austria.
Mientras los españoles se
quedaban en
Tenochtitlan, Moctezuma los hospedó en el templo de su antecesor
Axayácatl (en
el palacio del padre de Moctezuma), pudiendo entonces admirar la
grandiosidad
de aquella ciudad. En los días siguientes, los españoles
visitaron los palacios
y templos de la gran capital azteca, así como el gran cú
(templo) de la ciudad
gemela del imperio, Tlatelolco, y su mercado: una plaza de más
del doble de
grande que la
Plaza Mayor
de Salamanca (tenida entonces por la más grande de la
cristiandad).
Residiendo los españoles en
el palacio, se
les ocurrió que ya era hora de tener capilla propia y, puesto
que Moctezuma se
había negado a que la erigieran en el cú de Huitzilopochtli,
resolvieron
levantarla en su alojamiento, previo permiso del emperador.
Buscaban los capitanes el
mejor sitio para
emplazarla cuando un soldado, que era carpintero, notó en una
pared la
existencia de una puerta tapiada y encalada de pocos días.
Recordaron entonces
que se susurraba que en aquellos aposentos tenía depositados
Moctezuma los
tesoros que había ido reuniendo su padre Axayácatl.
Allí entraron Cortés y
algunos capitanes y
tras la vista de un enorme tesoro ordenó que se volviera a
tapiar. Debido a
advertencias previas de los tlaxcaltecas, les empezó a inquietar
entonces la
posibilidad de ser asesinados. Cuatro capitanes y doce soldados
se presentaron
a Cortés para hacerle presente la conveniencia de prender al
emperador,
manteniéndole como rehén, para que respondiera con su vida de la
vida del
ejército. No se tomó de momento ningún acuerdo, pero una noticia
precipitó la
resolución.
Mientras tanto en las
cercanías de la Villa Rica de la Vera Cruz ,
aconteció la
batalla de Nautla, entre los mexicas dirigidos por Cuauhpopoca y
los totoncas
aliados de los conquistadores españoles, en el conflicto mataron
a Juan de
Escalante, alguacil mayor, y a siete españoles lo que supuso un
desprestigio
para las armas españolas al ver que no eran semidioses y que
podían ser
vencidos. Un soldado llamado Argüello fue hecho prisionero,
murió en el camino
por las heridas de la guerra y su cabeza enviada al emperador
azteca, quien no
quiso colocarla en ningún templo.
Una vez que Moctezuma cayó
en la celada de
los españoles, Cortés lo tuvo como rehén so pena de muerte
inmediata. Apaciguó
a su guardia diciendo que iba de propia voluntad, y tras ser
trasladados con
los españoles todos sus enseres siguió manifestando a todas sus
visitas que
estaba allí de propia voluntad.
Cortés exigió que los
caciques autores de
la agresión a Veracruz fueran castigados. Llevados a su
presencia, confirmaron
que obedecían órdenes de Moctezuma. Los capitanes aztecas fueron
sentenciados a
morir en la hoguera.
Consiguió también que
Moctezuma se
declarase vasallo de Carlos V. La casta sacerdotal y la nobleza
conjuraron para
liberar a su señor y aniquilar a los españoles.
Francisco Pizarro González,
Marqués (Trujillo,
Cáceres, 16 de marzo de 1478 — Lima 26 de junio de 1541) fue el
explorador y conquistador
español del Perú, 2 gobernador de Nueva Castilla (actual
territorio peruano)
con sede de gobierno en La Ciudad De Los Reyes (Lima).
Es recordado por haber logrado
imponerse sobre el Imperio incaico con ayuda de diversos
cacicazgos locales, conquistando
el mencionado estado imperial cuyo centro de gobierno se ubicaba
en el hoy Perú,
y estableciendo una dependencia española sobre él. Si bien tuvo
el título de
marqués, fue "marqués sin marquesado"; sus descendientes
tuvieron el
título de marqueses de la Conquista. Sin embargo, es
muy posible que le fuera concedido
el título de marqués de los Atavillos, siendo este el título
utilizado por el
cronista don Francisco López de Gomara en su Historia General de
las Indias,
capítulo CXXXII. Para sus huestes indígenas era conocido como
Apu (Jefe, Señor,
General) o Machu Capitán (Viejo Capitán)
En 1531 llegó a Perú, que
vivía una guerra
civil por la sucesión
del emperador Inca
Huayna Cápac, muerto por viruela. Había un enfrentamiento entre
sus sucesores, Atahualpa
y su hermano, el Sapa Inca Huáscar. Francisco Pizarro fue
invitado por el Inca
Atahualpa a encontrarse en Cajamarca, por intermedio de un
emisario muy
allegado a él. El emisario se encontró con los españoles en
Cajas y además de
llevarle regalos (patos desollados, vasijas en forma de
fortaleza, etc.) midió
las fuerzas de los españoles y lo invitó a continuar su marcha
por el valle del
Chancay, cerca del pueblo de Chongoyape hasta Cajamarca para
entrevistarse con
Atahualpa. Pizarro aceptó y le envió una fina camisa de Holanda
y dos copas de
vidrio al Inca como regalo. Así, se adentró en territorio Inca
con 168 soldados
y 37 caballos, se dirigió a Cajamarca, donde tomó prisionero a
Atahualpa (16 de
noviembre de 1532). Tiempo después, a pesar de haber recibido el
rescate más
alto de la historia, lo mandó ajusticiar por los delitos de
sublevación y por
haber ordenado ejecutar a Huáscar, aunque Pizarro se negó a
quemar vivo al
Inca.
Pizarro mantuvo una estrecha
alianza con la
nobleza del Cuzco, partidaria de Huáscar, lo que le permitió
completar la conquista
del Perú. Tras nombrar Inca a un hermano de Atahualpa, Túpac
Hualpa, marchó al Cuzco,
capital del Imperio inca, que ocupó en noviembre de 1533. Su
hermano Juan fue
nombrado regidor de la ciudad. El conquistador contrajo
matrimonio bajo el rito
católico con la hija del emperador Inca Huayna Cápac, Quispe
Sisa, bautizada
como Inés Huaylas. Con ella tuvo dos hijos: una primera hija que
llamó como su
padre, Francisca Pizarro Yupanqui y Gonzalo, que murió joven.
Francisco Pizarro
ordenó la ejecución de Atahualpa, a pesar de su aparente cariño
por él mientras
estuvo prisionero. El 18 de enero de 1535, fundó en la costa la Ciudad de
los Reyes, pronto
conocida como Lima, y Trujillo, con lo que se inició la
colonización efectiva
de los territorios conquistados. Mientras tanto, su hermano
Hernando, que había
partido a España para entregar el Quinto del Rey a la corona,
regresó portando
el título de marqués para su hermano Francisco, y el de
adelantado para Almagro,
al cual se le habían concedido 200 leguas al sur del territorio
atribuido a
Pizarro.
Atahualpa (quechua
Ata-wallpa 'gallo ) fue
el decimotercero gobernante inca, y aunque tuvo sucesores
nombrados por los
españoles es considerado como el último emperador incaico. Nació
en 1500; sin
embargo, el lugar de su nacimiento es aún incierto.
Cuando Huáscar se coronó en
Cuzco como
emperador le causó mucha preocupación la simpatía de su hermano
con el
ejército, motivo por el cual le ordenó que se presentara en
Cuzco. Atahualpa,
convencido por sus generales de que si iba sería muerto, decidió
organizar un
ejército norteño y se declaró Inca en la ciudad de Quito. De
esta manera se dio
inicio a la famosa guerra civil inca.
Logró vencer a Huáscar en
1532 en
Quipaypan, cerca de Cuzco, tras lo cual Atahualpa se proclamó
Inca o emperador,
después de haber ganado la guerra se dirigió de inmediato a
Cajamarca para
conocer a los españoles, después de un inesperado ataque español
fue hecho
prisionero por Francisco Pizarro. En prisión mantuvo algunos
privilegios: se le
permitió seguir administrando el imperio, aprendió a leer y
escribir, también
mantuvo una relación amistosa con Francisco Pizarro. A los pocos
meses fue
acusado de traición por los españoles, lo acusaron de ocultar un
tesoro,
conspiración contra la corona española y de matar a Huáscar.
Para su rescate
fue obligado a pagar dos habitaciones llenas de plata y otra de
oro, si no
llegase ha completarla de oro lo completarian de plata, además
de mujeres,
entre ellas, su prima Cuxirimay Ocllo quien fue traída desde el
Cuzco y
entregada como concubina a Francisco Pizarro. Aunque cumplió con
su oferta, fue
ejecutado de todas formas Escogió ser ahorcado después de
bautizarse como
cristiano; la otra opción era morir quemado si no se bautizaba.
Moctezuma Xocoyotzin
(Moctezuma el joven')
o Moctezuma II (1466 – 29 de junio de 1520) fue huey tlatoani de
los mexicas
entre 1502 - 1520. La ortografía Moctezuma es la más frecuente y
moderna; no
obstante, la mayoría de las fuentes de los siglos XVI y XVII
refieren que su nombre
fue Motecuhzoma incluido Fray Bernardino de Sahagún que usó una
forma más
próxima al náhuatl: Motecuçoma y Motecuhzomatzin. Por razones de
cortesía y
respeto real se agregaba con frecuencia el sufijo "tzin"
(pequeño en
náhuatl) para llamarlo. También se le llama Moteczuma en la obra
de Salvador de
Madariaga "Hernán Cortés".
De acuerdo a La Historia
de Tlaxcala de
Diego Muñoz Camargo "Este nombre de Moctheuzomatzin quiere tanto
decir
como Señor regalado, tomándolo literalmente; mas en el sentido
moral quiere
decir seño, Señor sobre todos los Señores y el mayor de todos, y
Señor muy
severo y grave y hombre de coraje y sañudo, que se enoja
súbitamente con
liviana ocasión." no obstante los estudiosos de la lengua
náhuatl del
siglo XVI, como Motolinía, Torquemada, Betancourt, Sigüenza,
rechazaron el
sentido de hombre regalado y dedujeron que Moctheuzomatzin
provenía del
pronombre mo de teuhtli o tecuhtli "Caballero o Señor" y çoma o
çuma,
"poner ceño el que está enojado, tener coraje, derivándose de
él, çu ucalli,
sañudo y lleno de coraje", tzin terminación reverencial. De tal
forma que
su significado es "hombre sañudo, hombre grave, circunspecto,
serio, que
se hace temer y respetar".
El número ordinal se emplea
en la
actualidad para distinguirlo de su homónimo, también huey
tlatoani, Moctezuma
Ilhuicamina (Moctezuma I), a quien los cronistas indígenas
llamaban también
Huehuemotecuhzoma o 'Moctezuma el viejo'.
La invasión europea produjo
un tremendo
impacto entre los pueblos que habitaban América. Para estas sociedades que
habían vivido
aisladas del resto del mundo, los europeos representaban algo
totalmente
desconocido. Toda su
vida cambió a
partir de la conquista. Su
organización
económica, social y política, sus creencias religiosas, su
visión del mundo y
las costumbres de su vida cotidiana, se derrumbaron.
Fuentes:
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