jueves, 8 de septiembre de 2011

La luna, hace unos 4.400 millones de años habria chocado con otra luna mas chica,

La luna, hace unos 4.400 millones de años habria chocado con otra luna mas chica,



La Luna es el único satélite natural de la Tierra y el quinto satélite más grande del Sistema Solar. Es el satélite natural más grande en el Sistema Solar en relación al tamaño de su planeta, un cuarto del diámetro de la Tierra y 1/81 de su masa, y es el segundo satélite más denso después de Ío. Se encuentra en relación síncrona con la Tierra, siempre mostrando la misma cara a la Tierra. El hemisferio visible está marcado con oscuros mares lunares de origen volcánico entre las brillantes montañas antiguas y los destacados astroblemas. A pesar de ser el objeto más brillante en el cielo luego del Sol, su superficie es en realidad muy oscura, con una reflexión similar a la del carbón. Su prominencia en el cielo y su ciclo regular de fases han hecho de la Luna una importante influencia cultural desde la antigüedad tanto en el lenguaje, como en el calendario, el arte o la mitología. La influencia gravitatoria de la Luna produce las corrientes marinas las mareas y el aumento de la duración del día. La distancia orbital de la Luna, cerca de treinta veces el diámetro de la Tierra, hace que tenga en el cielo el mismo tamaño que el Sol, permitiendo a la Luna cubrir exactamente al Sol en eclipses solares totales.

Hubo un tiempo, antes de que surgiera la vida en la Tierra, en que nuestra Luna tuvo una compañera más pequeña, según una teoría publicada este miércoles en la revista británica Nature

Esa segunda luna desapareció, según los padres de esta tesis, tras chocar contra su "hermana mayor" hace unos 4.400 millones de años.

Aquella colisión explicaría el enigmático relieve de cráteres y montañas de la cara oculta de nuestra Luna.
El choque se habría producido a una velocidad muy lenta y el material de la segunda luna habría acabado fusionándose con ese hemisferio lunar, que no es visible desde la Tierra.
En los próximos meses, los investigadores esperan conocer los resultados de dos misiones de la Nasa a la Luna para poner a prueba su tesis.
Durante décadas, los científicos han intentado comprender por qué el lado de la Luna que es visible desde la Tierra tiene una superficie relativamente plana en comparación con la gran cantidad de cráteres y montañas de más de 3.000 metros de altura del lado oculto.

Varias teorías habían intentado explicar lo que es conocido como "la dicotomía lunar". Por ejemplo, una de ellas sugiere que la causa es la fuerza que ejercía la Tierra sobre el océano de rocas líquidas que en el pasado flotaba bajo la corteza lunar.
Pero según esta nueva tesis, el origen se halla en una serie de colisiones cósmicas.
Tiene como punto de partida la ya formulada hipótesis del "impacto global", que consiste en que hace 4.000 millones de años un planeta del tamaño de Marte impactó contra la Tierra y que el material desprendido por el choque se fusionó dando forma a nuestra Luna.
Los padres de la nueva tesis creen que se originó otro cuerpo lunar más pequeño que quedó atrapado por la gravedad de la Tierra.
Uno de los astrónomos responsables de la teoría, Martin Jutzi, de la universidad suiza de Berna, explica que ésta casa muy bien con la idea del "impacto global".

Tras pasar millones de años "atrapada", la luna menor habría entrado en rumbo de colisión con su hermana mayor y habría acabado impactando contra ésta a una velocidad de 2,4 kilómetros por segundo, menor que la velocidad a la cual el sonido atraviesa una roca.
Jutzi resalta que esa lentitud, considerable si se tiene en cuenta la velocidad a la que suceden los impactos en el espacio, explica que no se produjera un derretimiento.
En el momento de la colisión, la luna mayor habría tenido en su superficie un "océano de magma" solo protegido por una fina capa sólida.
Como consecuencia del impacto, la corteza de la Luna se habría endurecido y el magma subyacente se habría redistribuido hacia la cara visible, una idea respaldada por las observaciones de la nave espacial de la Nasa Lunar Prospector.

La comunidad de astrónomos ha reaccionado con interés a la teoría, que dicen que tiene credibilidad, pero no están convencidos del todo.
Maria Zuber, del estadounidense Instituto Tecnológico de Massachusetts, afirma que mientras que el estudio "tiene más plausibilidad que pruebas", los autores "sugieren la legítima posibilidad de que después del gigantesco impacto contra la Tierra ésta poseyera fugazmente más de una luna".
La Tierra es el único planeta del sistema solar que tiene una sola luna. Mientras que Venus y Mercurio no tienen lunas, Marte tiene dos, y Saturno y Júpiter tienen más de 60 cada uno. Incluso el diminuto Plutón tiene cuatro lunas.
La Luna es excepcionalmente extensa en relación a la Tierra: un cuarto del diámetro del planeta y 1/81 de su masa. Es el satélite más grande del Sistema Solar en relación al tamaño de su planeta (aunque Caronte es más grande en relación al planeta enano Plutón). La superficie de la Luna es menos de un décimo de la Tierra; cerca de un cuarto del área continental de la Tierra. Sin embargo, la Tierra y la Luna siguen siendo consideradas un sistema planeta-satélite, en lugar de un sistema doble planetario, ya que su baricentro, está ubicado cerca de 1700 km (aproximadamente un cuarto del radio de la Tierra) bajo la superficie de la Tierra

La teoría del gran impacto (en inglés Giant impact hypothesis, Big Whack o Big Splash) es la teoría científica más aceptada para explicar la formación de la Luna, que postula que se originó como resultado de una colisión entre la joven Tierra y un planeta del tamaño de Marte, que recibe el nombre de Theia u ocasionalmente Orpheus u Orfeo. El nombre de Theia proviene de la mitología griega, ya que Theia o Tea era la titánide madre de la diosa lunar Selene. La hipótesis se planteó por primera vez en una conferencia sobre satélites en 1974 y luego fue publicada en la revista científica Icarus por William K. Hartmann y Donald R. Davis en 1975.

Cuando Galileo Galilei apuntó su telescopio hacia la Luna en 1610 pudo distinguir dos regiones superficiales distintas. A las regiones oscuras las denominó «mares», los cuales por supuesto no tienen agua y llevan nombres tales como Mar de la Serenidad y Mar de la Fecundidad; son planicies con pocos cráteres. El resto de la superficie lunar es más brillante, y representa regiones más elevadas con una alta densidad de cráteres, tales como Tycho y Clavius. En la superficie lunar también existen cadenas de montañas que llevan nombres como Alpes y Apeninos, igual que en la Tierra.





En 1953, el abogado chileno Jenaro Gajardo Vera registró la propiedad de la Luna pagando 42.000 pesos de la época, oficializándose la escritura el 25 de septiembre de 1954 en el Conservador de Bienes Raíces de la ciudad de Talca. Según sus propios dichos, el entonces presidente estadounidense, Richard Nixon, cumplió la formalidad de pedirle permiso para el alunizaje de la Apolo 11 en 1969, a lo que respondió afirmativamente.Sin embargo, en 1967 se firmó un tratado en las Naciones Unidas que prohíbe la compraventa de objetos exteriores a la Tierra, a pesar de lo cual, en 1980, el estadounidense Dennis Hope formaliza de nuevo en una oficina del registro de San Francisco la "compra" de la Luna, dedicándose desde entonces a vender "parcelas" en suelo lunar.

La Luna ha sido muy importante para poetas y músicos. Ahora queda por saber, si la segunda luna es también capaz de desatar su inspiración.


Fuentes:

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