La luna, hace unos 4.400
millones de años
habria chocado con otra luna mas chica,
La Luna es el único
satélite natural de la Tierra
y el quinto satélite más grande del Sistema Solar. Es el
satélite natural más
grande en el Sistema Solar en relación al tamaño de su planeta,
un cuarto del
diámetro de la
Tierra
y 1/81 de su masa, y es el segundo satélite más denso después de
Ío. Se
encuentra en relación síncrona con la Tierra,
siempre mostrando la misma cara a la Tierra. El
hemisferio
visible está marcado con oscuros mares lunares de origen
volcánico entre las
brillantes montañas antiguas y los destacados astroblemas. A
pesar de ser el
objeto más brillante en el cielo luego del Sol, su superficie es
en realidad
muy oscura, con una reflexión similar a la del carbón. Su
prominencia en el
cielo y su ciclo regular de fases han hecho de la Luna una
importante
influencia cultural desde la antigüedad tanto en el lenguaje,
como en el calendario,
el arte o la mitología. La influencia gravitatoria de la Luna produce
las corrientes
marinas las mareas y el aumento de la duración del día. La
distancia orbital de
la Luna,
cerca
de treinta veces el diámetro de la Tierra, hace que tenga
en el cielo el mismo tamaño que el
Sol, permitiendo a la Luna
cubrir exactamente al Sol en eclipses solares totales.
Hubo un tiempo, antes de que
surgiera la
vida en la
Tierra,
en que nuestra Luna tuvo una compañera más pequeña, según una
teoría publicada
este miércoles en la revista británica Nature
Esa segunda luna
desapareció, según los
padres de esta tesis, tras chocar contra su "hermana mayor" hace
unos
4.400 millones de años.
Aquella colisión explicaría el enigmático relieve de cráteres y
montañas de
la cara oculta de nuestra Luna.
El choque se habría producido a una velocidad muy lenta y el
material de la
segunda luna habría acabado fusionándose con ese hemisferio lunar,
que no es
visible desde la
Tierra.
En los próximos meses, los investigadores esperan conocer los
resultados de
dos misiones de la
Nasa
a la Luna
para
poner a prueba su tesis.
Durante décadas, los científicos han intentado comprender por qué
el lado de
la Luna
que es
visible desde la
Tierra
tiene una superficie relativamente plana en comparación con la
gran cantidad de
cráteres y montañas de más de 3.000 metros
de altura del lado oculto.
Varias teorías habían intentado explicar lo que es conocido como
"la
dicotomía lunar". Por ejemplo, una de ellas sugiere que la causa
es la
fuerza que ejercía la Tierra
sobre el océano de rocas líquidas que en el pasado flotaba bajo la
corteza
lunar.
Pero según esta nueva tesis, el origen se halla en una serie de
colisiones
cósmicas.
Tiene como punto de partida la ya formulada hipótesis del
"impacto
global", que consiste en que hace 4.000 millones de años un
planeta del
tamaño de Marte impactó contra la Tierra y que el material
desprendido por el choque se fusionó
dando forma a nuestra Luna.
Los padres de la nueva tesis creen que se originó otro cuerpo
lunar más pequeño
que quedó atrapado por la gravedad de la Tierra.
Uno de los astrónomos responsables de la teoría, Martin Jutzi, de
la
universidad suiza de Berna, explica que ésta casa muy bien con la
idea del
"impacto global".
Tras pasar millones de años "atrapada", la luna menor habría
entrado en rumbo de colisión con su hermana mayor y habría acabado
impactando
contra ésta a una velocidad de 2,4 kilómetros
por segundo, menor que la
velocidad a la cual el sonido atraviesa una roca.
Jutzi resalta que esa lentitud, considerable si se tiene en
cuenta la
velocidad a la que suceden los impactos en el espacio, explica que
no se
produjera un derretimiento.
En el momento de la colisión, la luna mayor habría tenido en su
superficie
un "océano de magma" solo protegido por una fina capa sólida.
Como consecuencia del impacto, la corteza de la Luna se habría
endurecido y
el magma subyacente se habría redistribuido hacia la cara visible,
una idea
respaldada por las observaciones de la nave espacial de la Nasa Lunar
Prospector.
La comunidad de astrónomos ha reaccionado con interés a la
teoría, que dicen
que tiene credibilidad, pero no están convencidos del todo.
Maria Zuber, del estadounidense Instituto Tecnológico de
Massachusetts,
afirma que mientras que el estudio "tiene más plausibilidad que
pruebas",
los autores "sugieren la legítima posibilidad de que después del
gigantesco impacto contra la Tierra ésta poseyera fugazmente
más de una luna".
La Tierra
es el único planeta del sistema solar que tiene una sola luna.
Mientras que
Venus y Mercurio no tienen lunas, Marte tiene dos, y Saturno y
Júpiter tienen
más de 60 cada uno. Incluso el diminuto Plutón tiene cuatro lunas.
La Luna
es
excepcionalmente extensa en relación a la Tierra: un
cuarto del diámetro del planeta y 1/81
de su masa. Es el satélite más grande del Sistema Solar en
relación al tamaño
de su planeta (aunque Caronte es más grande en relación al
planeta enano Plutón).
La superficie de la
Luna
es menos de un décimo de la Tierra; cerca de un cuarto del
área continental de la Tierra. Sin embargo, la Tierra y la Luna siguen
siendo
consideradas un sistema planeta-satélite, en lugar de un sistema
doble
planetario, ya que su baricentro, está ubicado cerca de 1700 km
(aproximadamente un
cuarto del radio de la Tierra)
bajo la superficie de la Tierra
La teoría del gran
impacto (en inglés
Giant impact hypothesis, Big Whack o Big
Splash) es la teoría
científica más aceptada para explicar la formación de la Luna, que
postula que se
originó como resultado de una colisión entre la joven Tierra y
un planeta del
tamaño de Marte, que recibe el nombre de Theia u ocasionalmente
Orpheus
u Orfeo. El nombre de Theia proviene de la mitología
griega, ya que
Theia o Tea era la titánide madre de la diosa lunar Selene. La
hipótesis se
planteó por primera vez en una conferencia sobre satélites en
1974 y luego fue
publicada en la revista científica Icarus por William K.
Hartmann y
Donald R. Davis en 1975.
Cuando Galileo Galilei
apuntó su telescopio
hacia la Luna
en
1610 pudo distinguir dos regiones superficiales distintas. A las
regiones
oscuras las denominó «mares», los cuales por supuesto no tienen
agua y llevan
nombres tales como Mar de la Serenidad y Mar de la Fecundidad;
son planicies con pocos cráteres. El
resto de la superficie lunar es más brillante, y representa
regiones más
elevadas con una alta densidad de cráteres, tales como Tycho y
Clavius. En la
superficie lunar también existen cadenas de montañas que llevan
nombres como
Alpes y Apeninos, igual que en la Tierra.
En 1953, el abogado chileno
Jenaro Gajardo
Vera registró la propiedad de la Luna pagando 42.000 pesos
de la época, oficializándose la
escritura el 25 de septiembre de 1954 en el Conservador de
Bienes Raíces de la
ciudad de Talca. Según sus propios dichos, el entonces
presidente
estadounidense, Richard Nixon, cumplió la formalidad de pedirle
permiso para el
alunizaje de la
Apolo
11 en 1969,
a
lo que respondió afirmativamente.Sin embargo, en 1967 se firmó
un tratado en
las Naciones Unidas que prohíbe la compraventa de objetos
exteriores a la
Tierra, a pesar de lo cual,
en 1980, el estadounidense Dennis Hope formaliza de nuevo en una
oficina del
registro de San Francisco la "compra" de la Luna,
dedicándose desde
entonces a vender "parcelas" en suelo lunar.
La Luna
ha sido muy
importante para poetas y músicos. Ahora queda por saber, si la
segunda luna es
también capaz de desatar su inspiración.
Fuentes:
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