buldjr: Uno de los negocios ilegales más lucrativos del mundo, el robo de obras de arte,

miércoles, 26 de octubre de 2011

Uno de los negocios ilegales más lucrativos del mundo, el robo de obras de arte,

Uno de los negocios ilegales más lucrativos del mundo, el robo de obras de arte,

Según la Interpol, el robo de arte es uno de los negocios ilegales más lucrativos del mundo, a la par del narcotráfico y el tráfico de personas. En 2008, las cifras en ese rubro eran escandalosas: en promedio, en Austria se robaba una obra de arte al día, mientras en Alemania, siete. En 2005, la FBI reportó que las pérdidas anuales a escala mundial por robo de arte ascendían a unos 8 mil millones de dólares.

Hace seis años, Picasso tenía el récord de obras robadas: 551, le seguía Joan Miró, con 365, y en tercer puesto Marc Chagal, con 309.

En 2004, a propósito del hurto de El grito, de Edvard Munch, en España se entrevistó a un redimido ladrón, el pintor René Alphonse van den Berghe, más conocido por Erik el Belga, desvalijador de gran parte de las iglesias y ermitas de Cataluña, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Galicia.

Entonces aseguró que es casi imposible colocar una obra en el mercado negro si antes de robarla no tienes un cliente y detalló que nadie en el mundo va a encargar el robo de un óleo de Goya, Velázquez o Renoir de un museo como El Prado, a mano armada, porque perdería el placer de contemplarlo: vería siempre la pistola metida en el cuadro. Esto es muy importante, porque los grandes robos de arte nunca se hacen por dinero.

La Policía serbia ha recuperado dos cuadros del pintor andaluz Pablo Picasso que habían sido robados de una galería de arte de Suiza en 2008, según ha informado el Ministerio del Interior serbio.

El ministro del Interior serbio, Ivica Dacic, ha explicado a la prensa que las obras que han sido recuperadas son 'Cabeza de caballo' y 'Vaso y Jarra' y que han sido encontradas en Belgrado. "Los cuadros han sido encontrados gracias a la estrecha cooperación de la Policía de Suiza", ha indicado Dacic.

Las dos obras, valoradas en varios millones de dólares, fueron robadas de una galería de arte en la localidad suiza de Pfaeffikon, cerca de Zurich. El titular de Interior serbio ha indicado que no se han realizado arresto y se ha negado a concretar el lugar exacto en que los cuadros han sido encontrados.

"Ahora estamos intentando averiguar quién trajo los cuadros a Serbia, cómo y cuándo y dónde los escondieron", ha señalado el director de la Policía serbia, Milorad Veljovic, en declaraciones a Reuters.

Como se cometio el robo,

Dos cuadros de Pablo Picasso, valorados en varios millones de euros, fueron robados ayer en una exposición que se celebra actualmente en el centro cultural de Pfaffikon, en el cantón suizo de Schwyz, cerca de Zúrich. Los ladrones entraron de una forma misteriosa, burlando todos los dispositivos de seguridad del recinto, según un comunicado difundido por la policía local.

Los delincuentes huyeron poco después del cierre del centro cultural, a las 19.00 horas. Su fuga hizo que saltara una alarma que puso en alerta a los servicios de seguridad. Dos agentes se dirigieron a la sala donde estaban colgados los lienzos y descubrieron que las obras de Picasso faltaban de su lugar.

Las circunstancias que han rodeado este robo fueron calificadas por un portavoz de la policía cantonal de «misteriosas» ya que aún no se ha logrado descubrir cómo los ladrones pudieron ingeniárselas para penetrar en un centro que, en principio, se supone que reúne todas las garantías de seguridad necesarias.

La agencia nacional de noticias suiza, ATS, preguntó a la policía local sobre el momento en que se descubrió el suceso, pero los agentes fueron incapaces de confirmar, ayer por la tarde, si la alarma había comenzado a sonar antes o después del cierre del centro cultural.

Los dos óleos robados son Cabeza de caballo (1962), pintado en gris y enmarcado en blanco y negro, y Vaso con jarra, un bodegón enmarcado en dorado y terminado en 1944. Los propietarios de las telas, que viven en Alemania y las prestaron para la muestra, han prometido una recompensa por los cuadros, cuyo valor se desconoce aún con exactitud.

No es la primera vez que unos cuadros de Picasso han sido robados en Suiza. En Zúrich, en la galería de arte Bollag, varias telas del pintor español fueron robadas en varias ocasiones a finales de los 80.

La sustracción más espectacular ocurrió en 1994, cuando un suizo y cuatro italianos lograron hacerse con siete cuadros, que pudieron ser recuperados, gracias a un intermediario, el galerista Max Bollag seis años después.

Los cuadros de Picasso, cotizado en las subastas como uno de los pintores más caros del mundo, son muy codiciados por los ladrones de obras de arte. De acuerdo con The Art Loss Register, el banco de datos que contabiliza las obras robadas o desaparecidas, los cuadros más robados son, además de los del pintor malagueño, los de Joan Miró y Marc Chagall.

En febrero de 2007, dos cuadros de Picasso fueron robadas del domicilio de la nieta del pintor en París. El valor total de esas obras alcanzaba entonces los 50 millones de euros.

En 1989, 12 telas del artista desaparecieron de la casa de otra de sus nietas en la Costa Azul francesa. Todas ellas fueron encontradas, al igual que las 118 obras del pintor sustraídas, en 1976, en un museo de Aviñón durante unos de los robos más importantes jamás ocurridos en Francia.

Otros robos famosos de cuadro de picasso,

Entró en el museo, cogió el cuadro y se lo llevó en el taxi que le esperaba. Como si nada fuera, como si no se tratara de un dibujo de Pablo Picasso valorado en más de 160.000 dólares. Ahora la policía de San Francisco busca al hombre que ayer penetró en la galería Weinstein y salió de ella con la obra Tete de Femme, según cuenta la BBC.

La pieza es “única y original”, como ha explicado un portavoz del museo al diario local San Francisco Chronicle. La policía de San Francisco, a través de su portavoz Albie Esparza, declaró a los medios de comunicación que esperan que “alguien pueda reconocer el dibujo si ven a un tipo que camine por la calle con él o intente venderlo”. “No sabemos si el robo estaba planeado o si el hombre aprovechó una oportunidad casual que surgió”, añadió el portavoz de la policía.

Otras obras

El año pasado cinco lienzos, respectivamente de Picasso, Matisse, Modigliani. Braque y Léger, fueron sustraídos del museo de Arte Moderno de París. Las obras valían unos 150 millones de dólares.

Sencillo y espectacular. Así fue el robo que ocurrió la noche del miércoles, cuando un ladrón, presuntamente solitario, se llevó sin gran esfuerzo cuadros de Pablo Picasso, Henri Matisse, George Braque, Amedeo Modigliani y Fernand Léger, valuados en poco más de 124 millones de dólares, del Museo de Arte Moderno de París, Francia.

El hurto de las cinco obras, que conmocionó al mundo del arte, fue confirmado la mañana de ayer, cuando llegaron a trabajar los empleados del recinto y se dieron cuenta que un ventanal que da al río Sena estaba roto, lo mismo que varios candados.

Nueva historia digna de un film noir a orillas del Sena. Al principio, el acto fue atribuido por las autoridades a un grupo más o menos numeroso de ladrones. Pero un video de seguridad divulgado después mostró a un solo hombre que rompía el ventanal y se introducía en el lugar para llevarse, con toda calma, Le pigeon aux petits pois, de Picasso; La pastorale, de Matisse; L’olivier près de l’Estaque, de Braque; La femme a l’éventail, de Modigliani, y Nature morte aux chandeliers, de Léger.

El ladrón simplemente cortó los óleos para desprenderlos de sus aparatosos marcos y con ellos hechos rollo abandonó el museo.

El diario local Le Parisien publicó en su sitio de Internet que las alarmas antirrobo del museo, donde están albergadas más de 8 mil obras fundamentales del arte del siglo XX, no funcionaban bien desde hace por lo menos dos meses, advertencia que ignoró la dirección del lugar.

En el recinto, cuya sede es el Palais de Tokyo, construido durante la Exposición Universal de 1937, había también un circuito cerrado de televisión y tres guardias de turno el miércoles por la noche, quienes serán llamados por las autoridades a declarar.

Mas cuadros robados,

Erik el Belga, quien también es falsificador de pinturas, aseguró que los ladrones de arte bien podrían asaltar un banco y llevarse muchísimo más dinero que robar un cuadro que, una vez fuera del museo, no vale un duro, porque nadie lo va a comprar. No es costumbre de un coleccionista internacional mandar actuar así, y los conozco prácticamente a todos.

Entre quienes desestiman que existan millonarios que compran obras de arte robadas muy famosas para su exclusiva contemplación, son los investigadores franceses, quienes aseguran que sólo se trata de personajes de ciencia ficción.

Lo que sí ocurre, agregan, es que las obras se utilicen como pago en transacciones de narcotráfico o se pida un rescate por el cuadro, como ocurrió en 1994 con El grito, de Munch, cuando los delincuentes solicitaron 300 mil libras esterlinas que el gobierno noruego se negó a pagar.

Los ladrones entraron con tal facilidad a la Galería Nacional de Noruega que dejaron una nota de agradecimiento por la pésima seguridad del recinto. El cuadro fue recuperado tres meses después.

Las obras de Picasso, 'Maya á la pupée' y ‘Retrato de Jacqueline', han sido robadas de la residencia de la nieta del pintor, Maria Picasso. Este es el último robo conocido, pero durante los últimos 20 años se han llevado a cabo muchos otros en el mundo. Estos son algunos de los principales robos de cuadros de los últimos tiempos:

El 5 de noviembre de 1989: Una quincena de cuadros, entre ellas algunas de Picasso, con un valor de más de 16 millones de euros, desaparecen de la finca de su nieta, Marina Picasso, en Cannes. Las obras son recuperados cuatro días después.

No solo fueron robadas, los nazis tambien se quedaron con varias obras de el gran maestro

Hitler se había propuesto crear un gran museo en su ciudad natal, Linz (Austria), como gran escaparate del arte ario, y el arquitecto Albert Speer llegó a preparar los planos. Para ello se creó en 1940 la ERR, bajo la dirección de Alfred Rosenberg y con el apoyo directo de la Wehrmacht. Las obras confiscadas en Francia, Holanda, Bélgica y Luxemburgo eran trasladadas en camiones y trenes especiales hacia Alemania y Austria. También el mariscal Hermann Goering, un coleccionista compulso, intervino para quedarse algunas obras.

Pero no todas emprendieron este viaje que ha dado pie a una película titulada precisamente El tren y protagonizada por Burt Lancaster. El propio Hitler desestimó lo que consideraba obras “inacabadas” o las más modernas, que calificó de “arte degenerado”. En septiembre de 1940, el servicio del ERR ocupó el edificio del Museo Jeu de Paume, de París, para convertirlo en almacén de ese botín artístico. Se sabe que algunos marchantes holandeses, suizos y americanos intervinieron en confusas operaciones de intercambio de obras representativas del “arte germánico” (Cranach, Rembrandt...) por otras consideradas indignas (Picasso, Van Gogh,Matisse, Cézanne, Leger...).

En el Jeu de Paume emerge la controvertida figura de su conservadora, Rose Valland, que empezó a elaborar fichas sobre las obras confiscadas que pasaba a su vez a Jacques Jaujard, responsable de los museos franceses, para que este pudiera informar a la resistencia. Al finalizar la contienda, Valland intervino también en el proceso de recuperación de las obras trasladadas a Alemania. Se calcula que de las 100.000 obras robadas, unas 61.000 fueron devueltas a Francia y 45.000 se pudieron restituir a sus dueños. Más de dos mil obras importantes se quedaron sin destino, y acabaron confiadas a los museos nacionales a la espera de una eventual restitución.

Entre las muchas incógnitas del saqueo nazi está la destrucción de unas 600 telas que tuvo lugar en los jardines de las Tuilleries de París el 23 de julio de 1943. Rose Volland, una mujer discreta, nunca llegó a publicar sus memorias y se llevó a la tumba lo que pudo conocer de aquel episodio. Pero ahora a través de esta web se pueden apreciar obras de Picasso, Miró o Dalí, por citar sólo a los autores españoles, que nunca más han vuelto a aparecer y que quizás fueron pasadas a cuchillo y quemadas posteriormente en ese acto de “purificación” ordenado por el III Reich. En Berlín se calcula que fueron quemadas otras 5.000 obras requisadas de los propios museos alemanes.

Para Jules Berman, presidente de la Conferencia sobre Reclamaciones, “es responsabilidad de los museos, de los marchantes de arte y de las casas de subasta contrastar lo que tienen con estos registros para determinar si poseen obras de arte robadas a las víctimas del holocausto”.