Las Profecías de San Malaquías, la
profecias de los papas,
Hasta hace muy poco no se ha conocido el estudio profundo que hizo Newton para
dar con la fecha del Apocalipsis de que habla la Biblia. Nadie pensó,
ni llegó a saber en su época, que el cerebro más brillante de la historia hasta
ese momento (entregado a insospechados cálculos matemáticos y a revolucionarios
descubrimientos científicos) dedicaba muchísimas horas a la investigación de la Biblia haciendo profundas
reflexiones y averiguaciones sobre las profecías de Daniel. El resultado de sus
trabajos permaneció en secreto más de dos siglos y medio hasta que se
descubrieron sus documentos, depositados hoy en el estado de Israel. Por
supuesto, no se acepta fácilmente que una mente prodigiosa, capaz de
desentrañar leyes físicas que rigen el Universo –algo tan alejado de las
creencias religiosas–, asegurara que la fecha del Apocalipsis está
predeterminada (2060) y que él la descubrió mediante estudios del Antiguo
Testamento. En la ciencia, obviamente no, pero en la religión sus teorías están
cuestionadas. Newton fue un personaje extraordinario, introvertido y extraño,
que jamás tuvo relación de pareja ni vida familiar, que todo su tiempo lo
dedicó a la Ciencia
–su faceta reconocida– y al estudio de la Biblia, su obsesiva devoción, menos divulgada.
El profeta Daniel, San Malaquías y Nostradamus conforman las tres fuentes básicas que alimentan el imaginario popular en la creencia de que, tarde o temprano, se acabará de forma dantesca este perro mundo. Pero, de pronto (es un decir), el trío se convierte en cuarteto con un nuevo e insigne protagonista de la temible predicción apocalíptica: Sir Isaac Newton, uno de los dos grandes genios de la humanidad. (El otro, ya lo saben, fue Albert Einstein.)
Resumiendo: Los mayas nos asustan, pero no del todo. ¿A qué llamaron ellos el
fin del mundo? Unos expertos dicen que sólo se trata de un cambio de ciclo y
otros que cambiarán más cosas, pero sin lluvias de fuego. El Apophis, un
peligro real que anda por ahí orbitando y buscando pelea, puede ser neutralizado
mediante un pepinazo atómico que desvíe su trayectoria o lo convierta en polvo
galáctico. Si los gobiernos de las potencias se ponen de acuerdo, será como en
la película.
Una nave partirá de Cabo Cañaveral y desintegrará para siempre al
meteoro. Si no lo hacemos, éstas serían las consecuencias de un hipotético
choque contra nuestras cabezas el dia19 abril 2036. La piedra caería en el
Pacífico, el impacto (un millón de megatones) produciría un cráter de ocho
kilómetros, desataría tsunamis, nubes de tierra, destrucción masiva. Salvado
ese ataque, como en el cine, sólo nos quedaría el Apocalipsis de Newton para
2060. «Cuán largo me o fiais», que diría el Tenorio. En cualquier caso, todos,
especialmente los que aspiren a estar en la fiesta (jóvenes, niños y los que
vengan) deberíamos serenar el ánimo y racionalizar las plegarias. Que «La Roja» siga ganando mundiales,
que una pandemia de paz y amor contrarreste los efectos del Armagedon; que
dictadores, sátrapas, tiranos, inútiles, mourinhos, ineptos, imbéciles,
estúpidos, déspotas –y demás ralea que mangonea el mundo- se transmuten en
personas, obligándolos (como en La Naranja Mecánica) a ver Sálvame sin dejarlos
parpadear; y el mismo castigo a niñatos descerebrados y vejestorios con chupas
de cuero raídas que nos rompen los tímpanos con el escape libre de sus mierdas
de motos; que los amigos de verdad dejen de ser tan sinceros, que tanta
espontaneidad jode; que quienes escribimos para que nos quieran, como Gabo y
yo, aspiremos a que las personas queramos querernos querer y si alguna no nos
quiere la dejamos tranquila para siempre. Hasta el juicio final. Ah,
Profecias no tan conocidas,
Las Profecías de San Malaquías son
dos textos que supuestamente le fueron revelados al arzobispo católico san Malaquías
de Armagh durante el término de una peregrinación hacia Roma en 1140. No
obstante, ambos escritos se dieron a conocer siglos después —cuando muchos de
los sucesos predichos ya habían sucedido—, por lo que se han establecido serias
dudas sobre su autenticidad. El hecho de que su íntimo amigo san Bernardo de
Claraval, autor de la Vida
de San Malaquías, no las mencione refuerza la tesis de que puedan ser una
falsificación muy posterior (si bien es cierto que en su Breviario indica que
gozaba del don de la profecía, sin entrar en más detalles). No obstante,
es famosa en todo el mundo su atribuida Profecía de los Papas,
normalmente considerada de carácter apocalíptico
La primera profecía de San Malaquías hace
referencia a los sucesos futuros de su tierra natal, Irlanda. Su redacción, muy
distinta a la de la segunda, predice que Irlanda caerá en manos de los ingleses
y sufrirá persecuciones y calamidades de todo tipo durante «una semana de
siglos». Transcurrido este tiempo, será «liberada de sus opresiones» (u
«opresores»), que sufrirán toda clase de castigos terribles, y entonces Irlanda
desempeñará un papel prioritario en la conversión de Inglaterra al catolicismo.
Esta profecía es en apariencia extraordinaria, dado que san Malaquías murió
siglos antes de que surgiera el anglicanismo e Inglaterra lo asumiera.
Lamentablemente, la primera noticia que tenemos sobre ella nos la da Dom
Mabillon, un monje benedictino francés del siglo XVII,
La segunda profecía de San Malaquías aparecería antes: para ser exactos, en
el Lignum Vitae, publicado por otro monje benedictino francés, Arnold de
Wyon, en 1595. Un erudito en la historia de su Orden, dedicó este libro al Rey
de España Felipe II, y es en esencia una biografía colectiva de los
benedictinos elevados a la dignidad episcopal. Tras unos párrafos sobre San
Malaquías, termina diciendo: «Escribió varios opúsculos. Hasta el día de hoy no
he tenido ocasión de ver ninguno, exceptuando una profecía relacionada con los
soberanos pontífices. Puesto que es muy breve, y que yo sepa no ha sido dada a
imprimir todavía, y dado que a muchos les complacería conocerla, copio a
continuación su contenido». Supuestamente, el texto original estaría o habría
estado custodiado en el Archivo Secreto Vaticano durante esos 400 años.
Sigue una serie de 112 pequeños lemas o frases en latín sin numerar haciendo
alusión alegórica a los siguientes 112 papas que gobernarían la Iglesia Católica,
desde Celestino II (1143-1144) hasta un supuesto Pedro el romano, incluyendo
a los Antipapas. Es curioso observar que las divisas correspondientes a los
Papas anteriores a 1595 son mucho menos ambiguas que las sucesivas
Una de las profecias que acerto fue llamada, la del papa, De rore Coeli
Las profecías de San Malaquías se refieren a este papa como De rore coeli
('Rocío del cielo'), cita que hace referencia a que fue obispo de Rossano y Ros
significa 'rocío', y a que sólo gobernó la Iglesia durante trece días, un periodo tan breve
como el rocío del cielo.
Urbano VII (* Roma, 4 de agosto de 1521 – † Roma, 27 de septiembre de
1590) fue el papa número 228 de la
Iglesia católica en 1590.
San Malaquías de Armagh o de Irlanda —nacido Maelmhaedhoc
O’Morgair— (1094, † 2 de noviembre de 1148), arzobispo católico de Armagh (Irlanda),
hijo de Lector de Armagh.
Se le recuerda sobre todo por dos series de profecías que supuestamente le
fueron reveladas al término de una peregrinación a Roma en el verano de 1140.
Su festividad se celebra el 3 de noviembre.
San Celso le ordenó sacerdote en 1119, y en 1123 fue nombrado abad de Bangor.
Un año después alcanzó la dignidad de obispo de Bangor y, en 1124, de primado
de Armagh. En 1127 pasó a ser el confesor del príncipe Cormac MacCarthy de Desmond
Guinness, y tras el saqueo de Connor establecería allí una comunidad monástica
bajo la tutela de Cormac, ya rey. Al moriri san Celso, es nombrado arzobispo de
Armagh 1132 no sin pasar por varias intrigas. Entre otras, hubo de comprar el báculo
de Jesús a un usurpador.
Hombre de gran celo religioso, su amigo, san Bernardo de Claraval, nos
recuerda que Malaquías restauró la disciplina en el seno de la Iglesia de Irlanda, persiguió
el paganismo y restableció la moral católica. Dividió la sede pastoral entre
Down y Connor, quedándose en la primera, donde establecería un priorato. A
principios de 1139 viaja a Roma pasando por Escocia, Inglaterra y Francia,
donde visitó a San Bernardo. Su intención era pedirle al Papa Inocencio II palios
para las sedes apostólicas de Armagh y Cashel.
Malaquías se encuentra con una situación espantosa en Roma, totalmente
corrupta y con el Papado a merced de los señores italianos. Es en estos
momentos cuando parece tener sus visiones proféticas, que imbuyeron gran moral
al Papa al hacerle sentir que la Iglesia Católica de Occidente no estaba aún en
sus últimos momentos. Volvió a su tierra natal con los dos palios y la dignidad
de primado de Irlanda. En 1142, estableció la gran Abadía de Mellifont. Quiso
volver a Roma en 1148, pero hallándose en Clairvaux cayó enfermo y murió en las
manos de san Bernardo. Se le atribuyen múltiples milagros. Fue canonizado por
el Papa Clemente III el 6 de julio de 1199. La relación de sus numerosas reliquias
se halla enumerada en el volumen CLXXXV del Patrologiae cursus completus
de Jacques-Paul Migne.
Seran verdaderas, estas profecias o sera como dice el erudito español Benito Jerónimo Feijoo anota
en su Teatro Crítico Universal, Tomo II, VI, Profecías supuestas,
numerales 37, 38 y 39 que la profecía es apócrifa, que le fue entregada a
Alfonso Chacón y que sólo tiene precisión hasta Urbano VII, lo que muestra el
fraude. Para el jesuita Claude-François Menestrier estas profecías fueron
fabricadas para propiciar la candidatura a Papa de Girolamo Simoncelli,
cardenal de Orvieto en 1590 para suceder a Urbano VII. También el historiador
español José Luis Calvo confirma que hasta ese Papa los lemas calzan muy bien
con los Papas y a partir de esa fecha hay que hacer esfuerzos para que
coincidan. Lo más probable es que la profecía haya sido hecha por alguien que
utilizó el prestigio del erudito y arquéologo dominico Alfonso Chacón o
Alphonsus Ciacconus quien comentó los lemas en el texto de 1595 hasta Urbano
VII.
Sera mito o verdad,
Fuentes:
No hay comentarios:
Publicar un comentario