El amazonas esta siendo arrasado,
El Estado amazónico de
Pará, en el norte brasileño, vive desde hace algo más de un mes una fuerte
convulsión social por las batallas medioambientales que se libran en varias
áreas de la región. A orillas del río Xingú, el inicio de las obras para
construir la polémica hidroeléctrica de Belo Monte ha puesto en pie de guerra a
las organizaciones ecologistas. En el sureste, en las inmediaciones de la
localidad de Marabá, la reciente oleada de muertes de activistas
medioambientales a manos de pistoleros a sueldo ha dado paso a un
recrudecimiento del siempre latente conflicto agrario, que enfrenta a pequeños
agricultores y activistas con los todopoderosos ganaderos y madereros, e
incluso con el propio Estado brasileño. Como telón de fondo está la incesante
deforestación de la selva amazónica y la anhelada reforma agraria, la promesa
nunca cumplida del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva de entregar tierras a
los que menos tienen.
En el asentamiento rural
de Praialta Piranheira, en el sureste de Pará, donde hace algo más de un mes
fueron asesinados a sangre fría los activistas medioambientales José Claudio
Ribeiro da Silva y su mujer, Maria do Espírito Santo, los agricultores viven
amedrentados. "Aquí la ley del silencio habla más alto", afirma en un
habitáculo de su precaria cabaña una de las dos personas sobre las que recaen
casi todas las sospechas de haber orquestado el asesinato de la pareja de
ecologistas. El individuo, que se dedica a la ganadería, responde a la inicial
G. y, junto al maderero Z. R., se encuentra en el punto de mira de la Policía Federal ,
que durante estos días investiga sin resultados aparentes el truculento
asesinato. "José Claudio mantenía muchas diferencias con madereros y
ganaderos de la zona. Pero claro, no se puede acusar a nadie hasta que no
existan pruebas sólidas", esgrime quien a todas luces se siente amparado
por la ley del silencio que, efectivamente, reina en la zona.
Solo en los últimos 40
días han muerto cinco activistas en las diferentes áreas del Amazonas. Según la Comisión Pastoral
de la Tierra ,
la organización brasileña ligada a la Iglesia católica que defiende la causa
medioambiental y los derechos de los campesinos y los indígenas, 231 personas
han perdido la vida en enfrentamientos agrarios y 809 han sido amenazadas de
muerte en los últimos 15 años. "Todo es producto del abandono en el que
viven los asentamientos. El Gobierno debería ocuparse de mejorar las
condiciones de vida en estos lugares y acometer la reforma agraria. Sin
embargo, ahora que la situación se ha agravado, se limita a anunciar una serie
de medidas puntuales e insignificantes con el único objetivo de satisfacer la
presión de la prensa", denuncia José Batista, responsable de la Pastoral de la Tierra de Marabá.
El Gobierno de Dilma
Rousseff anunció recientemente un paquete de ayudas económicas para los colonos
y el envío a la zona de un contingente de 30 miembros de la Fuerza Nacional
para proteger a los amenazados de muerte.
Chico Mendes |
El asesinato de la pareja pasa a engrosar una amplia lista de crímenes. La contradicción es tal que, a última hora del día de su muerte, el Congreso brasileño aprobó por 410 votos a favor y 63 en contra, la reforma del Código Forestal que no sólo otorga amnistía a los crímenes cometidos contra la vegetación hasta 2008 sino que además flexibiliza las normas ambientales.
No cabe duda de que el comercio ilegal de madera, concretamente de caoba, es un negocio de lo más lucrativo. A falta de que el Senado apruebe la controvertida ley, y en última instancia, la presidenta Dilma Rousseff, las estadísticas son estremecedoras. Desde la muerte de Chico, toda una leyenda a la que el mismísimo Paul McCartney dedicó una canción, los crímenes no han hecho más que aumentar. La gran mayoría han quedado impunes. Según
La muerte de Chico y José
Cláudio casi parece una cruel casualidad diseñada por un destino injusto.
Dorothy Stang, una misionera estadounidense fue asesinada en Pará en 2005 por
defender a los campesinos sin tierra. Adelino Ramos, 'Dinho' logró sobrevivir a
la matanza de Corumbiará en la que fallecieron 12 campesinos, presuntamente a
manos de paramilitares. El pasado 27 de mayo falleció tras recibir diversas
amenazas por denunciar la tala ilegal.
En 1997, el Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (INCRA) inauguró el asentamiento de Praialta-Piranheira, una reserva de
El miedo se ha colado en el cuerpo de los que habitan la zona. Muchas de las familias cuya supervivencia depende de la recolección de frutos como la nuez de Brasil ('Bertholletia excelsa'), un símbolo del Amazonas, han decidido abandonar la zona. Otras han optado por dedicarse a la agricultura, una actividad menos 'arriesgada'.
La corrupción de las autoridades judiciales y policiales y el poder de los madereros han permitido que lo que al principio parecía una serie de crímenes aislados, se haya convertido en algo que prácticamente está a la orden del día. El Gobierno brasileño parece decidido a tomar cartas en el asunto. Para ello, ha puesto en marcha un sistema de protección a los campesinos y activistas que busca frenar en seco la impunidad de la que gozan los tiranos de la madera.
"El Foro de
En noviembre pasado, en un seminario que reunió a líderes campesinos de
Áreas Extrativistas do Conselho Nacional de Estado do Pará(Consejo Nacional de Poblaciones Extractivistas del Estado de Pará,)
El Consejo Nacional de las poblaciones de extracción (el antiguo Consejo Nacional de Recolectores de Caucho - CNS) es una organización nacional que representa a los trabajadores organizados agroextractivist en asociaciones, cooperativas y sindicatos. Concejo Deliberante está compuesto por 27 líderes de los diferentes segmentos agroextractivist de todos los estados Amazonas.
Son los caucheros, recolectores de nueces, açaí, cupuaçu, la palma de coco, balateiros, piaçabeiros, los miembros de los proyectos agroforestales, extracción de petróleo y plantas medicinales.
Lo que los une es la lucha por mejorar la calidad de vida, el uso sostenible de los recursos naturales en la selva amazónica y el derecho a la tierra. El objetivo es la organización de los pobladores de los bosques, ya sea mediante la retirada de los efectos negativos del desarrollo sobre el medio ambiente, la influencia en las políticas públicas regionales y nacionales
El
CNS, nació en
octubre de 1985 durante
la 1 ª Reunión Nacional
de Recolectores de Caucho, realizado
en la Universidad
de Brasilia. El
resultado de la
incansable labor de Chico
Mendes en
frente de
los sorteos para
reducir el Acre
y la suma de
las iniciativas y los
esfuerzos para defender
el bosque y la
reforma agraria que
se llevaba a cabo en
diferentes rincones de la Amazonía. Crecido
de expresar y representar a
todos los trabajadores agro extractivista, reclamando
sus derechos como legítimos
defensores del
bosque, porque
saben que su
valor y significado.
Con mucha
lucha y
perseverancia se
han creado 50
reservas y un
total de más
de 700 áreas
protegidas en la Amazonia y más
están en proceso de
legalización. En
2005 se
reunieron más
de 400 líderes en
Manaus, para conmemorar
el 20 aniversario del
Consejo Nacional de
Recolectores de Caucho y
desarrollar estrategias para
hacer frente a los
desafíos
Los fazendeiros (grandes terratenientes)
adquirieron 6 millones de hectáreas de tierra en Acre con unos títulos ilegales
de posesión, sin importar que fuesen territorios indígenas o estuviesen
habitados durante décadas por familias de seringueiros. Impusieron el terror para intimidar a los
verdaderos propietarios, las tribus indígenas y las más de mil familias de seringueiros que allí vivían: sus
casas fueron incendiadas, su ganado matado, sus mujeres violadas e iniciaron la
destrucción de los bosques amazónicos. La construcción de una carretera
Transamazónica, la BR 364 Porto Velho-Rio Branco, supuso
el golpe de gracia para la región amazónica y sus pobladores. La colonización y
las carreteras también impactaron directamente sobre 96 tribus autóctonas; por
ejemplo, la tribu de los nambiqwara
se redujo de 20.000 a
650 personas. La mortalidad infantil llegó a niveles superiores al ochenta por
ciento.
La deforestación masiva y los incendios intencionados
alentados por los fazendeiros y
los garimpeiros (buscadores de
oro) destruían rápidamente el bosque. Hacia 1975 habían desaparecido 180.000 seringueiras —árboles de caucho— y
80.000 castanheiras —castaños—
a causa del madereo y del fuego, realizados con el fin de liberar tierras para
la agricultura comercial y la ganadería. En el paroxismo de la destrucción, los
aeropuertos de la zona deben cerrar debido a las grandes humaredas que impiden
la visibilidad para el tráfico aéreo y la aportación de más de 500 toneladas de
carbono a la atmósfera equivalió al 10% del aporte mundial de gases que
producen el efecto invernadero en todo el planeta. Para la quema de los bosques
los terratenientes no dudaron en incluso en utilizar napalm. Una vez quemada la selva, el suelo se erosionaba y
aparecían nubes de mosquitos que transmitían letales enfermedades como la
malaria. Los bosques milenarios eran reemplazados por haciendas y fincas de
dudosa rentabilidad y duración. En el bosque amazónico la expansión agrícola es
insustentable y la fragilidad del suelo desprotegido por los árboles talados o
incendiados provoca la erosión con las primeras lluvias. Así, en pocos años,
las fincas eran abandonadas rápidamente al agotar sus campos y convertirse en
semidesiertos. Mientras, los indios y los seringueiros se veían empujados por la desertización a guettos y
chabolas dónde viven hacinados y sin trabajo.
Fue el primer presidente de
Consiguió el apoyo internacional, y recibió el premio Global 500 por
Chico Mendes fue asesinado frente a su casa el 22 de diciembre de 1988. Después de su asesinato más de treinta entidades sindicales, religiosas, políticas, de derechos humanos y ambientalistas se juntaron para formar el Comité Chico Mendes, las cuales exigían nacional e internacionalmente que el crimen no quedase impune.
En 1990 los fazendeiros (rancheros) Darly y Darcy Alves da Silva fueron considerados culpables del asesinato y condenados a 19 años de prisión. En 1993 escaparon de prisión y fueron nuevamente capturados en 1996. El caso Chico Mendes despertó por primera vez la atención internacional sobre los problemas que atravesaban los recolectores del caucho.
El 12 de febrero de 2005,
Las sospechas sobre la identidad de los asesinos de
La familia de
José Claudio Ribeiro da Silva, que el pasado 24 de mayo perdió la vida tras recibir varios disparos. A las ocho de la mañana de aquel martes salió de su casa, en el asentamiento de Praialta-Piranheira, rumbo a la localidad de Marabá, en la frontera este del Estado de Pará. En el sillín trasero de la moto que pilotaba le acompañaba su mujer, Maria do Espírito Santo da Silva. Cuando la pareja atravesaba el puente de Nova Ipixuna, a ocho kilómetros de su casa, dos hombres descargaron sobre ellos varios cartuchos de escopeta. Ambos murieron al instante. No satisfechos con la carnicería, los sicarios se tomaron tiempo para obtener la prueba material de la ejecución: a José Claudio le cortaron una oreja y se la llevaron como trofeo de caza. Sin embargo, los asesinos seguramente no contaban con la inesperada presencia de dos testigos que presenciaron la sobrecogedora escena de principio a fin.
Uno de ellos, Erenilto Pereira dos Santos, vecino de la misma comunidad rural que José Claudio y su esposa, apareció muerto cuatro días después con las marcas inequívocas de haber recibido dos tiros en la cabeza.
27 de mayo. Muere en Vista Alegre do Abunã, en el Estado de Rondônia, el dirigente rural Adelino Ramos. El activista, que recibió varios disparos, había sido amenazado de muerte tras denunciar reiteradamente talas ilegales. Poco antes de fallecer admitió en privado temer por su vida.
Esta es la
historia de los activista que intenta salvar al amazonas ,
Fuentes:
No hay comentarios:
Publicar un comentario