sábado, 21 de mayo de 2011

La viruela una amenaza antiterrorista,


La viruela una amenaza antiterrorista,
la viruela



Una de las grandes victorias de la ciencia ha sido la erradicación de la viruela, una enfermedad considerada como una de las más devastadoras en la historia de la humanidad.

Esta infección llegó a matar hasta 30% de las personas contagiadas, pero después de una campaña global de vacunación la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró a la viruela erradicada en 1980.


Sin embargo, dos laboratorios -uno en Estados Unidos y otro en Rusia- todavía mantienen reservas del virus variola, que causa la infección.
Desde hace décadas muchos se preguntan: ¿es necesario mantener estas reservas? ¿Por qué se debe mantener en el mundo a este virus tan letal?
Ambos países han dado la misma respuesta: es necesario llevar a cabo más investigaciones con este patógeno para desarrollar mejores vacunas y para protegernos de un posible ataque bioterroristas.

La destrucción de estas reservas sería el capítulo final de la erradicación de esta infección. De lo contrario, siempre existirá el riesgo de que el virus se escape accidentalmente.
Ambos laboratorios, el de los Centros de Control de Enfermedades (CDC) en Atlanta, Estados Unidos, y el Vector Lab, en Siberia, Rusia, alegan que existen muestras del virus fuera de sus laboratorios.
Y por lo tanto, es necesario seguir protegiéndonos, justifican.
Hasta ahora los científicos ya han logrado trazar los genomas completos de unas 50 cepas del virus variola, y se ha demostrado que el patógeno puede ser creado con estas secuencias.

Por lo que muchos se cuestionan si realmente es necesario mantener el virus.
El profesor Geoffrey Smith, del Imperial College de Londres, ha estado siguiendo las investigaciones del virus. Tal como explicó a la BBC, los estudios se han centrado en tres áreas: pruebas para diagnosticar la infección rápidamente y de forma precisa, fármacos antivirales para tratarla y vacunas más seguras para prevenirlas.
El investigador dirigió un informe comisionado por la OMS sobre el estado de las investigaciones, publicado a fines de 2010. Y concluyó que se habían logrado "avances extraordinarios" en las pruebas para viruela.
Pero no se dijo lo mismo sobre los fármacos y las vacunas.
Aunque se han desarrollado nuevos candidatos, hasta ahora no han podido ser probados clínicamente porque no hay pacientes con viruela con quienes se pueda ensayar.
Sin pruebas que muestren que una medicina funciona es imposible establecer una conclusión en una investigación.
"Podemos decir que el comité tiene opiniones variadas sobre si los objetivos de la investigación se lograron o casi se lograron", señala el profesor Smith.
Para, la Secretaria de Salud de Estados Unidos, Kathleen Sebelius, sería prematuro destruir ahora las reservas del virus.

En una carta abierta al New York Times, la funcionaria explicó la posición de su gobierno argumentando "su compromiso para eventualmente destruir las reservas, pero todavía no".
"Tenemos más trabajo que hacer para lograr que estas vacunas seguras y efectivas y estos tratamientos antivirales estén totalmente desarrollados y aprobados", expresó.
"Destruir el virus ahora sólo significaría un acto simbólico que retrasaría nuestro progreso e incluso podría frenarlo completamente, dejando al mundo vulnerable".
Sin embargo, el doctor D.A. Henderson, el encargado del programa de erradicación de viruela de la OMS de 1966 a 1977, no está de acuerdo con estas afirmaciones.
Según le explicó a la BBC, piensa que "es muy buena idea destruir el virus. En este momento las razones para mantenerlo son muy oscuras. Varios grupos han analizado la situación y básicamente señalan que no hay necesidad de conservarlo".

John Oxford
"Hemos llevado a cabo toda la investigación productiva que podíamos hacer", agrega el funcionario.
"Varias personas alrededor del mundo lo han discutido ampliamente. Llegó el momento de destruir el virus como un disuasivo más para que nunca nadie más lo produzca o lo utilice".
No obstante, el profesor John Oxford, virólogo de la Universidad Queen Mary de Londres, aunque cree que la amenaza del ataque bioterrorista es "una sarta de disparates", está a favor de mantener las reservas de virus.
El investigador señala que la decisión es "complicada", pero agrega que no piensa que "haya un argumento firme para destruir las reservas, sólo el instinto de hacerlo, lo cual no es apropiado".
"Están pidiendo erradicar todas las especies y no sabemos lo que pueda pasar en el futuro", advierte.
La decisión de destruir el virus o mantenerlo es uno de los puntos de discusión en la asamblea anual de la OMS que se está celebrando en Ginebra.
Pero cualquiera que sea la resolución, ésta no será legalmente vinculante y ni Rusia ni Estados Unidos se verán forzados a destruir sus virus incluso si la mayoría de las naciones miembros de la OMS lo deseen.

La viruela era una enfermedad infecciosa grave, contagiosa, causada por el Variola virus, que en algunos casos podía causar la muerte. No hubo nunca tratamiento especial para la viruela y la única forma de prevención era la vacunación. El nombre viruela proviene del latín variŭs (variado, variopinto), y se refiere a los abultamientos que aparecen en la cara y en el cuerpo de una persona infectada. Según la OMS, la viruela, junto con la peste bovina, son las únicas enfermedades que han sido totalmente erradicadas de la naturaleza por el ser humano.

 variola
La viruela era causada por el virus variola que surgió en las poblaciones humanas en torno al año 10.000 a.C.Durante varios siglos, sucesivas epidemias devastaron a la población. Era una enfermedad tan letal que en algunas culturas antiguas estaba prohibido dar nombre a los niños hasta que contraían la enfermedad y sobrevivían a ella. Su tasa de mortalidad llegó a ser hasta de un 30% de los pacientes infectados.






Shitalá 
En La India se creía que la viruela se debía a la bendición de la diosa de la viruela Shitalá (la Fría), y cuando alguna persona se enfermaba acudían a adorarla (con lo que la epidemia se expandía con más velocidad). Aún hoy, a los bebés en la India se les llama genéricamente kumará (‘fácilmuere’, siendo ku: ‘fácil’ y mará: ‘muere’).
Durante miles de años han ocurrido ocasionalmente epidemias de viruela, sin embargo, después de un exitoso programa de vacunación mundial se logró erradicar la enfermedad. En los Estados Unidos, el último caso de viruela se registró en 1949, mientras que el último caso ocurrido en forma natural en el mundo fue en Somalia en 1977. Una vez que la enfermedad se erradicó en todo el mundo, se suspendió la vacunación habitual de toda la población porque ya no había necesidad de prevenirla. Excepto por las reservas en dos laboratorios, el virus variola está eliminado.


el Centro de Control de Enfermedades
 Dichas muestras se mantienen en estado criogénico en el Instituto VECTOR de Novosibirsk (Rusia) y en el Centro de Control de Enfermedades de Atlanta (Estados Unidos). Grupos de biólogos han insistido en eliminar ese par de muestras para prevenir que, por un accidente no deseado, alguna de ellas salga del estado de congelación en que se encuentran. Esto no se ha llevado a cabo debido a que el virus como tal nunca fue entendido por completo y se sabía muy poco sobre la forma en que mutaba; aunque se logró dar con la vacuna, su elaboración se hizo de manera empírica, sin conocer con detalle la estructura del virus o su forma de infección. Por esta razón se decidió conservar estas dos únicas muestras.


Lady Montagu (1689-1762) jugó un papel notable en la historia de la ciencia. En un viaje a Turquía observó cómo las circasianas que se pinchaban con agujas impregnadas en pus de viruela de las vacas no contraían nunca la enfermedad. Entonces inoculó a sus hijos y, a su regreso a Inglaterra, repitió y divulgó los procedimientos entre otras personas, siendo éste uno de los mayores aportes a la introducción de la inoculación en Occidente.
El éxito obtenido no fue suficiente para evitarle la oposición de la Iglesia y de la clase médica que siguió desconfiando del método, hasta que el científico Edward Jenner (1749-1823), casi noventa años más tarde, desarrollara finalmente la vacuna.


En 1796 Edward Jenner inició lo que posteriormente daría lugar a la vacuna: un ensayo con muestras de pústula de la mano de una granjera infectada por el virus de la viruela bovina, y lo inoculó a un niño de 8 años. Tras un período de 7 días el muchacho presentó malestar. Pocos días después, Jenner volvió a realizar varios pinchazos superficiales de la temida viruela, que el muchacho no llegó a desarrollar.
En 1798 Jenner publicó su trabajo ("An Inquiry into the Causes and Effects of the Variolae Vaccinae, a Disease Known by the Name of Cow Pox" ), donde acuñó el término latino variolae vaccine (viruela de la vaca), de esta manera Jenner abrió las puertas a la vacunación.


Francisco Javier Balmis (1753-1819), fue pionero en el estudio de las aplicaciones de la vacuna, en particular de la viruela, dirigiendo la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, que es reconocida como un hito en la historia de la medicina, aplicando vacunas a lo largo del entonces Imperio Español


Mary Montagu, de nombre y título completos Lady Mary Wortley Montagu (Thoresby Hall, 26 de mayo de 1689 - 21 de agosto de 1762), fue una aristócrata, viajera y escritora británica, autora de una famosa correspondencia, Aunque no tenía formación científica, de regreso a Inglaterra en 1718, lady Mary llevó una cura contra la viruela - método que ya utilizaban médicos árabes desde el siglo VI -: la práctica de la inoculación de la viruela como profilaxis de esta enfermedad. Hizo inocular a sus propios hijos, pero se tuvo que enfrentar con la obstinación y prejuicios de médicos conservadores y clérigos. En Londres, volvió a frecuentar las tertulias literarias y cultivar nuevas amistades, entre ellas la del escritor francés Voltaire.


Las mujeres circasianas, son  oriundas de Circasia (en ruso Cherkessia) es una región histórica del Cáucaso que actualmente comprende las repúblicas de Karacháevo-Cherkesia, Adiguesia y Kabardino-Balkaria de la Federación Rusa o más ampliamente a todo el norte del Caúcaso.
Los circasianos, cherqueses o cherquesos son un grupo étnico del noroeste del Cáucaso, principalmente viven en la república rusa de Karachay-Cherkessia donde componen el 11% de la población. Su idioma es el circasiano, que pertenece a la familia Abjasio-Adiguea, también llamada familia caucásica noroccidental de las lenguas caucásicas.
Los circasianos emigraron desde Cabardia (en la actual república rusa de Kabardino-Balkaria) entre 1780 y 1825, estableciéndose en los valles altos de los ríos Zelenchuk y Urup. En 1785, el norte del Cáucaso había sido designado provincia rusa. En las grandes guerras territoriales subsiguientes entre Rusia, Persia y Turquía, la región del Cáucaso se encontraba en una intensa lucha. Los circasianos llevaron a cabo una larga resistencia a la dominación rusa y cuando fueron finalmente derrotados en 1864, unos 400 mil resultaron muertos. Más de 1 millón de circasianos tuvieron que huir de la tierra de sus antepasados e ir a Turquía con tan sólo la esperanza de regresar algún día. Según las afirmaciones de muchos historiadores, sólo la mitad de este número llegó a Turquía. Muchos se convirtieron al Islam.


Edward Jenner nació el 17 de mayo de 1749 en Berkeley, condado de Gloucester, Inglaterra y falleció el 26 de enero de 1823 en la propia localidad de Berkeley.
Fue un afamado investigador, médico rural y poeta, cuyo descubrimiento de la vacuna antivariólica tuvo trascendencia definitoria para combatir la viruela, enfermedad que se había convertido en una terrible epidemia en varios continentes.
Era también llamado como el sabio-poeta debido a la pasión que sentía por escribir y manifestar sus sentimientos a través de esta faceta de la literatura. También amaba la música y la naturaleza.
Por entonces la viruela se había convertido en una tremenda plaga que azotaba fundamentalmente a Europa y América, y en forma cuantitativamente seria; y si bien era difícil descubrir un método que la pudiera combatir, fue que Edward Jenner estando de visita en una granja, puso particular atención al comentario de una joven que aseveró: Yo no voy a enfermarme nunca de viruela porque estoy vacunada (esto era debido a que la muchacha se dedicaba a ordeñar a las vacas). De este razonamiento Jenner hizo una profunda investigación llegando a comprobar que todos los que realizaban esta tarea se habían inmunizado contagiándose de "viruela boba".


Jenner
La viruela boba es una leve manifestación de viruela que se produce casi siempre en las ubres de las vacas. Jenner notó entonces que los que habían sufrido previamente viruela bovina (enfermedad de las vacas que causa sólo síntomas de poca importancia en el hombre) demostraban resistencia cuando se exponían a la enfermedad, por lo tanto extrajo pus de una pústula de la mano de Sarah Nelmes, una ordeñadora que había contraído la viruela de su vaca lechera, y el 14 de mayo de 1796 inoculó a un joven llamado James Phipps (el cual no había padecido la afección), y a raíz de tal experimento dicho joven quedó inmunizado.
Confiado en su descubrimiento y para probar que eran infundadas las afirmaciones de quienes lo combatían, Jenner aplicó la vacuna a su propio hijo de 5 años creyendo con esto poder aplacar y convencer a sus adversarios, pero el método no le resultó y se mantuvieron duras discrepancias por un período de 20 años.


Finalmente, y desde Francia, llega el merecido reconocimiento cuando Napoleón da la orden de vacunar a toda su tropa, en el año 1805. Posteriormente la Condesa de Berkeley y Lady Duce hacen vacunar a sus hijos.
Allí se quiebra definitivamente el círculo de opositores al científico y es entonces cuando lo invitan a establecerse en Londres y ganar mucho dinero, pero Jenner declina la propuesta manifestando que "si en la aurora de mis días busqué los senderos apartados y llanos de la vida, el valle y no la montaña, ahora que camino hacia el ocaso, no es un regalo para mí prestarme como objeto de fortuna y de fama". No obstante lo expuesto, recibe en dinero unas distinciones que le permiten pasar una vida


Jenner regresa a Berkeley y continúa recibiendo honores que le llegan desde distintos puntos del mundo. Cualquier petición de su parte, a diferentes autoridades, era prácticamente complacida. De la misma forma se le quería y respetaba en su pueblo, donde continuaba esforzándose por sus pacientes. Fue elegido como jefe del Pueblo a causa de su elección de quedarse en éste.
Víctima de una hemorragia cerebral, el 26 de enero de 1823, Edward Jenner fallece a la edad de 73 años en la localidad de Berkeley, la localidad que lo viera nacer


Esta es una reducida historia de cómo se logro acabar con una de las epidemias mas grande de la historia,




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