domingo, 5 de diciembre de 2010

dragones y serpientes


Siempre me pregunte la diferencia entre dragones y serpientes, estando una vez en villa ventana , me encontré con una serpiente la famosa yararà, me quede pasmado al verla, el instructor que estaba con nosotros , me dijo quédate quieto que es una yararà, estos animales solo atacan en defensa propia, así que los dos nos quedamos mirando , hasta que ella se dio cuenta que yo no iba a atacar y se fue, siempre me pregunte la diferencia entre las serpientes y los dragones,  ya que son parecidas,





En la mitología de cualquier cultura aparecen, es de los animales, más simbólicos, apareciendo en todas las religiones y civilizaciones, ya sea en forma benigna o maligna. En casi todas su simbolismo tiene que ver con la regeneración, la vida y la muerte, hecho que se asocia con la muda permanente de su piel, como cambiando el "envase" pero no la esencia.

En la antigua China, la serpiente era el símbolo de la tierra y de su constante renovación (con frecuencia era representada en bronce en el primer milenio antes de Cristo); cuando los adoradores de la serpiente fueron vencidos por los indoeuropeos, ésta perdió su jerarquía y fue relacionada con el mal y lo negativo.
En la mitología escandinava, aparece como Nidhogg, la serpiente maligna que hostiga a Yggdrasill, el árbol del mundo; mientras tanto, en los pueblos primitivos africanos se la considera una deidad.

Para los antiguos egipcios las serpientes podían ser tanto divinidades protectoras como maléficas.
Entre las protectoras se encontraban Renenutet y Uadyet. La primera era una divinidad con cabeza de serpiente a la que se vinculaba con la fertilidad y por consecuencia a las cosechas; la segunda, representada como una cobra, encarnaba el calor del sol.
En su faz negativa se encontraba Apofis, la horrible serpiente del más allá.

La reina Cleopatra tenía en su tocado un áspid y según cuentan, ella se suicidó utilizando la picadura de uno de estos animales como arma, lo que da idea  de su veneración, ya que una reina sólo puede ser muerta por un dios.

Los símbolos mesoamericanos del poder y del saber eran el águila, el jaguar y la serpiente. En la civilización azteca, Quetzalcóatl (soberano legendario de México y considerado como el padre de los toltecas) era habitualmente identificado como la Serpiente Emplumada.
Originalmente era un dios de la fertilidad de la tierra, luego se lo vinculó con la estrella matutina y vespertina y posteriormente se lo transformó en el símbolo de la muerte y resurrección y en patrono de los sacerdotes.
En el Antiguo Testamento, aparece como mensajera del pecado y de la desgracia, asociándola con el demonio cuando Satanás se disfraza de serpiente para tentar a Eva. Por eso la primera imagen del Diablo en la iconografía cristiana, fue la serpiente del Edén.


A pesar de esto, cuando el pueblo judío fue atacado por "serpientes ardientes" en el desierto, debido a su actitud rebelde, Moisés (por mandato de Yahvé)  mandó erigir una serpiente de bronce y todo aquél que mirara esta figura no moría, demostrando con ello fe en el arreglo de Dios

En cambio los dragones, su mitología también esta en varias culturas y religiones,  en la católica: como en el relato del Apocalipsis, donde el dragón está simbolizado por un monstruo parecido a una serpiente con muchos cuernos, que mata y devora a todos los otros animales, además rebelarse contra la palabra de Dios y enfrentarse al arcángel San Miguel, quien lo vence en un feroz combate y lo expulsa del reino de los cielos.


Los dragones, aunque parecen ser cuadrúpedos, no dejan de ser reptiles. La palabra griega que los designa (drakon) también significa serpiente. La serpiente cornuda aparece en la alquimia latina del siglo XVI como "cuadricornutus serpens" (serpiente de cuatro cuernos), símbolo de Mercurio y antagonista de la Trinidad cristiana. Después están los dragones alados de la mitología asiática, donde este animal fabuloso, que tiene patas, cuernos y cola de saurio, es tenido por divinidad del bien, pero también temido como Pitón; la serpiente monstruosa que, según cuenta la leyenda griega, tenía cien cabezas y cien bocas que vomitaban llamas, y que, aun siendo el guardián del viejo oráculo de la Tierra en la fuente de Castalia, fue muerto por las flechas de Apolo en el monte Parnaso, a cuyo pie se alzaban la ciudad y el templo de Delfos, donde Apolo, el joven héroe, de larga cabellera y rara hermosura, presidía el concierto de las Musas, a quienes consagró su vida y su gloria.
El dragón de la mitología china, a diferencia de los dragones de la mitología occidental, no echaba llamas sino nubes por la boca; tenía la cabeza de camello, los cuernos de ciervo, los ojos de demonio, las orejas de buey, el pescuezo de serpiente, la piel escamada, la panza parecida a las ostras, las patas de tigre y las garras de águila. No obstante, en el mundo mitológico se lo representaba con propiedades humanas. Su elemento principal era el agua y poseía poderes sobrenaturales sobre la lluvia y los ríos, los lagos y las tormentas. El dragón, en su función de espíritu protector, formaba parte del mundo de los inmortales y mantenía relaciones con los dioses, quienes lo usaban para cabalgar por los cielos. 

Si el león era el símbolo de las monarquías europeas, el dragón era el símbolo de los emperadores chinos, quienes se retrataban sentados sobre él y acompañados del ave Fénix, que simbolizaba a las emperatrices. El dragón pasó a formar parte de la vida cotidiana de los pueblos asiáticos; en su honor se celebran fiestas cada quincena del primer mes del año y en su honor se representa "la danza del dragón", una antigua tradición que se conserva viva hasta nuestros días.
Así, al descubrir que la serpiente tenía otras connotaciones en las culturas y religiones ajenas a Occidente, me puse a pensar en que la versión bíblica no era la única ni la más sagrada. Pero mayor fue mi sorpresa al saber que entre las tribus del Amazonas, donde los hombres viven en simbiosis con la naturaleza y respetan la vida de los animales como a su propia vida, existen chamanes que aseveraban haberse encontrado con el espíritu de las serpientes muertas, como cuando Hamlet se encontró con el espíritu de su padre en uno de los afamados dramas de Shakespeare. 

En la actualidad, la creencia de que las serpientes son animales de mal augurio y criaturas del demonio, ha dejado de tener sentido; sobretodo desde cuando los zoólogos empezaron a construir los terrarios para exhibirlos como "especies raras pero no peligrosas". 


Así que me encontré nuevamente con una serpiente yendo nuevamente al zoo de buenos aires y volví a mi infancia dándome cuenta que lo que pensaba sobre las serpientes o dragones en esa época, eran fantasías infantiles, ahora estoy mirando la serpiente y siento , que la pobre no esta en su habitad natural me mira triste, diciéndome , adonde esta la bestia de la cual tanto hablan , solo soy un animal , ,,,,

“La justicia es como las serpientes, sólo muerde a los descalzos”. Eduardo Galeano,,,

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