martes, 22 de noviembre de 2011

La dama viajera, La dama del armiño


La dama viajera, La dama del armiño





La dama del armiño (en italiano, La dama con l'ermellino) es uno de los cuadros más célebres del pintor renacentista italiano Leonardo da Vinci. Está pintado al óleo sobre tabla que mide 54,8 cm. de alto y 40,3 cm de ancho y data del periodo 1488-1490. Se conserva en el Museo Czartoryski de Cracovia (Polonia), donde se exhibe con el título de Dama z gronostajem.

Estuvo desaparecida, escondida emparedada y hasta confiscada por los nazis. Ahora, después de las vicisitudes vividas durante siglos y ya sana y salva, aunque sometida al estrés de los viajes de préstamos artísticos, La dama del armiño, uno de los cuatro retratos de mujeres que pintó el genio renacentista Leonardo da Vinci

La obra, también conocida como Retrato alegórico de Cecilia Gallerani, es la pieza central de la exposición organizada por Patrimonio Nacional "Polonia. Tesoros y colecciones artísticas".
 
Un poco de historia
Leonardo da Vinci tenía 40 años cuando pintó a Cecilia Gallerani, que tenía 17. Se conocieron porque ambos vivían en el castillo Sforzesco, en Milán, y aquella hermosa mujer era la amante de Ludovico el Moro. Fue él quien hizo el encargo, y por eso la dama aparece con un armiño, animal que formaba parte del emblema del poderoso duque.
Ludovico era el cuarto de los Sforza y lo iba a tener muy difícil para conquistar el ducado de Milán. Su madre, por si acaso, se ocupó de que lo educaran en el arte de la guerra. Cuando su hermano mayor fue asesinado, la corona pasó a manos de un sobrino de siete años. Fue entonces cuando Ludovico aprovechó para controlar el Gobierno, pero no consiguió el ducado hasta 1494, tras la muerte del que lo había heredado.


Guerras, intrigas palaciegas, matrimonios de conveniencia y un poco de sangre por aquí y otro por allá: el Renacimiento en estado puro. Luego estaba el incondicional apoyo de la poderosa nobleza a los artistas. Y así, mientras en alguna sala del castillo podía estar labrándose la mayor ignominia para conquistar un poco más de poder, en otra Leonardo se afanaba por trasladar toda la belleza de Cecilia Gallerani a una tabla de 54,8 por 40,3 centímetros.
El genio inmortalizó a La dama del armiño, y el cuadro inició su extraño peregrinaje. Fue adquirido en Italia en 1798 y, a partir de 1800 formó parte de la colección de la familia Czartoryski. Dio varios tumbos por distintos lugares hasta que los nazis lo empaquetaron en 1940 para que formara parte de la colección de Hitler y sufrió alguna peripecia más hasta que volvió al Museo Czartoryski, de Cracovia. De allí solo sale en contadas ocasiones. Su viaje a España ha costado 30.000 euros, y para que pudiera venir han intervenido el presidente Zapatero, la ministra González-Sinde e incluso el Rey. Puede que esta exposición termine teniendo el tufillo propio de una cita religiosa de corte laico. Sea como sea, ver a esta dama merece la pena.




Pero hay una lucha de los criticos de arte para saber cual de las dos obras de Leonardo,  es la mejor obra de arte,



Para muchos la mona lisa es sin lugar a duda la mejor obra de arte de Leonardo, pero hay muchos criticos de artes que dudan que esta sea la mejor obra del genio,
La Mona Lisa. Es "el primer retrato moderno", dice la sabiduría convencional, ya que Leonardo logró con la ya famosa sonrisa para transmitir la psicología a su modelo de tiempo antes de que alguien hubiera utilizado incluso como una palabra. Sin embargo, La dama del armiño, que hace lo mismo, se pintó por lo menos 15 años antes.

"Ella es, sin duda, mucho más hermoso", dice el comerciante de arte de Londres Thomas Gibson. "Si se me estaba dando uno o el otro, estaría mucho más feliz si fuera La dama del armiño. Hay algo mágico en ella. "

El culto en torno a la Mona Lisa ha sido impulsado por el episodio del ladrón de arte audaces, que se la robó del Museo del Louvre en 1911. Durante dos años, se creía que se había perdido para siempre. Incluso Picasso fue llamado para ser interrogado, antes de que el empleado del museo descontento que había querido devolver el retrato a Italia fuera capturado.

 Sin embargo, La dama del armiño con lo que le sucedió, puede llamarse un  drama. Hasta 1800, su paradero se desconoce. A continuación, apareció en Venecia y fue comprado por un aristócrata polaco, el príncipe Adam Czartoryski, para mostrar en un museo de extraño que también se incluyen los huesos de la tumba de Abelardo, el musgo de Stonehenge y sable del capitán Cook.

En el siglo 19, se mantuvo en París y Londres, durante la Primera Guerra Mundial en Dresde, y, en 1939, su escondite, en un sótano cerca de Cracovia, fue descubierto y terminó en las manos de Hans Frank, el gobernador alemán. Él fue detenido después de la guerra tratando de huir con ella en su maleta. Posterior a 1945, el régimen comunista en Polonia, la reclamó para sí mismos. El retrato sólo ha visitado el Oeste una vez antes, en 1992, cuando su aparición en Washington causó un frenesí



Fuentes:

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