El atentado que
pudo haber
cambiado la historia,
intento fallido |
Stauffenberg |
Stauffenberg colocó una bomba en una sala de mapas dentro de la Guarida del Lobo, cuartel general de Hitler, donde se encontraba el Führer reunido con sus generales. A pesar de haber estallado la bomba, Hitler sufrió heridas leves. Es probable que la muerte de Hitler hubiera terminado la Segunda Guerra Mundial y salvado las 10 millones de vidas que fallecieron como consecuencia de la guerra entre la fecha del atentado hasta la capitulación alemana el 8 de mayo de 1945
A partir de 1938, sobre todo por su rechazo de los crueles eventos contra los judíos en la Noche de los cristales rotos en Alemania, von Stauffenberg se fue distanciando primero paulatina y, al final, abiertamente del nacionalsocialismo.
Batalla de Stalingrado |
Como militar profesional también sabía ya en junio de 1941 que las estrategias militares aplicadas por Hitler como comandante en jefe en la Unión Soviética tenían que terminar catastróficamente. Pensamiento que era compartido por otros militares prusianos. Sin suficientes medios ni tropas, Hitler decidió mantener un frente de miles de kilómetros en la Unión Soviética desde el Mar Negro en el Sur hasta el Mar Báltico en el Norte, aun en contra de la opinión de sus generales, que le recomendaron concentrar sus tropas sobre todo en la conquista de Moscú, donde Stalin se vería obligado a luchar contra las tropas alemanas entonces aún superiores. Además Hitler pensaba terminar su campaña al estilo Blitzkrieg, similar a la campaña de Francia, antes del comienzo del invierno de 1941 y no tenía a sus tropas equipadas con la ropa y el material adecuados para las temperaturas extremas de un invierno ruso. La estrategia hitleriana permitiría a los soviéticos atacar con fuerzas superiores en donde más les conviniera. La primera y más conocida consecuencia fue la batalla de Stalingrado en el sur del frente a finales de 1942, un sangriento desastre para los alemanes.
Friedrich Olbricht |
Von Stauffenberg, ahora nombrado coronel i.G. (im Generalstab, de Estado Mayor) con 36 años de edad, bajo el nuevo cargo de jefe de las reservas de la Wehrmacht (Ersatzheer), tenía acceso directo a las reuniones del comité de planificación de las operaciones que el mismo Hitler encabezaba. Este hecho le permitía reunirse con regularidad con el Führer.
Wilhelm Canaris |
El Plan Valquiria había sido ideado inicialmente por el SS Reinhard Heydrich para mantener el control del Reich en manos del Führr, en caso de que la seguridad y estabilidad del régimen se viera comprometida por un levantamiento o anarquismo; paradójicamente, Friedrich Olbricht quería utilizar este mismo plan para derrocar al régimen nazi ya que su organización anulaba las SS.
Helmuth James von Moltke |
La parte militar estaba encabezada al principio, a partir de 1942, por el coronel von Tresckow y a partir del 1 de septiembre de 1943 por von Stauffenberg. Éste tenía el apoyo del mariscal retirado Erwin von Witzleben, del general Ludwig Beck y la ayuda activa del general Olbricht. El general Fromm no había dado explícitamente su apoyo incondicional al movimiento, pero había participado en la confección del listado de un nuevo gobierno y sabía en detalle de las actividades de von Stauffenberg. La actitud de Fromm de cara a los conspiradores fue muy ambivalente desde el principio hasta el final.
plana mayor |
El comandante Szokoll y el coronel Heinrich Cordé debían neutralizar los edificios de la Gestapo (Geheime Staatspolizei: policía secreta) y de la policía en Viena. Posteriormente se instalaría un gobierno provisional que intentaría firmar la paz con los aliados y poner fin a la guerra.
Según parece, una minoría de los implicados estaban próximos al plan de restauración monárquica en Alemania con el retorno de la casa de Hohenzollern. La futura forma del Estado alemán se dejaba abierta.
En total participaban unos 200 implicados directos y unos 300 indirectamente.
Por que fallo,
asi quedo el bunker, |
Uno de los oficiales presentes
alrededor de la mesa de mapas de Rastemburgo, el Coronel
Brandt, tropezó con el
portafolio que el Mayor de la Wehrmacht, Conde Klaus Von
Stauffemberg, personaje clave del
complot, había dejado junto a Hitler. Éste se encorvaba
estudiando un mapa
sobre la mesa. El maletín, que contenía una potente bomba de
tiempo, fue
empujado por Brandt debajo de la mesa y hacia el lado
exterior de uno de sus
dos pesados soportes. La mesa consistía en una gruesa tabla
rectangular,
apoyada en esos soportes, los que elevaban la superficie
para beneficio de la
deficiente visión del dictador.
La explosión mató casi
instantáneamente al mismo oficial que había movido el
portafolio, a dos
generales y a un estenógrafo, quienes estaban cercanos al
mismo soporte,
hiriendo de gravedad a varios prominentes miembros del
Estado Mayor Nazi. El
rigor de la explosión había sido parcialmente neutralizado
por el hecho de que
todas las ventanas del cuarto de mapas, que miraban al
exterior del edificio,
estaban abiertas.
Hitler había sufrido conmoción
cerebral, perforación del tímpano derecho y quemaduras en la
parte trasera de
las piernas y en las nalgas. El dictador nazi se quejó a
varios confidentes de
que la bomba le había dejado el trasero “como
el de un mandril”. El
trauma avanzó notablemente el síndrome de Parkinson que
sufría el “Führer”,
quien adoptó en lo adelante
la costumbre de acunar su mano derecha en la izquierda,
disimulando
incontrolables temblores.
Las consecuencias del fracaso
fueron
opuestas a las que se buscaba con el golpe. Al hacerse
evidente que Hitler
había sobrevivido el atentado, muchos de los conspiradores
fueron inmovilizados
por el pesimismo, sólo pensando en el suicidio o en
resignarse a un adverso
destino. Por el contrario, los nazis se dedicaron
inmediatamente a la cacería
de los complotados y a la venganza. El final de la guerra en
Europa se
demoraría casi
otro año más, con
millones de muertos adicionales y la
devastación completa de
Alemania.
Stauffenberg |
Tras descubrirse el mismo, fue sentenciado y fusilado por alta traición por parte de uno de los propios involucrados
"Lo debemos
hacer,
cueste lo que cueste; aunque no dé resultado, se debe
actuar. No se trata ya de
un fin práctico, sino de mostrar al mundo y a la historia
que el movimiento de
resistencia alemana, arriesgando la propia vida, decidió
actuar. Todo lo demás
es indiferente". Dijo Claus von Stauffenberg
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