Diversas versiones, para saber donde esta la cripta de Alejandro Magno
el mausoleo de alejandro magno |
mezquita de Nabi Daniel |
Dónde está Alejandro? ¿Bajo
la cripta de la
mezquita de Nabi Daniel en Alejandría? ¿Oculto entre las
millares de momias
doradas del oasis de Bahariya? ¿Desmenuzado en mil reliquias y
amuletos de la antigüedad?
Se ignora el paradero del cuerpo y la tumba del que fuera el
mayor conquistador
del mundo. Desde que murió y fue embalsamado en Babilonia en el
323 antes de
Cristo hasta que en 2002 un extravagante experto aeroespacial,
Andrew Chugg,
propuso que Alejandro yacía bajo el altar mayor de la basílica
de San Marcos en
Venecia , pasando por 1995, cuando la dudosa arqueóloga griega
Liana Souvaltzi
anunciara el hallazgo de su sepulcro en el oasis de Siwa -no era
verdad: fue
una de las grandes decepciones de la arqueología-, la historia
de los restos del
rey macedonio y el monumento destinado a contenerlos, el Soma,
está envuelta en
maravilla, misterio y leyenda. Incluso Hamlet especuló sobre el
tema.
arqueólogos |
Cientos de
arqueólogos,
aventureros, aficionados, charlatanes, fanáticos,
visionarios y saqueadores han
buscado la tumba de Alejandro Magno, el legendario soma, cuyo paradero exacto es uno de los
grandes misterios de la
historia. Entre los que han rastreado infructuosamente el
sepulcro del gran
macedonio figuran desde el mismísimo Schliemann, descubridor
de Troya, hasta el
inclasificable Stelios Komoutsos, camarero del café
alejandrino Elite, que
desde 1956 hasta su muerte en 1991 buscó apasionadamente la
tumba basándose en
un espurio libro secreto que tenía en su poder (poco antes
de fallecer trató de
venderlo a cambio de un pequeño vitalicio y un Mercedes:
nadie le hizo caso).
alejandro |
La tumba de Alejandro Magno es el lugar en el que estaría enterrado Alejandro III de Macedonia, hijo de Filipo II de Macedonia y apodado el grande (Magno), que murió en Babilonia en junio de 323 a. C.
El paradero de la tumba se desconoce, y es considerado otro Santo Grial de la arqueología moderna: el cadáver del general macedonio, tan necesario para especificar las circunstancias de su temprana muerte a punto de cumplir los 33 años, no se ha encontrado aún, y puede que esté perdido para siempre
imperio |
Una vez de vuelta en Babilonia, en la última semana de mayo, Alejandro realizó los últimos preparativos de una expedición para navegar rodeando Arabia con una flota de mil barcos. El día 30 conmemoró el éxito del viaje de su almirante Nearco desde la India a principios del pasado año. El 31 de mayo, en una fiesta nocturna que celebró su compañero Medio, Alejandro se desmayó al sentir unos punzantes dolores en la espina dorsal y en las articulaciones. Fue conducido al aseo real, donde durmió junto a la piscina, porque ya tenía fiebre.
muerte de alejandro |
Un grupo de hetairoi estuvo toda una noche sin dormir para realizar una petición en el templo del dios Toro de la ciudad, pero el oráculo les negó su sugerencia: que el cuerpo de Alejandro fuera trasladado dentro de estas sagradas murallas. Al día siguiente, casi al caer la noche del día 10 de junio del 323 a. C. según el calendario juliano, se declaró la muerte “oficial” de Alejandro. Esta noticia probablemente se difundió despacio, pero era conocida por casi todos al día siguiente, y esto resultó en lloros y lamentos por toda la ciudad.
cortejo |
Andrew Chugg |
Ptolomeo |
historiador Estrabón |
Silsileh |
Julio César |
sarcofago |
Restos de cualquiera de las tumbas de Alejandro, incluida la más importante, el Soma, perdida en el palimsesto que es Alejandría, pueden aparecer cualquier día. No hay que hacerse muchas ilusiones acerca de su estado. La momia, más frágil, lo tiene aún peor. Puede haber sido escondida por paganos en algún lugar secreto o haber sido destruida en cualquiera de las violentas vicisitudes -humanas y geográficas- de Alejandría . Saunders propone que pudo tener un final digno del cosmopolita Alejandro: troceada y convertida en millares de amuletos desperdigados por todo el ancho mundo que una vez el joven y heroico macedonio conquistó.
Otra de las versiones es , que
ciudad griega de Ege |
Al fallecer,
posiblemente de fiebres tifoideas o de un colapso hepático
en Agosto del año 323 a
.C. muchos se disputaron el lugar de su inhumación. Tras dos
largos años de
disputas se preparó una deslumbrante carroza funeraria para
trasladarlo a la
ciudad griega de Ege (Macedonia) aunque muchos eran los que
presionaban para
trasladarlo a Babilonia. Entre tanto, el cuerpo de Alejandro
se mantuvo
conservado gracias que fue sumergido durante ese tiempo en
miel.
Siwa |
Alejandro
Magno expresó en vida su expreso deseo de ser enterrado en
Alejandría o en Siwa
, una ciudad egipcia situada al noroeste del país a corta
distancia de la
famosa ciudad -durante la II ª. Guerra
Mundial- de El Alamein. Cuando todo estaba dispuesto para su
traslado a
Macedonia, Tolomeo, gobernador de Egipto y amigo íntimo de
Alejandro atacó la
comitiva y se apoderó del cadáver de su rey dispuesto a
hacer cumplir su última
voluntad y deseo sobre el lugar de su enterramiento.
Tolomeo |
Tolomeo
envió primero el
cadáver a Menfis donde el rey fue enterrado según la
costumbre macedonia
(Pausanias) y posteriormente fue trasladado a la ciudad de
Alejandría al sector
real. Fue el geógrafo griego Estrabón quién visitó su tumba
hacia los años 24 y
20 a .C.
durante una estancia en Egipto. Estrabón la describió como
un mausoleo en el
interior de un recinto sagrado en el que también estaban los
restos de los
Tolomeos según decisión de Tolomeo IV. Tolomeo X cometió el
primer
"sacrilegio" al sustituir el sarcófago de oro por otro no
menos
valioso que según su traducción era de vidrio, aunque
podríamos interpretarlo
como de alabastro. Tal era la veneración y respeto que se
sentía hacía la
figura del emperador que también se inclinaron ante su tumba
emperadores
romanos como Augusto -que causó daños en la nariz al
depositar una corona de flores-,
Calígula -que sustituyó la coraza de Alejandro por la suya
imperial pese lo que
no le salvó de su merecido final... - y otros muchos
emperadores.
Séptimo Severo |
El último en
visitar la alejandrina tumba fue el emperador romano Séptimo
Severo -otro gran
estratega y gran militar que antes de ser emperador había
conocido la dureza de
la batalla debido a su grado de general- que en el siglo III
d.C. selló la
tumba para que nadie turbase más el descanso de Alejandro
"El
Grande". Así pues parece evidente que el lugar del último
descanso de
Alejandro hemos de encontrarlo en tierras egipcias y más
concretamente en la
ciudad por él fundada.
La decisión de Séptimo Severo sirvió para olvidar los restos del emperador, todo ello unido a la situación del país hizo que el lugar donde se ubicaba su tumba fuera totalmente desconocido hacia el siglo IV d.C. Se fabuló mucho sobre los supuestos tesoros que acompañaban al rey en su última morada y durante mucho tiempo se consideró un lugar en Alejandría llamado Kom ed Dick -una colina artificial en el centro de la ciudad- como el lugar de su tumba. Años después se localizó en la iglesia de San Anastasio un sarcófago de piedra verde con inscripciones. Cuando Napoleón -otro gran general y emperador- entró en Egipto en 1798 se apoderó de la pieza funeraria así como de otras extrañas y curiosas reliquias...pero eso ya es otra historia. Posteriormente los ingleses se adueñaron del sarcófago y fue trasladado al British Museum pero cuando Champollion encontró la piedra roseta y se descifró sus jeroglíficos se descubrió que pertenecía al faraón Amirteo de la XXVIII dinastía.
Achille Adriani |
A principio del siglo XX, el arqueólogo francés Breccia encontró en el barrio latino de Alejandría un olvidado mausoleo en ruinas .Construido en grandes bloques de alabastro, de tal forma que se pensó que podría tratarse del Nemeseion , sepulcro construido por César para custodiar la cabeza de Pompeyo, decapitado por el hermano de Cleopatra.
Fue en los años 30 el arqueólogo Achille Adriani que observó el importante hallazgo ante el que se encontraban, un sepulcro demasiado cuidado y trabajado como para ser sólo el custodio de la cabeza de Pompeyo.
Era
una gran cámara de
alabastro por su cara interna pulido como espejos y bastos
exteriormente. Era
sin dudas una tumba siguiendo el estilo macedonia y que por
su riqueza debía
albergar un personaje de excepcional interés. Además de todo
ello el monumento
funerario daba la impresión de haber estado cubierto de
arena y tierra en
épocas pasadas verificando el estructus mons o colina
artificial donde el poeta
Lucano decía que estaban enterrado los restos de Alejandro
Magno. Muy
posiblemente estemos ante la fina de la leyenda de la tumba
del gran estratega.
Su suntuosidad, el estilo, las cámaras e incluso la que
-posiblemente- contenga
la momia del emperador nos hacen pensar en el final de esta
bonita historia. A
todo ello ayudan los testimonios de testigos que dicen haber
visto al emperador
como el conserje del consulado ruso Ambroise Schilizzi quién
tras penetrar en
los subterráneos de la mezquita de Nabi Daniel (San
Atanasio) cerca de Kom
ed-Dick dijo haber visto una jaula de vidrio (yalinos=
vítreo o alabastrino)
con los resto de un hombre con una corona de oro en su
cabeza...o el griego
Joannidis quién reveló haber encontrado la tumba de
Alejandro a 12 metros
de profundidad en aquella misma zona de Alejandría. Stelio
Kamutsos realizó una
intentona de excavación en la zona pero los resultado fueron
infructuosos, las
pistas de la excavación las dio un libro donde se ubicaba de
forma aproximada
el lugar del enterramiento.
Hay voces discrepantes a toda esta singular historia en torno a los restos del rey macedonio, Helena Souvaltzi anunció haberla encontrado en el oasis de Siwa (Egipto). Alejandro recibió allí su investidura divina y expresó su deseo de ser enterrado allí pero las pruebas encontradas hacen descartar esta posibilidad.
Zahi Awass |
En la actualidad el arqueólogo egipcio Zahi Awass continúa la excavación pese a los problemas gubernamentales y económicos que rodean a la excavación. El final de la historia y leyenda de la Tumba de Alejandro Magno, "El Grande" se halla cerca de su final, quizás aquellos que tratan de encontrar en ella un inmenso y fabuloso tesoro no se han dado cuenta aún que el verdadero tesoro es en sí el lugar donde reposan los restos del más grande de los militares de la antigüedad
Augusto |
En Egipto, la
mayoría de expertos coincide en que la codiciada
cripta se encontraría en algún lugar de la actual ciudad de
Alejandría,
metrópolis que heredó el nombre del célebre conquistador que la
convirtió en el
año 331 a.C.
en el centro político, económico y cultural del mundo antiguo.
"Los
emperadores romanos Julio Cesar, Caracalla y Augusto, entre
otros, visitaron
Alejandría para contemplar su momia", explicó a EFE el ex
director del
Museo Grecorromano de Alejandría, el arqueólogo Ahmed Abdel
Fatah. "Hasta
la época romana, su cuerpo aún reposaba en una tumba situada en
el cementerio
de la realeza ptolomea, en un sarcófago de cristal, en el que
fue puesto por el
rey Ptolomeo XI después de robar el ataúd de oro para poder
pagar los salarios
a sus soldados", precisó Fatah.
dios faraónico Amon |
Sin embargo, hay manuscritos históricos que indican que Alejandro pidió ser sepultado en el templo del dios faraónico Amon (entonces famoso por su oráculo), en el oasis de Siwa, en el desierto egipcio del Oeste, próximo a la frontera libia.
Finalmente, otros historiadores sostienen que el héroe macedonio pudo haber sido inhumado en Menfis -la capital del Imperio Antiguo faraónico, que estuvo situada a unos 22 kilómetros al suroeste de El Cairo-, dado que los dioses de esa metrópolis eran de más alto rango que Amon.
Alejandría |
El ex jefe
del Consejo
Supremo de Antigüedades (CSA) Abdel Halim Nuredin asegura por su
parte que el
mausoleo estuvo primero en Alejandría y, probablemente, fue
trasladado a
Menfis, después a Siwa, y, finalmente, retornó a Alejandría.
"Creo que su cripta está en algún lugar del cementerio latino de Alejandría", afirmó Nuredin, que tampoco descartó la posibilidad de que se encuentre en Siwa.
Mientras que Fatah cree que la tumba debería buscarse en la zona de la intersección de las dos principales avenidas de Alejandría, en la plaza de Az Zoma, y, quizá, entre un lugar conocido como Tel Kom El Deka y la mezquita del Profeta Daniel.
Precisamente algunos arqueólogos buscaron sin éxito durante el siglo ** el mausoleo en los subterráneos de la mezquita de Daniel.
El descubrimiento de la legendaria cripta seguirá siendo uno de los principales desafíos para la arqueología, al menos en Alejandría, debido a que los lugares en que podría hallarse se encuentran en el subsuelo de los más importantes edificios de la urbe.
"No podemos demoler esas construcciones para realizar excavaciones. Deberemos esperar a que alguna de ellas se desplome", concluyó Fatah, que en todo caso cree que la tumba también debería buscarse en el templo de Amon de Siwa.
"Creo que su cripta está en algún lugar del cementerio latino de Alejandría", afirmó Nuredin, que tampoco descartó la posibilidad de que se encuentre en Siwa.
Mientras que Fatah cree que la tumba debería buscarse en la zona de la intersección de las dos principales avenidas de Alejandría, en la plaza de Az Zoma, y, quizá, entre un lugar conocido como Tel Kom El Deka y la mezquita del Profeta Daniel.
Precisamente algunos arqueólogos buscaron sin éxito durante el siglo ** el mausoleo en los subterráneos de la mezquita de Daniel.
El descubrimiento de la legendaria cripta seguirá siendo uno de los principales desafíos para la arqueología, al menos en Alejandría, debido a que los lugares en que podría hallarse se encuentran en el subsuelo de los más importantes edificios de la urbe.
"No podemos demoler esas construcciones para realizar excavaciones. Deberemos esperar a que alguna de ellas se desplome", concluyó Fatah, que en todo caso cree que la tumba también debería buscarse en el templo de Amon de Siwa.
En ese mismo templo se registró hace diez años el último anuncio del hallazgo del mausoleo, cuando un equipo de arqueólogos encabezados por la experta griega Iliana Sulavetzi aseguró que lo había encontrado. El revuelo que causó el anuncio en el mundillo arqueológico llevó al gobierno egipcio a una decisión paradójica: revocó el permiso de excavación de la griega, clausuró la misión y nunca ha podido saberse cuánto había de verdad en sus afirmaciones.
Schliemann |
En la aventura de
la búsqueda, digna de Indiana Jones, han figurado
arqueólogos notables, incluso Schliemann, el descubridor de
Troya (al que no le
dieron permiso para excavar bajo la mezquita de Nabi Daniel), y
Howard Carter,
el que halló la tumba de Tutankamón, que presumió ante Farouk de
que sabía el
paradero de la del rey macedonio. Y también, en gran cantidad,
impostores,
visionarios y locos pintorescos ("los tontos de Alejandro").
Entre
estos últimos, el camarero griego Stelios Koumatsos, que a lo
largo de treinta
años, desde 1950, se las apañó para excavar por toda Alejandría,
a menudo
clandestinamente, y dijo haber entrevisto en un pasadizo
subterráneo, por un
agujero, un ataúd de cristal con el nombre de Alejandro. Emulaba
así a ilustres
y no menos estrafalarios predecesores como Alexéi Ramonsky,
funcionario de la Embajada rusa de
Alejandría, que aseguró en 1898 haberse topado en las bóvedas
bajo la mezquita
de Nabi Daniel con un bloque de alabastro negro que aguantaba
una polvorienta
urna de cristal dentro de la que había una figura momificada
sentada en un
trono. En 1979 se registró incluso una expedición de videntes a
Alejandría en
busca del paradero de Alejandro
Alejandro |
indiana jones |
Hasta Indiana Jones esta buscando la tumba de Alejandro
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