legionario romano |
leva militar |
En referencia a los comienzos del Imperio de Roma (a diferencia de la república o imperio) "la legión" se entiende todo el ejército romano.
cohortes |
Para la mayoría de la época romana imperial, las legiones eran sólo una parte del ejército imperial y formaron su infantería pesada de élite, reclutados exclusivamente de ciudadanos romanos (provincianos que aspiraban a la nacionalidad adquirida, cuando baja honorable de los auxiliares). Legiones también incluye pequeños accesorios caballería integral. El ejército romano (la mayor parte del período imperial), que consiste sobre todo de "auxiliar" cohortes que siempre infantería, y la gran mayoría de la caballería del ejército romano.
estandarte |
Debido a los enormes éxitos militares de
Durante el principio de
La pérdida de un estandarte en un enfrentamiento era considerada como una desgracia en la sociedad romana, y su recuperación era celebrada por toda la legión y la sociedad romana.
El ejército romano estaba muy atado a la religión; para las declaraciones de guerra, un colegio de sacerdotes llamados feciales presentaban las exigencias al enemigo, y si no recibían una respuesta en 30 días (o menos), éstos se dirigían a la frontera del país que era y pronunciando una formula ritual lanzaban una piedra en su tierra, declarando oficialmente la guerra.
romulo |
falange griega |
La forma arcaica de la lucha de la legión, fue similar en algunos aspectos a la de la falange griega: los legionarios se mantenían cerca unidos hombro con hombro, inclinado sus lanzas, y de manera compacta avanzaban hacia el enemigo. La única subdivisión eran las centurias que se hacía con un fin organizativo y político más que militar. Este despliegue permitía lanzar un solo ataque, y ser muy vulnerables en los flancos, ya que la caballería era reducida debido a la indumentaria costosa.
La legión "hoplítica" era suficiente para defender la ciudad durante todo el período arcaico, en los albores de
manipulística |
caballeria |
Durante las Guerras Púnicas, los
generales romanos aprendieron la importancia de la caballería no sólo para
apoyar las operaciones y acompañar al ejército, sino también y sobre todo para
proteger a los flancos de la legión, se empleaban unos 200 efectivos.
Enla República
el reclutamiento se realizaba por el censo, obligando a todos los ciudadanos
capaces de llevar amas.
Roma tenía 4 legiones, pero podrían formarse más en caso de necesidad, cada Cónsul comandaba dos de ellas. También durantela República se estableció
el cargo de Tribuni Militium: por lo general había seis hombres (uno de rango
senatorial) que tenía el mando de parte del ejército y de la caballería.
En
Roma tenía 4 legiones, pero podrían formarse más en caso de necesidad, cada Cónsul comandaba dos de ellas. También durante
Cayo Mario |
Terminadas las Guerras Púnicas el
ejército romano entró en crisis ya que sus obligaciones militares habían
obligado a los agricultores a abandonar el campo y a su regreso de la guerra
los suelos se encontraban agotados. Al no tener dinero para reconstruir sus
haciendas la mayoría decidía venderlas. En 107 a .C. Cayo Mario fue elegido
cónsul y como solución a esto decidió el reclutamiento voluntario. De esta
manera los soldados recibían armas y armadura que iban pagando con su sueldo y
cuando se retiraban recibían tierras públicas
auxiliares |
La división de la infantería en
secciones especializadas, hastati, príncipes y triarii, desaparecerá con la
reforma de Cayo Mario, a finales del siglo II a. C. A partir de la reforma, la
infantería legionaria constituye un cuerpo homogéneo de infantería pesada, sin
distinciones por razón del armamento o la veteranía de los soldados, aunque
pervivió de algún modo en la nomenclatura de los empleos de la oficialidad con
fines de escalafón. Del mismo modo, se eliminó de la legión el contingente de
vélites, que ya estaba totalmente en desuso: la infantería ligera de las
legiones primitivas era muy poco efectiva, como se demostró una y otra vez
durante las Guerras Púnicas, y fue sustituida por cuerpos especializados de
"auxiliares", que en la época imperial procedían de reclutamientos
entre los indígenas de las diversas provincias, agrupándose según su origen
étnico y conservando su indumentaria y estilo peculiar de combate. A los
legionarios se les viste con una túnica roja y con un puñal “pugio” como arma
auxiliar.
También se crea el “paquete de batalla”
que permitía a los legionarios llevar todo lo necesario (pala, pico, bolsa para
el trigo, cantimplora, el plato para las raciones y piezas de repuesto). Todo
esto además de la espada y las pila. Esto les valió a los legionarios el apodo
de “las mulas de Mario”, por la cantidad de bienes transportados
cohortes |
A nivel táctico y de organización, el
número de soldados por centuria aumentó hasta 80, se creó la tienda de campaña
tipo "canadiense", que fue adquirida por los militares para facilitar
el transporte y la instalación, con capacidad para 8 hombres, “contuberna” que
luego se convirtió en la base de toda la estructura de la Legión. Como
resultado, cada manípulo consistía en 160 hombres. Otra novedad no menos
importante fue la introducción de cohors o cohortes, el conjunto formado por
tres manípulos, capaz de realizar un amplio espectro de actividades, así como
individualmente para hacer frente a pequeños choques. La cohorte constaba de
480 hombres, aunque varió significativamente durante la época imperial, y
estuvo representada por el cohortis signum o enseña de la cohorte. La cohorte
podría ser comandada por un tribuno militar
Así nace uno de los mejores ejércitos de
todos los tiempos,
Octavio |
El emperador Octavio (siglo I dC.) en su
reforma del estado, reduce drásticamente el número de legiones de 60 a 25, también de forma
permanente, duplica el número de hombres de la primera cohorte hasta llegar a
1000 y a esto se llama “cohors milenaria” : consistía de sólo cinco centurias
con el doble de efectivos.
La caballería fue reorganizada, y se dividió en 10 escuadrones (turmae) consistentes en aproximadamente 15 jinetes cada uno. Cada legión podía tener un mínimo de 150 jinetes y hasta un máximo de alrededor de 300. Cada turmae estaba comandada por tres decuriones, y de éstos, el más veterano asumía el mando.
La caballería fue reorganizada, y se dividió en 10 escuadrones (turmae) consistentes en aproximadamente 15 jinetes cada uno. Cada legión podía tener un mínimo de 150 jinetes y hasta un máximo de alrededor de 300. Cada turmae estaba comandada por tres decuriones, y de éstos, el más veterano asumía el mando.
Legatus Legionis |
El general de la legión recibió el
nombre de Legatus Legionis (legado) y estaba sujeto a un general del ejército
llamado Comes Legionis.
Tambien se crearon unidades que se utilizaban como herramientas flexibles que reunir tropas y para controlar las numerosas situaciones de emergencia a las que se vio sometido el Imperio, los vexillationes.
En el siglo I d. C. la típica “lorica anellata” sobre la cota de malla fue reemplazada por la “lorica segmentata” consistente en placas más delgadas colocadas unas sobre las otras . Esta armadura era muy resistente a las estocadas y flechas, porque era capaz de absorber los golpes que se dispersaban en toda la armadura, también era bastante flexible facilitando la movilidad del soldado
Tambien se crearon unidades que se utilizaban como herramientas flexibles que reunir tropas y para controlar las numerosas situaciones de emergencia a las que se vio sometido el Imperio, los vexillationes.
En el siglo I d. C. la típica “lorica anellata” sobre la cota de malla fue reemplazada por la “lorica segmentata” consistente en placas más delgadas colocadas unas sobre las otras . Esta armadura era muy resistente a las estocadas y flechas, porque era capaz de absorber los golpes que se dispersaban en toda la armadura, también era bastante flexible facilitando la movilidad del soldado
Diocleciano |
La estructura del Ejército se mantiene
casi sin cambios durante siglos, hasta que el emperador Diocleciano (285 hasta
301 d. C.) aplicó una nueva reforma en el sentido de que aumentó el número de
legiones, y las legiones se dividieron en dos tipos. La primer tipo llamado
limitanea (que estaba cerca de la frontera), tenía la tarea de vigilancia de
las fronteras, mientras que al segundo se le llamó comitatus en la retaguarida,
listo para detener cualquier horda que lograra cruzar las fronteras. El
comitatus formaba la columna vertebral del ejército.
soldados romanos en britania |
Desde la segunda mitad del
siglo III d. C. el ejército, debido a la gran cantidad de soldados barbaros en
sus filas, y a la falta de disciplina de éstos se fue “barbarizando”. El típico
uniforme romano es muy difícil de producir, en estos tiempos difíciles, y se
sustituye por una cota de malla sobre la túnica, la gladio se sustituye a
menudo por la espada, y, en lugar del pilum, la lanza con escudo redondo u
oval.
De esta manera los generales romanos trataban de adaptarse a la lucha contra los bárbaros basada en incursiones rápidas, y los ataque desordenados de infantería. Se buscó la mejora en el combate individual.
De esta manera los generales romanos trataban de adaptarse a la lucha contra los bárbaros basada en incursiones rápidas, y los ataque desordenados de infantería. Se buscó la mejora en el combate individual.
Organización
El prefecto o centuriòn |
El ejército romano se encontraba muy
jerarquizado. En la cúpula se encontraba el emperador. El prefecto del pretorio
era, en cierto modo, el ministro de la Guerra y estaba asistido en Roma por el prefecto
de las cohortes pretorianas, de los oficiales y de los centuriones. En las
provincias, cada ejército regional estaba bajo el mando de un general, el
legado del ejército. Al mando de cada legión había un comandante (legado), 7
oficiales (un prefecto del campamento y seis tribunos, los tribunos se
encargaban de la selección de sus soldados) y 59 centuriones. Cada unidad
auxiliar tenía un jefe y varios centuriones (infantería) o decuriones
(caballería). En la marina, cada barco se organizaba como una centuria, fuese
cual fuere su tamaño; su comandante, que estaba a las órdenes de un prefecto
(almirante), ostentaba el título de centurión.
soldado de a pie (miles) |
Dentro de una legión, un hombre
empezaba como simple soldado de a pie (miles),
después de varios años de servicio y para los soldados con oficio, el primer
ascenso era de miles a inmunis; aunque tenía el mismo salario,
les eximía de las rutinas generales de los demás soldados.
Pero el primer ascenso verdadero
convertía al soldado en principal, de los que existían dos clases: los que
cobraban paga y media (sesquiplicarii)
y los que percibían doble paga (duplicarii).
El primer grupo incluía varios tipos de suboficiales, como el tesserarius (ordenanza). Entre los
segundos estaban los portaestandartes (signiferi
y vexillarii), los optiones y
otros oficiales. El siguiente grado era el de centurión, en donde los más
veteranos y experimentados (primi ordines)
formaban parte de la primera cohorte, y el más antiguo de ellos (primus pilus) tenía derecho a asistir a
los consejos de guerra.
El verdadero carácter de los
centuriones aparece ilustrado en un episodio de la Guerra de las Galias de
Julio Cesar. En el año 52 a .C.,
las tropas de César trataron de conquistar la fortaleza de Gergovia, pero
fueron rechazados y tuvieron que retirarse monte abajo. En estas condiciones
habrían sufrido terribles bajas, pero los centuriones se quedaron a cubrir la
retirada de sus hombres: murieron casi 700 hombres, de los cuales 46 eran
centuriones (uno por cada 14 legionarios, cuando la proporción normal era de 1 a 80).
Una cohorte normal |
La legión constituía la base del
ejército romano. Originalmente el término "legión" se aplicaba a todo
el ejército, hasta que en el siglo IV a.C., adquirió un significado más
familiar para describir un regimiento de infantería pesada. El secreto de su
éxito radicaba en su organización, sumamente flexible. En el siglo I d.C., una
legión con toda su capacidad, estaba formada por 5120 hombres y dividida en
diez cohortes. Una cohorte normal comprendía 480 hombres y se dividía en seis
centurias de 80 hombres; no obstante, la primera cohorte de la legión, formada
por los mejores soldados, tenía cinco centurias dobles de 160 hombres. El mando
de cada centuria estaba en manos del centurión, asignado por méritos
especiales.
Cada centuria de 80 hombres se
dividía a su vez en 10 contubernios (unidad mínima del ejército romano, que era
alojado en una tienda), y dos centurias formaban un manipulo por lo que una
cohorte esta compuesta por tres manipulos.
mejores tropas |
Un ejército lo componía habitualmente
cuatro legiones aunque esta cifra podía variar incluso a cinco.
La primera cohorte era siempre la
mejor de una legión, la sexta la componían los mejores hombres jóvenes, la
octava eran tropas selectas, y la décima buenas tropas. Las cohortes más
débiles eran la 2ª, 4ª, 7ª y 9ª, compuestas la 7ª y 9ª por tropas con poca
experiencia.
Táctica en el campo de batalla
nivele economico del ejercito romano |
A principios del siglo IV a.C. la legión formada por unos 4800 hombres tiene en la infantería cinco clases de soldados: los hastati, los príncipes, los triarii, los rorarii, y los accensi.
clases de soldado |
Los príncipes, mejor armados que los hastati, pero eran hombres con más experiencia y madurez que aquellos.
Los triarii, que eran los soldados más aguerridos de la legión e iban armados de corazas y largas lanzas.
Los rorarii eran los hombres más jóvenes e inexpertos, los accensi eran los luchadores menos seguros.
La primera fila, o sea el grueso de la legión, la formaban los hastati, en las alas de la formación se colocaba la caballería; en segunda fila y como reserva para relevar y defender la primera línea se situaban los príncipes y, en la tercera, como reserva y para acudir a los sitios comprometidos, formaban los triarii. Entre los espacios que dejaban las turmas de caballería se solían situar máquinas arrojadizas.
vélites |
armadura y armamento |
reformas |
En el siglo I a.C. Julio César reformó esta disposición, añadiendo una tercera fila de tres cohortes; es decir, que la formación combativo de la legión, desde entonces, consistió en un frente de cuatro cohortes, cuyos intervalos se cubrieron con tres en segundo término, y las tres de última fila quedaban como reservas. Con tal cambio, fue borrándose la importancia de la legión como unidad táctica, viniendo a ser reemplazada por la cohorte.
Es a partir de la segunda mitad del siglo I d.C. cuando se aumenta a 480 hombres el número de cada cohorte, dividida en seis centurias, y 810 hombres la primera cohorte dividida en cinco centurias.
El método de combatir consistía en arrojar al enemigo una lluvia de flechas y piedras por parte de los arqueros y honderos de las tropas auxiliares, rápidamente estas tropas se retiraban para dar paso al resto de tropas mediante el arrojo de los pilum hasta llegar al cuerpo a cuerpo, en donde se usaba la espada corta y el escudo.
Durante la época imperial los requisitos para convertirse en legionario eran: ser delgado pero musculoso, y tener buena vista y oído. También era preciso saber leer y escribir y, sobre todo, ser ciudadano romano. Esto no quería decir que fuera ciudadano de Roma, sino que tuviese la ciudadanía romana.
status |
Los aspirantes a soldados tras acudir a la oficina de reclutamiento que se encontraba en la capital de provincia, eran sometidos a una entrevista y un reconocimiento médico. Una vez admitidos, prestaban juramento de obedecer a sus superiores y no desertar. Sus documentos junto con un certificado del gobernador y las dietas de viaje (tres monedas de oro por cabeza), se entregaban a un oficial que les acompañaba en el largo viaje hasta el destacamento asignado.
Instrucción y entrenamiento
Durante cuatro meses los nuevos reclutas eran sometidos a un entrenamiento implacable. Al concluir este periodo los supervivientes ya podían llamarse soldados (milites). Los que no podían resistir el entrenamiento eran rechazados.
marchas |
El entrenamiento continuaba hasta que eran capaces de recorrer
En un principio los legionarios utilizaron bestias de carga y carros para transportar el equipo. Pero el célebre general Mario impulsor de grandes reformas en el ejército, les obligó a transportar personalmente casi toda la impedimenta necesaria para reducir el tamaño de las caravanas de intendencia. El equipo completo debía pesar por lo menos 30 kilos, y las armas y armaduras más de 20.
entrenamiento |
Los legionarios realizaban marchas tres veces al mes durante 25 años. Este entrenamiento y capacidad de desplazamiento fue una de las causas por la que el ejército romano era tan superior a otros ejércitos. Esto era solo parte de la instrucción, puesto que el programa de entrenamiento también incluía carreras, saltos, equitación y natación. Cuando se consideraba que se encontraba en buena forma física comenzaba la instrucción en el manejo de las armas.
Los reclutas aprendían a atacar a una gruesa estaca clavada en el suelo con una pesada espada de madera, y un escudo de mimbre que pesaba el doble que un escudo normal. Se les insistía que golpearan de frente, sin describir arcos con la espada, que puede evitarse con más facilidad. También se les entrenaba en el lanzamiento de pesadas jabalinas de madera contra las estacas.
Una vez superado este paso, se les consideraban dignos de empuñar armas auténticas forradas de cuero para evitar accidentes, que les deberían de parecer ligerísimos en comparación con las pesadas armas de madera.
Rutina diaria
milites |
Terminada los cuatro meses de instrucción y ya convertidos en soldados (milites), seguían realizando marchas, ejercicios y entrenamientos aunque ya disponían de algún tiempo libre, pero se les mantenían ocupados durante las horas de trabajo. Al amanecer se presentaban al centurión para que les asignaran las tareas de la jornada, principalmente guardias o trabajos de limpieza. A veces patrullas o funciones de policía, pero también la construcción de calzadas y obras civiles, en donde debían de picar piedra en las canteras, cavar cimientos, alisar caminos, y pavimentar. Todo nuevo legionario procuraba conseguir un destino que le evitara trabajos desagradables. Estos trabajos, destinados para los que conocían un oficio (herreros, carniceros, enfermeros, domadores de caballos, ...), eximían de realizar otras tareas.
Percenio, líder de un motín contra Tiberio en el año 14 d.C. se expresaba de la siguiente manera: "el servicio militar es duro y poco provechoso. Tu cuerpo y alma se valoran en unas cuantas monedas por día; con esta limosna tienes, además, que pagar la ropa, las armas y las tiendas de campaña, así como los sobornos para los centuriones que son demasiados crueles, y poder librarte así de los encargos pesados".
El emperador Séptimo Severo |
Pero también existían algunas ventajas: una paga regular considerablemente superior a la de un labrador, y el mejor servicio médico del Imperio. También se podían aprender otros oficios, y después de la derrota del enemigo muchas veces se presentaban oportunidades de saqueo.
Además de la paga también se recibían otras recompensas. Augusto entregó 75 sestercios a cada uno de los legionarios, mientras que Claudio estableció una costumbre de pagar un donativo en metálico al inicio del mandato de un nuevo emperador.
Augusto también se preocupó de que se gozara de una buena jubilación después del cumplimiento del servicio; los licenciados recibían una parcela de tierra o una buena cantidad de dinero, equivalente a la paga de doce años.
imperio romano |
Las batallas terrestres del ejército romano, desde su defensa inicial y posterior conquista de las ciudades de las colinas vecinas de
batallas navales |
En primer lugar, el ejército romano luchó contra sus vecinos tribales y los pueblos etruscos de Italia y posteriormente llegó a dominar gran parte del Mediterráneo y más allá, incluyendo las provincias de Britania y Asia Menor en el apogeo del Imperio. Al igual que sucedió con la mayoría de las civilizaciones antiguas, el ejército de Roma sirvió para el triple propósito de asegurar sus fronteras, explotar las zonas periféricas mediante medidas tales como imponer tributos sobre los pueblos conquistados, y mantener el orden interno.
anibal |
Los ejércitos romanos no eran invencibles, a pesar de su formidable reputación y el gran número de sus victorias: durante siglos, los romanos «produjeron su propia ración de incompetentes» que condujeron a los ejércitos romanos a derrotas catastróficas. No obstante, el destino de los mayores enemigos de Roma, como Pirro y Aníbal, solía ser el de ganar la batalla pero perder la guerra. La historia de las campañas romanas es, ante todo, la historia de una persistencia obstinada que supera terribles derrotas
obstinadas |
Con todo esto se forjo un imperio, gracias a las legiones que eran leales a sus generales,
grandeza romana |
Fuente:
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