El Evento de
Tunguska, impacto de un objeto extraterrestre
impacto en Tunguska |
tunguska |
El Evento de
Tunguska fue
una explosión aérea de muy alta potencia ocurrida sobre las
proximidades del
río Podkamennaya en Tunguska (Evenkía, Siberia, Rusia), a las
7:17 del día 30
de junio de 1908.
El fenómeno
de Tunguska
alentó más de 30 hipótesis y teorías de lo ocurrido. La
detonación, similar a
la de un arma termonuclear de elevada potencia, ha sido
atribuida a un cometa.
Debido a que no se ha recuperado ningún fragmento, se maneja
la teoría de que fue
un cometa formado por hielo. Al no alcanzar la superficie, no
se produjo cráter
o astroblema. Casi un siglo después se produciría no muy lejos
el evento de
Vitim, menos espectacular pero aún más extraño.
impacto |
Todavía hoy
los científicos
continúan dilucidar este misterioso impacto, o más bien
explosión. Por que el
objeto en cuestión explosionó a unos cinco kilómetros de
altura sobre la tierra
dejando su marca radial sobre los bosques rusos. Científicos
italianos
aseguran haber descubierto un posible cráter abierto por el
objeto
extraterrestre que chocó con la Tierra en la región siberiana
de Tunguska en 1908. Los
investigadores afirman, en la revista de geología ‘Terra
Nova’, que el lago
Cheko, situado a 8 kilómetros del epicentro de la explosión,
llena el cráter
producido por el choque de un fragmento de la roca.
bosque , luego del impacto |
El
suceso de Tunguska aún intriga a los científicos. Todavía
no se sabe si el
objeto que impactó en Siberia el 30 de junio de 1908 fue
un asteroide, un
pequeño cometa o un fragmento de un cometa.
Aquel día, hacia las
7.15 horas, habitantes de la región vieron una bola de fuego,
procedente del
sureste, que cruzaba el cielo a gran velocidad. Poco después,
una gran
explosión arrasaba 2.200 kilómetros cuadrados de bosque, el
equivalente a
Guipúzcoa, en las cercanías del río Podkamenaya Tunguska. La
energía liberada
fue entre 10 y 15 megatones, unas mil veces la de la bomba de
Hiroshima.
Kulik |
La
explosión de Tunguska es el mayor impacto de un objeto
extraterrestre en época
histórica. Tumbó unos 80 millones de árboles, las ondas
sísmicas fueron
registradas por observatorios de todo el mundo y, durante los
dos días
siguientes, las noches fueron tan brillantes que en Londres
podía leerse el
periódico en la calle a medianoche.
El
primer investigador en llegar a la zona fue el mineralogista
Leonid A. Kulik, a
finales de los años 20, y no encontró ningún cráter, pero sí
el epicentro de la
explosión, gracias la distribución radial de los árboles. A
raíz de que el
escritor Alexandr Kazantsev identificó en dos cuentos de
ciencia ficción en
1949 el suceso con un accidente de una nave alienígena,
algunos ufólogos
abrazaron esa disparatada idea.
Gasperini |
Ahora,
un grupo de científicos liderado por Luca Gasperini, del
Instituto de Ciencia
Marina italiano, defiende que el lago Cheko -ovalado y de unos
450 metros de largo-
ocupa la herida abierta por el choque a baja velocidad de una
roca de 10 metros de diámetro.
«El proyectil que formó el lago Cheko pudo haber sido un
fragmento del objeto
que explotó en la atmósfera a entre 5 y 10 kilómetros de
altura», dicen. A su favor, añaden que no hay pruebas
-testimonios ni mapas- de
la existencia del lago anteriores a 1928.
El
geólogo británico Gareth Collins declaraba ayer a la BBC que
las pruebas
presentadas por Gasperini y sus colaboradores no son
concluyentes y se
preguntaba cómo podía haber hoy en día alrededor del lago
árboles cuya
apariencia apunta a que tienen más de cien años. Collins
añadía que los
fragmentos desprendidos del objeto habrían sido, en cualquier
caso, demasiado
pequeños y lentos como para abrir un cráter del tamaño del
lago.
meteorito caido en sudan |
Científicos
de muchas partes del mundo están dando una segunda y más
detallada mirada al
meteorito, del tamaño de un automóvil, que explotó sobre el
desierto de Nubia
en Sudán, en 2008.
La
investigación inicial se centró en la clasificación de los
fragmentos del
meteorito que se recogieron entre dos y cinco meses después de
que se
esparciesen por el desierto como consecuencia de la explosión
y fuesen
rastreados por la Red Astronómica de Objetos Cercanos a la
Tierra, de la NASA.
Ahora,
ya comienzan a aparecer estudios que profundizan en detalles
de estos
fragmentos y que van a ser decisivos para poder determinar el
origen del
meteorito.
En
la primera ronda de investigaciones, Doug Rumble del
Laboratorio Geofísico del
Instituto Carnegie, y Muawia Shaddad de la Universidad de
Jartum,
examinaron un fragmento del cuerpo celeste, llamado 2008 TC3,
y determinaron
que pertenece a una categoría muy rara de meteorito.
Los
meteoritos de esta clase tienen una composición muy diferente
de la común. Se
ha sugerido que todos los miembros de esta peculiar familia de
meteoritos
podrían tener un origen común, probablemente un protoplaneta
desconocido.
Ahora,
Rumble ha ampliado su trabajo para examinar 11 fragmentos de
meteoritos,
centrándose en la presencia de isótopos de oxígeno.
Los
isótopos son átomos del mismo elemento que tienen neutrones
extra en sus
núcleos.
Los
isótopos de oxígeno pueden utilizarse para identificar el
objeto celeste del
que procede el meteorito y determinar si todos los fragmentos
provienen
realmente de la misma fuente.
Un aerolito |
Cada
cuerpo celeste “progenitor” de meteoritos en el sistema solar,
incluyendo la Luna, Marte y el gran
asteroide Vesta, tiene una firma distintiva de isótopos de
oxígeno que puede
ser reconocida, incluso cuando otros factores, como la
composición química y el
tipo de roca, son diferentes.
Los
resultados de los nuevos análisis muestran que toda la gama de
isótopos de
oxígeno que es típica en los meteoritos de esa rara clase,
también estuvo presente
en los fragmentos estudiados.
Un
aerolito (Aeros, aire; Litos, piedra) o meteorito es un
meteoroide que alcanza
la superficie de un planeta debido a que no se desintegra por
completo en su
atmósfera.
Al
entrar en contacto con la atmósfera, la fricción con el aire
causa que el
meteoroide se caliente, y entonces entra en ignición emitiendo
luz y formando
un meteoro, bola de fuego o estrella fugaz.
Se
denominará bólido a aquellos meteoros cuya luminosidad sea
superior a la del
Planeta Venus (magnitud -4).
Generalmente,
un meteorito en la superficie de cualquier cuerpo celeste es
un objeto que ha
venido desde otra parte del espacio.
Los
meteoritos también se han encontrado en la Luna y Marte. Los
meteoritos que se logran
recuperar después de ser observados durante su tránsito en la
atmósfera son
llamados caídas.
El
resto de los meteoritos se conocen como hallazgos. A la fecha
(mediados de
2006), existen aproximadamente 1050 caídas atestiguadas que
produjeron
especímenes en las diversas colecciones del mundo.
En
contraste, existen más de 31.000 hallazgos de meteoritos bien
documentados. El
término meteoro proviene del griego meteoron, que significa
fenómeno en el
cielo.
destello |
Se
emplea para describir el destello luminoso producido por la
caída de la materia
que existe en el sistema solar sobre la atmósfera terrestre lo
que da lugar a
una incandescencia temporal resultado de la fricción
atmosférica.
Esto
ocurre generalmente a alturas entre 80 y 110 kilómetros (50 a
68 millas) sobre la
superficie de la Tierra.
Este
término se emplea también en la palabra meteoroide con la que
nos referimos a
la propia partícula sin ninguna relación con el fenómeno que
produce cuando
entra en la atmósfera de la Tierra.
Un
meteoroide es materia que gira alrededor del Sol o cualquier
objeto del espacio
interplanetario que es demasiado pequeño para ser considerado
como un asteroide
o un cometa.
Las
partículas que son más pequeñas todavía reciben el nombre de
micrometeoroides o
granos de polvo estelar, lo que incluye cualquier materia
interestelar que
pudiera entrar en el sistema solar.
Un
meteorito es un meteoroide que alcanza la superficie de la
Tierra sin que se haya
vaporizado completamente.
Los
meteoritos se nombran siempre como el lugar en donde fueron
encontrados,
generalmente una ciudad próxima o alguna característica
geográfica.
En
los casos donde muchos meteoritos son encontrados en un mismo
lugar, el nombre
puede ser seguido por un número o una letra (ejemplo: Allan
Hills 84001 o
Dimmitt (b)).
Tradicionalmente
los meteoritos se han dividido en tres amplias categorías:
Meteorito pedregoso
(rocas), integradas principalmente por los minerales de
silicato; Condrita
Acondrita Meteorito metálico, se componen en gran parte de
hierro-níquel;
Meteorito pedregoso-metálico, que contienen grandes cantidades
de material
metálico y rocoso.
Los
modernos esquemas de clasificación dividen los meteoritos en
grupos según su
estructura, composición química e isotópica, y mineralogía.
El fenómeno de la
caída
La
mayoría de los meteoritos se desintegran al incorporarse en la
atmósfera de la Tierra; no obstante, se
estima que 100 meteoritos de diverso tamaño (desde pequeños
guijarros hasta
grandes rocas del tamaño de una pelota de baloncesto) entran
en la superficie
terrestre cada año; normalmente sólo 5 o 6 de éstos son
recuperados y son
descubiertos por científicos.
Pocos
meteoritos son lo bastante grandes para crear cráteres que
evidencian un
impacto.
En
vez de esto, sólo llegan a la superficie a su velocidad
terminal (caída libre),
y la mayoría tan solo crea un hoyo pequeño.
Sin
embargo, algunos de los meteoritos que caen han causado daño a
inmuebles,
ganado, e incluso a la gente.
Los
grandes meteoroides podrían chocar con la Tierra con una
fracción de su velocidad cósmica,
originando un cráter de hipervelocidad de impacto.
El
tamaño y tipo del cráter dependerá del tamaño, de la
composición, del grado de
fragmentación, y del ángulo entrante del meteorito.
La
fuerza de tales colisiones tiene el potencial de causar una
destrucción
extensa.
los cráteres de Wabar |
Los
choques a hipervelocidad más frecuentes, normalmente son
causados por un
meteorito metálico, los cuales son más resistentes y transitan
intactos en la
atmósfera terrestre.
Algunos
ejemplos de cráteres causados por meteoroides metálicos
incluyen al cráter del
meteorito de Barringer, los cráteres de Wabar, y el cráter de
Wolfe Creek, ya
que en estos cráteres se encontró un meteorito metálico o sus
fragmentos.
En
contraste, incluso los cuerpos pedregosos o helados que son
relativamente
grandes (como los cometas pequeños o los asteroides) y que
llegan a pesar
millones de toneladas, son frenados en la atmósfera, y por lo
tanto no hacen
cráteres de impacto.
Aunque
tales acontecimientos no son frecuentes, pueden provocar una
considerable
conmoción; el famoso cráter de Tunguska probablemente resultó
de tal incidente.
cráter de Morokweng en Sudáfrica |
Grandes
objetos pedregosos (de centenares de metros en diámetro o más
y que logran
pesar decenas de millones de toneladas o más) pueden alcanzar
la superficie y
causar grandes cráteres, sin embargo, estos son muy raros.
Estos
acontecimientos generalmente son tan enérgicos que el meteoro
impactor se
destruye por completo sin dejar ningún meteorito.
(El
primer vestigio de un meteorito pedregoso encontrado en
asociación con un gran
cráter de impacto fue el cráter de Morokweng en Sudáfrica,
descubierto en mayo
de 2006).
Existen
varios fenómenos bien documentados sobre caídas de meteoritos
que fueron
atestiguados, aun cuando estos fueron demasiado pequeños para
producir cráteres
de hipervelocidad.
La
estela de fuego que se genera mientras el meteoroide pasa a
través de la
atmósfera puede lucir muy brillante, llegando a rivalizar en
intensidad con el
Sol, aunque la mayoría son muy difusos y no se pueden apreciar
incluso durante
día.
Se
han reportado avistamientos en diversos colores, que incluyen
al amarillo, el
verde y el rojo.
Los
flashes y las explosiones de luz pueden ocurrir mientras el
objeto se
desintegra.
A
menudo, durante las caídas de meteoritos se escuchan
explosiones, detonaciones,
y rugidos que pueden ser causadas por explosiones sónicas, así
como ondas
expansivas que resultan de la fragmentación del cuerpo.
Estos
sonidos pueden ser escuchados sobre amplias áreas que llegan a
abarcar varios
miles de kilómetros cuadrados.
Otros
sonidos que se producen pueden ser chiflidos y silbidos, pero
son pobremente
comprendidos.
No
es inusual que después del paso de la estela de fuego, en la
atmósfera se
rezague un rastro de polvo por cierto tiempo.
El
meteorito Laguna Manatiales hallado en Santa Cruz,
Argentina.Mientras que los
meteoroides se calientan durante su paso a través de la
atmósfera, sus
superficies se derriten y experimentan la ablación.
Durante
este proceso pueden ser esculpidos en varias formas, dando por
resultado
profundas "huellas digitales", en forma de muescas sobre sus
superficies llamadas los regmagliptos.
Si
el meteoroide mantiene una orientación fija por cierto tiempo
sin tambalearse,
puede desarrollar una "nariz en forma de cono" o una forma
cónica.
color negro |
Al
sufrir la desaceleración, la capa superficial fundida se
solidifica en una fina
corteza de fusión, la cual en la mayoría de los meteoritos es
negra (en algunas
acondritas, la corteza de fusión puede ser ligeramente
rojiza).
En
los meteoritos pedregosos, la zona afectada por el calor tan
solo abarca unos
pocos milímetros de espesor; en los meteoritos metálicos (los
cuales son
mejores conductores de calor), la estructura de metal puede
ser afectada por el
calor hasta 1 centímetro debajo de la superficie.
Se
ha reportado que cuando aterrizan los meteoritos, son un poco
cálidos al tacto,
pero nunca son extremadamente calientes.
No
obstante, los informes varían grandemente, ya que algunos
meteoritos que son
avistados "quemándose" durante su aterrizaje, mientras que
otros se
avistan formando una capa de hielo sobre su superficie.
Los
meteoroides que experimentan la fragmentación en la atmósfera
pueden caer como
una lluvia de meteoritos, las cuales pueden variar desde tan
solo unas pocas
rocas, hasta miles de guijarros.
El
área sobre la cual cae una lluvia de meteoritos se conoce como
“campo de
dispersión”.
Los
campos de dispersión comúnmente tienen forma elíptica, donde
su eje mayor
siempre es paralelo con la dirección de vuelo del meteoroide.
En
la mayoría de los casos, los meteoritos más grandes de una
lluvia son encontrados
un poco más lejos que el resto de las rocas dentro del campo
de dispersión.
Lenin |
El
estudio del suceso de Tunguska fue tardío y confuso. El
gobierno zarista no lo
consideró prioritario (algunas fuentes indican que tenían
mucho interés en
hacerlo pasar por una «advertencia divina» contra la agitación
revolucionaria
en curso), y no sería hasta 1921 —ya durante el gobierno de
Lenin— cuando la Academia Soviética
de Ciencias envió una expedición a la zona dirigida por el
minerólogo Leonid
Kulik. El clima permitió que la alteración de las huellas del
impacto fuera muy
poca. Hallaría un área de devastación de 60 km de diámetro,
pero ningún indicio de
cráter, lo que le resultó sorprendente. En los años siguientes
hubo varias
expediciones más; en 1938 Kulik realizó fotografías aéreas de
la zona, lo que
puso en evidencia una estructura del área de devastación en
forma de «alas de mariposa».
Esto indicaría que se produjeron dos explosiones sucesivas en
línea recta. En
los años 50 y 60 otras expediciones hallaron microlitos
cristalinos muy ricos
en níquel e iridio enterrados por toda la zona, lo que
refuerza la teoría de
que pudo tratarse de un objeto natural de origen
extraterrestre. También se
encontraron pequeñas partículas de magnetita.
el lago Cheko |
Una
expedición italiana que viajó a la zona en 1999 ha anunciado
en 2007
que ha encontrado un cráter (el lago Cheko) asociado al
suceso. Se trataría de
un cráter de unos 50 metros de profundidad y 450 de diámetro
localizado a 5 km del epicentro de la
explosión. Los científicos afirman que han estudiado anomalías
gravitatorias y
muestras del fondo del lago que revelan este origen. Además,
no hay testimonios
ni mapas que avalen la existencia de este lago con
anterioridad a 1908. Creen
que se trataría de un fragmento menor del cuerpo impactante
(cometa o
asteroide) y que chocó a velocidad reducida. No obstante, los
resultados de
esta expedición no son definitivos, puesto que habría que
obtener muestras más
profundas. Algunos científicos han puesto en duda esta
hipótesis, ya que
consideran extraño que se generara sólo un cráter menor, en
vez de un gran
cráter (como el Cráter del Meteorito, en Arizona) o un rosario
de pequeños
cráteres (como el meteorito de Sikhote-Alin, en Rusia, o Campo
del Cielo en
Argentina), además existen árboles en el lago que aparentan
tener más de cien
años.
Por
todo esto comenso las diferentes teorias que se barajan
Cometa
cometa |
Es
la teoría más aceptada actualmente por los científicos. Un
cuerpo celeste (un
cometa pequeño o quizá sólo un fragmento) compuesto de hielo y
polvo que
estalló y posteriormente quedó completamente vaporizado por el
roce con la
atmósfera terrestre, permitiendo que todo el hielo se
sublimara directamente a
gas, que se dispersó por la atmósfera eliminando todo rastro
de la explosión.
Al observar los sismogramas del fenómeno Tunguska, estos
corresponden a una
explosión con una potencia de 30 megatones a 8 km de altura al
ser
comparados con los de explosiones nucleares aéreas. Según una
hipótesis
formulada en la década de 1930 por el astrónomo I. Astapovich
y el meteorólogo
F. J. Whipple, se trató del impacto de un pequeño fragmento de
cometa cuyo
núcleo, dada la masa estimada, habría debido tener un diámetro
de varios
centenares de metros. La cohesión del conglomerado que
constituye el núcleo de
un cometa es muy débil como para permitir su desintegración
rápida en la
atmósfera, ocasionando una gran explosión de gran magnitud al
impactar contra
el suelo y vaporizándose. La destrucción ocasionada se
debería,
fundamentalmente, a la onda de choque atmosférica y,
secundariamente, a la onda
térmica. La trayectoria de caída indica que el cometa procedía
de una dirección
muy próxima a la del Sol, dificultando su observación (como
cuando ocurren los
tránsitos de planetas interiores) y menos si hubiera agotado
sus sustancias
volátiles que producen su cabellera o cola, reduciéndose a un
agregado inerte
tal como un minúsculo asteroide. El día anterior a la
explosión hubo una
nutrida lluvia meteórica llamada táuridas, y el cometa
2P/Encke, fuente de la
misma, se encontraba muy cerca de la Tierra.
Lo
que vemos hoy del citado cometa es solo un fragmento de un
cometa mayor que
comenzó a desintegrarse hace unos 30.000 años, por lo que es
muy probable que
un trozo del mismo haya impactado en Tunguska.
Bomba de hidrógeno natural
En 1989,
los astrónomos D'Alessio y Harms sugirieron que parte del
deuterio de un cometa
que penetró en la Tierra
podría haberse fusionado nuclearmente, dejando una «firma»
distinguible en
forma de Carbono-14 en la atmósfera. Concluyeron que la
cantidad de energía
nuclear liberada habría sido casi despreciable.
Independientemente,
en
1990, César Sirvent propuso que un cometa de deuterio, es
decir, un cometa
con una concentración de deuterio anormalmente alta en su
composición, podría
haber explotado como una bomba de hidrógeno natural, generando
la mayor parte
de la energía liberada en la explosión. La secuencia habría
sido, primero una
explosión mecánica o cinética, e instantes después una
explosión termonuclear
generada por la primera explosión.
Ninguna
prueba o sugerencia avala esta teoría.
Antimateria
antimateria |
Tormenta magnética
Aunque
el fenómeno ha sido observado muchas veces, las tormentas
magnéticas solo se
producen en el seno de explosiones nucleares mucho mayores que
ellas mismas. No
hay rastros de ellas en Tunguska.
Todo esto hace que este suceso sea tan apasionante, y no se sabe lo
que ha sucedido,
por todo esto este hecho siguen siendo un mito o realidad
Fuente:
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