Cambio de rumbo en medio oriente, uno
a uno están cayendo los estados del norte de África,
ahora le toco a Libia |
kadafi |
"Yo no me voy a ir con esta
situación. Moriré como un mártir" es contundente en su declaración, pero
quien es este personaje, que esta en el poder hace varios años,
Libia |
Libia, oficialmente Gran Jamahiriya
Árabe Libia Popular Socialista, es un país del norte de África, ubicado en el Magreb.
Su capital es Tripoli. Limita con el mar Mediterráneo al norte, al oeste con Túnez
y Argelia, al suroeste con Níger, al sur con Chad, al sureste con Sudán y al
este con Egipto.
Libia ocupó siempre una posición
intermedia en las relaciones político-económicas del norte de África. La
frontera con Egipto (donde reinaron, incluso, dos dinastías libias entre los
siglos X y VIII a.C.) permitió el contacto cultural, pero nunca la formación de
un estado unificado. El establecimiento del Imperio Cartaginés y luego el
Romano en su frontera occidental acentuó la bipolaridad. Luego de la conquista
árabe en el siglo VII, los nuevos centros de poder fueron Túnez y Marruecos de
un lado, y Egipto de otro, lo que mantuvo su situación de frontera.
Solimán el Magnífico |
El comercio y la piratería
convirtieron a Trípoli (Tarabulus) en uno de los principales puertos del
Mediterráneo, determinando intervenciones europeas y turcas. En 1551 Solimán el
Magnífico incorporó la región al Imperio Otomano. El debilitamiento de la
autoridad central, sin embargo, dio a los gobernadores más autonomía, lo que
dio nacimiento a proyectos independentistas. La piratería fue el pretexto para
el bombardeo de Trípoli de 1804 (primera intervención militar de EE.UU. en el
exterior).
En 1837 Mohamed al-Sanusi fundó una
hermandad musulmana clandestina, conocida como Sanusiya, que promovió la
resistencia contra los turcos, actuando también en Egipto. Ante la decadencia
del Imperio Otomano, Italia le declaró la guerra en 1911, ocupando el litoral
libio (última posesión turca en el norte de África). Con el comienzo de la Primera Guerra
Mundial, los italianos ocupaban los puertos de Trípoli y Homs (Al-Khums). El
resto del territorio se mantenía independiente. Terminada la guerra, Italia
debió enfrentar la resistencia encabezada por Sidi Omar al-Mukhtar, que terminó
recién en 1931, cuando capturaron y ahorcaron al líder e incorporaron Libia al
Imperio de Italia.
Idris al-Sanusi |
Desde Egipto y Túnez, los Sanusiya se
mantenían activos y cooperaron con los aliados en la Segunda Guerra
Mundial. Idris al-Sanusi, jefe de la hermandad, fue reconocido por los ingleses
como Emir de Cirenaica. Terminada la guerra, el país fue dividido en una zona
de administración inglesa (Tripolitania y Cirenaica) y otra (Fezzan) que
administraba Francia desde Chad. En 1949, por decisión de la ONU , ambas se unieron en el
reino independiente de Libia, cuyo trono fue ocupado por Idris al-Sanusi.
Idris basó su poder en la autoridad
religiosa y los apoyos de las familias poderosas turco-libias de Estados Unidos
y Gran Bretaña (ambos con bases en el país) y de las trasnacionales petroleras,
instaladas en el país desde la abundante aparición del oro negro en 1960.
estandarte de libia, |
Muammar al-Khaddafi, hijo de beduinos
nómades, ingresó al ejército siendo un joven nacionalista. Mientras estudiaba
en Londres, en 1966, fundó la
Unión de Oficiales Libres. De regreso a su patria, continuó
la labor política y conspirativa en el seno del ejército. El 1º de setiembre de
1969 inició en Sebha una rápida insurrección que derrocó a la monarquía.
El Consejo de la Revolución , dirigido
por Khaddafi se proclamó musulmán, nasserista y socialista; eliminó las bases
militares estadounidenses e inglesas, limitó drásticamente la actividad de las
casi 60 firmas trasnacionales instaladas, y asumió el control de la producción
de petróleo sin romper totalmente con las compañías extranjeras.
Khaddafi puso en marcha un ambicioso
proyecto de desarrollo, con énfasis en el agro. Cada familia rural contó con un
promedio de diez hectáreas de tierra, un tractor, vivienda, herramientas y
riego. Se abrieron más de 1.500 pozos artesianos y 2 millones de hectáreas
desérticas comenzaron a recibir riego artificial.
Khaddafi |
Debido al rápido crecimiento, Libia
recibió trabajadores de otros países árabes y técnicos de todo el mundo. En 1973, a partir de la
publicación del Libro Verde –en el que expone sus fundamentos éticos y
políticos, donde niega el capitalismo y el marxismo– Khaddafi creó una
estructura de participación, con comités populares y del Congreso General del
Pueblo.
En 1977, Libia pasó a llamarse
Jamahiriya Árabe Popular y Socialista (jamahiriya es un neologismo que
significa «Estado de masas»). Los resultados ampliamente positivos en lo
interno, no fueron similares en el plano diplomático. Fracasaron las tentativas
de integración con Siria, Egipto y Túnez. Khaddafi cuestionó la política de reconciliación
entre Egipto e Israel, lo que le valió fricciones con la monarquía saudita, los
emiratos y Marruecos.
Frente Polisario |
Desde 1980 la diplomacia libia apuntó
al África subsahariana y América Latina. Apoyó a los guerrilleros del Frente
Polisario y participó directamente en la guerra civil de Chad, en defensa del
Gobierno Transitorio de Unión Nacional (GUNT) dirigido por Goukouni Oueddei.
Estados Unidos vinculó a Khaddafi con
el terrorismo mundial y, en agosto de1981 en el Golfo de Sidra, derribó dos
aviones libios. Khaddafi evitó una respuesta violenta y obtuvo el apoyo
político de regímenes árabes conservadores, antes hostiles a Trípoli.
bombardero de EE.UU en 1986 |
Además de imponer un bloqueo
económico, Estados Unidos bombardeó Trípoli y Benghazi en 1986 buscando
eliminar a Khaddafi.
En noviembre de 1991 la justicia
estadounidense y la británica culparon al gobierno libio por los atentados de 1988 a los aviones de Pan
Am, Lockerbie, Inglaterra –270 muertos, de los cuales 189 eran
estadounidenses–, y de UTA, en Nigeria, con 170 víctimas. En enero de 1992
Libia se declaró dispuesta a colaborar con la ONU para esclarecer los atentados.
Khaddafi, no obstante, rechazó un
pedido de extradición de agentes libios vinculados a los atentados, exigido por
la ONU , y
propuso, sin éxito, la realización del juicio en Trípoli. La ONU dio el ultimátum para una
renuncia explícita al «terrorismo», con un plazo hasta el 15 de abril de 1992.
Pasado ese límite, la CEE
y los siete países más industrializados adoptaron sanciones económicas, y
Khaddafi apeló –sin éxito– ante la Corte Internacional
de Justicia. En 1994 la ONU
intensificó el embargo.
El aislamiento, sin embargo, no
impidió el crecimiento del sector privado ni de las inversiones extranjeras,
principalmente en proyectos petrolíferos. En 1996 se logró la apertura de una
sección del acueducto diseñado para abastecer de agua a poblaciones aisladas en
el desierto.
atentado de Lockerbie |
El Movimiento de Países no Alineados
y la Organización
de la Unidad Africana
respaldaron en 1998 un pedido libio para que los dos sospechosos por el atentado
de Lockerbie fueran juzgados en un país neutral. El Reino Unido y Estados
Unidos propusieron que fueran juzgados en La Haya por jueces escoceses y bajo la ley escocesa.
En setiembre de 1999, más de 20
mandatarios africanos y árabes concurrieron a Trípoli para el trigésimo
aniversario de la revolución. Después de 15 años de ruptura diplomática,
Londres acreditó un embajador en Trípoli en diciembre.
Megrahí, sospechoso de poner bomba, |
Libia aprovechó la apertura para iniciar
una ofensiva diplomática en la región, ofreciéndose como mediadora en el
conflicto de Sudán y reanudando el diálogo con Chad. En marzo de 2000
Washington envió una delegación, con el fin de estudiar el levantamiento de las
trabas a las inversiones y los viajes a Libia, prohibidos desde 1981.
Luego de reconocer, en una carta al
Consejo de Seguridad de la ONU ,
su responsabilidad en los atentados de Lockerbie, el gobierno libio estableció
una indemnización de 2.700 millones de dólares para repartir entre los
familiares de las víctimas, en agosto de 2002. En setiembre, la ONU levantó las sanciones
contra el país.
Blair y kadafi |
El gobierno de Khaddafi anunció, en
diciembre de 2003, que abandonaría sus programas de desarrollo de armas de
destrucción masiva.
En enero de 2004, Libia acordó
compensar a las víctimas de un avión francés derribado sobre el desierto en
1989. En marzo, el Premier británico, Tony Blair, llegó al país en lo que fue
la primera visita de este tipo desde 1943.
Acorde a su nueva política, Libia
decidió pagar, en agosto, 35 millones de dólares, como compensación a las
víctimas de un ataque con bomba en un club nocturno de Berlín, Alemania, en
1986.
Shalgham y rice |
En la primera subasta en cuatro
décadas, para licencias de exploración de gas y petróleo, realizada en enero de
2005, las mayores beneficiarias fueron compañías estadounidenses, que
registraron su regreso tras más de 20 años. En la segunda, realizada en
octubre, fueron firmas asiáticas y europeas las que se llevaron la mayoría de
los contratos.
En mayo de 2006, las relaciones
diplomáticas con Estados Unidos estaban definitivamente encaminadas. El ministro
de relaciones exteriores, Abdel Rahman Shalgham, dijo que la normalización de
la relación entre ambos países servía a los intereses bilaterales pero también
a la estabilidad política internacional.
bombardero EE.UU |
Este es el resultado de la locura de
Reagan y Thatcher", se puede leer todavía hoy en una pared entre las
ruinas de la casa del coronel Muammar Khadafy en Trípoli, bombardeada en 1986
por aviones norteamericanos en represalia por su apoyo al terrorismo internacional.
Su hija adoptiva murió en el ataque junto con un centenar de personas.
Khadafy era entonces el líder de una
revolución cuya ideología sólo él comprendía plenamente y el díscolo gobernante
de un Estado paria capaz tanto de enviar armas al IRA irlandés como de
financiar a la OLP
de Arafat en su lucha contra Israel.
El excéntrico |
El excéntrico coronel de las túnicas
largas y los anteojos espejados era en los años ochenta el "niño
terrible" del escenario mundial, mientras que las alianzas de la época -la
paradoja salta ahora a la vista- ubicaban al derrocado Saddam Hussein en el
campo de Occidente.
Pero el Khadafy del nuevo milenio
parece haber olvidado sus antiguos rencores y su retórica desafiante en algún
rincón del desierto que gobierna desde hace más de tres décadas. Aunque cada
tanto asoma el viejo revolucionario de su carpa de beduino en medio de la nada,
el 11 de septiembre de 2001 fue uno de los primeros dirigentes árabes en
expresar sus condolencias a la
Casa Blanca.
El vuelco comenzó hace tiempo. En el
frente diplomático sobre todo, donde intentó convencer al mundo de que Libia ya
no es un paraíso para extremistas islámicos dispuestos a derribar aviones
occidentales.
Magreb y Machrek |
Las causas endógenas de la revuelta
del mundo árabe (revolución democrática en las intenciones, pero aún no en los
resultados) con sus exigencias de libertades, fin de las desigualdades
económicas, agitación del integrismo, son de difícil determinación y peor
cuantificación; pero las exógenas, los instrumentos con que estas operan y las
constataciones que de ellas puedan derivarse, parecen estar algo más claras.
Todo el medio oriente esta
desestabilizado, ha sido una bomba de relojería; en ese tiempo, Magreb y
Machrek se han visto en la pantalla comparados con el resto del mundo y en
especial con Occidente, y ese conocimiento es el que, entre otras pulsiones
políticas, sociales y económicas, ha estallado en las calles de Túnez y El
Cairo, extendiéndose como reguero de pólvora hasta allí donde hubiera una grave
protesta por expresar, como en su última manifestación en Trípoli, donde la
criminal resistencia del poder libio está causando un baño de sangre. Ese
acceso a la información, inédito hasta estos últimos 15 o 20 años, había creado
una avalancha de frustración, que se había ido desaguando en la inmigración a
Occidente, pero por mucho que funcionara esa válvula reguladora, sobraba en
toda la fachada del Mediterráneo sur y en las costas del Golfo materia prima
para la revuelta. Por eso, la conmoción egipcia, madre de todas las protestas,
solo esperaba su momento, aunque ninguno la hubiéramos previsto.
imperio americano |
En lo tocante a las derivaciones de
orden geopolítico, la más obvia es el repliegue del imperio americano. El hard
power, o capacidad de infligir daño material de Washington en persecución de
objetivos planetarios, puede seguir intacta, pero la dificultad relativa y el
costo de ejercerla, su ineficacia en guerras no convencionales -Afganistán,
Irak, Pakistán-, así como su desgaste como amenaza latente están próximos a
convertirla en lo que Mao llamaba "un tigre de papel". Ese tigre aún
puede morder más que nadie, pero no siempre encuentra donde aplicar la
dentellada. Y el soft power, o capacidad de atracción del modelo, junto a
operaciones complementarias como los subsidios de Washington o el aval ante
instituciones internacionales, se mantiene, pero en segundo plano. Por eso, la
calle árabe se muestra hoy tan poco sensible a las exhortaciones a la
moderación de Occidente, como los sucesores de los gobernantes derrocados a
tomarse sus admoniciones para la transición sin demasiada urgencia; y esa
limitación del poder duro e insuficiencia del poder blando explican las
vacilaciones de Washington a la hora de definir una política. ¿Sabe Occidente
si quiere que caiga la dictadura de Gadafi, si no recibe antes garantías de lo
que vaya a sucederla?
americano-soviético |
El mundo es hoy más multipolar que
nunca desde 1948, con la doctrina Truman y el mediocre duopolio
americano-soviético, o desde la auto fumigación de la URSS. El fenómeno digital
subraya que el mundo, precisamente porque cada día es más unitario, también es
más confuso. Pero cada día más nos pertenece a todos.
Ben Ali y Mubarak |
Que pasara con este personaje, cumplirá
su profecía o se ira como se fueron Ben Ali y Mubarak, sin el apoyo de
occidente que hizo que cayeran, esto se vera con el tiempo, ya que la suerte de
estos regimenes esta echada, ni occidente y estados unidos va a poder para esta
nueva ola, ya que la gente tiene hambre y demandaba respeto a sus derechos más
elementales
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