El primer obrero,
que
llega a ser presidente de brasil,
lula obrero metalurgico |
lula y dilma |
Luiz Inácio Lula da Silva, es un
político brasileño, presidente de
la República desde el 1 de
enero de 2003 al mismo día
del 2011, cuando le
traspasó el mando a la candidata de
su propio partido, Dilma Rousseff.
Fue
elegido por la
revista Timer como el líder
más influyente del mundo en 2010.
Anteriormente, en 2008, la revista
estadounidense Newsweek , había
considerado al presidente de Brasil una de las
personas más influyentes en el escenario
mundial (ocupaba entonces la posición n.º 18). De igual
manera, el diario
francés Le monde, así
como el medio español El pais, lo
distinguieron como la «personalidad del año 2009» y como
protagonista de la década (ocupando la
posición n.º 11) por el diario británico Financial Times
Esta
es su historia,
Caetés |
En 1952, con su madre y sus hermanos viajaron durante trece días en un camión atestado para Guarujá -en el litoral paulista-. En 1956 finalmente se instalaron en la capital de San Pablo, donde Lula, a los 12 años, comenzó a trabajar como limpiabotas y luego como ayudante en una tintorería. A los 14 años consiguió un puesto en una metalúrgica, donde trabajaba doce horas diarias. De igual forma se hizo de tiempo para realizar un curso de tornero mecánico del Servicio Nacional de Industria, que culminó en 1963.
lula y su esposa maria leticia |
Lula, compaginó la escuela primaria con el trabajo como limpiabotas, vendedor ambulante y recadero. Siguió un curso en el Servicio Nacional de Industria, para la formación profesional, y se especializó como tornero mecánico en 1963. Trabajó en varias empresas metalúrgicas y perdió el dedo meñique de la mano izquierda en un accidente laboral en 1964, el año en que se instauró la dictadura militar.
En 1966
fue contratado por Industrias Villares, de São Bernardo do
Campo, donde se
inició en el sindicalismo de la mano de su hermano José
(Frei Chico), militante
comunista, detenido y torturado por los militares. En 1972
fue elegido
secretario del sindicato metalúrgico local, que pasó a
presidir tres años más
tarde, y se convirtió en líder de 90.000 obreros de la zona
industrial más
importante del país.
Lula , en una manifestación en sao bernardo |
Lula fue el principal promotor de las huelgas y manifestaciones que debilitaron
el poder de la dictadura y aceleraron su caída. El 10 de
febrero de 1980, al
amparo de la amnistía y la tímida apertura, fundó en São
Paulo el Partido de
los Trabajadores (PT), de orientación socialista, con apoyo
sindical y de
varios intelectuales, clérigos y profesores.
En abril
del mismo año, encabezó una huelga de cuarenta y un días,
duramente reprimida,
en la que participaron casi 300.000 trabajadores paulistas y
que le valió un
mes de arresto. Acusado de desórdenes públicos, una corte
marcial lo condenó a
tres años y seis meses de cárcel, pero la sentencia fue
anulada en apelación.
El 26 de agosto de 1983, varios sindicatos paulistas se
fusionaron en la Central Única de
Trabajadores (CUT), vinculada al PT(partido de trabajadores).
creador del Pt |
Restablecida
la democracia, en las elecciones constituyentes del 15 de
noviembre de 1986, el
PT fue la primera fuerza de la izquierda, con el 6,9% de los
votos y 16
diputados, Lula entre ellos, que defendieron con ahínco
algunas de las
reivindicaciones de la CUT:
derecho de huelga, reducción de la jornada laboral,
vacaciones parcialmente
pagadas y revisiones salariales en función del coste de la
vida. En las
elecciones municipales del mismo año, el PT obtuvo un éxito
sin precedentes al
lograr treinta y seis alcaldías de ciudades tan importantes
como São Paulo,
Pôrto Alegre y Vitória.
En
la segunda vuelta de las primeras elecciones presidenciales
directas, el 17 de
diciembre de 1989, el populista Fernando Collor de Mello, con
el respaldo de
todas las fuerzas centristas y de derecha, derrotó a Lula,
pero éste obtuvo el
47% de los votos. Por primera vez en Brasil, un líder obrero
presentó un
programa alternativo, de ruptura con el sistema, que incluyó
un salario mínimo,
la lucha contra la inflación y la reforma agraria.
Lula y fidel castro |
Por
iniciativa de Fidel Castro, por
el que mantiene una
inquebrantable admiración, Lula convocó en 1990 el I
Encuentro de Partidos y
Organizaciones de Izquierda de América Latina y el Caribe,
conocido como Foro
de São Paulo, pacifista y antiglobalizador, que reunió a más
de sesenta
partidos y organizaciones guerrilleras de veintidós países.
Durante el
transcurso del primer congreso nacional del PT (1 de
diciembre de 1991),
reelegido presidente, propugnó una revisión ideológica en
nombre de la moderación,
que implicó la renuncia de la lucha armada. El PT fue
definido como «partido
socialista» que rechaza tanto el capitalismo liberal como el
socialismo
soviético, pero también la socialdemocracia. Lula lo comparó
a la sazón con un
árbol de tronco socialista cuyas ramas eran lo bastante
flexibles como para
incluir diversas corrientes, desde los trotskistas hasta los
ecologistas y los
teólogos de la liberación.
Collor de Mello |
Consagrado
como líder de la nueva izquierda, superados los
inconvenientes de las
escisiones de los grupos más radicales, el PT encabezó la
campaña popular y las
movilizaciones contra la corrupción que precipitaron el
juicio y la dimisión
infamante del presidente Collor de Mello en diciembre de
1992. En las nuevas
elecciones presidenciales de octubre de 1994, Lula fue
derrotado en la primera
vuelta por Fernando Henrique Cardoso, pero su partido logró
la elección de dos
gobernadores, cuatro senadores y cincuenta diputados. En el
X Encuentro
Nacional del PT, en agosto de 1995, abandonó la presidencia
ejecutiva y fue
aclamado como presidente honorario.
el primer Foro Social Mundial |
Volvió a
competir por tercera vez en las presidenciales de octubre de
1998, en las que
llegó a la segunda vuelta y fue derrotado con el 31,7% de
los votos, si bien
fue el candidato más votado en diez capitales -São Paulo,
Río de Janeiro y
Bahía entre ellas-, y el PT mantuvo su ascenso con la
conquista de tres
estados. Resultó evidente que Lula tenía que ampliar su base
electoral,
mitigando el radicalismo de su programa, para seducir a las
clases medias, si deseaba
la conquista del poder. No obstante, por iniciativa del PT,
en abierto desafío
de los poderes mundiales, se celebró en Pôrto Alegre el
primer Foro Social
Mundial (enero de 2001), como una alternativa del Foro
Económico Mundial que al
mismo tiempo se celebraba en Davos (Suiza).
Duda Mendonça |
Fondo Monetario Internacional |
Lula se
comprometió a respetar el acuerdo entre el gobierno de
Cardoso y el Fondo
Monetario Internacional (FMI), «un pacto de transición» que
obligaba a mantener
la austeridad presupuestaria a cambio de los préstamos
internacionales que
garantizaban la estabilidad financiera.
Con esta
decisión culminó la evolución ideológica de un líder
genuinamente obrero
acuciado por las contingencias del pragmatismo político, que
pasó de predicar
«la ruptura con el sistema capitalista» a plegarse a las
exigencias de los
mercados financieros, pese a las protestas de los militantes
más radicales del
PT. El tándem Lula-Alencar recibió el apoyo de numerosos
patronos, de los ex
presidentes José Sarney y Gustavo Franco, y de algunos
sectores militares
seducidos por los acentos nacionalistas y desarrollistas de
su programa
económico.
La
política brasileña experimentó un auténtico terremoto cuando
Lula da Silva fue
elegido presidente de la república en la segunda vuelta de las
elecciones, el
27 de octubre, con más de 50 millones de votos (el 61,27 %),
convirtiéndose en
el candidato más votado en la historia de Brasil. La victoria
del candidato de
los pobres, que en la primera vuelta, el 6 de octubre, había
logrado el 46,44%
de los sufragios, marcó un hito en Latinoamérica, pues se
trata de la primera
vez que la izquierda radical llega al poder por medio de las
urnas. Lula tomó
posesión el 1 de enero de 2003.
lula 2003 |
Aunque el
impulso electoral de Lula convirtió al PT en el primer
partido en ambas Cámaras
del Congreso, el nuevo presidente sólo podía contar con el
respaldo de 180 de
los 513 diputados y de 30 de los 81 senadores, lo que le
obligaba a una
negociación permanente para sacar adelante sus proyectos,
como exige un régimen
presidencial de coalición. Paradójicamente, el éxito no se
reflejó en los
niveles estatal y municipal, ya que el PT fracasó en São
Paulo, Río de Janeiro,
Río Grande do Sul, Bahía y el Distrito Federal.
El nuevo
presidente de Brasil, con la hegemonía indiscutible de su
partido en la
izquierda, tiene como prioridades la reforma agraria y el
combate contra la
pobreza, pero afronta un doble y contradictorio desafío:
encontrar las mayorías
necesarias para propulsar las reformas necesarias sin
alarmar a los poderes
fácticos, tanto nacionales como internacionales, y calmar
las lógicas
impaciencias de los obreros, los campesinos sin tierra y las
clases medias
empobrecidas.
En
este octubre de 2002, Lula tuvo unos varios regalos: recibió
el 49% de la
votación para presidir Brasil el 6, y enfrentó la 2ª vuelta el
día 27 con una
votación del 62%. Así, al llegar a sus 57 años de edad fue
electo presidente
por más de 57 millones de brasileños en su cuarto intento por
la presidencia de
Brasil. Es la más alta votación mundial que recibe un
presidente y es el primer
obrero presidente.
Lula se
postuló para presidente por primera vez hace doce años.
Habían pasado ya 29
años sin elecciones directas para presidente de la república
- de 1964 a 1985 Brasil fue
gobernado por una dictadura militar. Los 82 millones de
electores brasileños
(de los cuales 63 millones son semianalfabetas y ganan
máximo tres salarios
mínimos al mes) les depara un pleito presidencial en
noviembre de 1989, con un
hecho inusitado: con cuatro personalidades muy
sobresalientes para ser elegidas
y con una lista que incluía más de una decena de candidatos,
figuraba la del
obrero metalúrgico Luis Ignacio Lula da Silva que tenía 44
años. Hoy tiene 57
años de edad y fueron 115 millones de electores. Con el voto
de 57 millones
gana la presidencia. El 62% de los votantes en la segunda
vuelta del 27 de
octubre del 2002-10-30.
el fenomeno |
El
fenómeno Lula refleja el amplio abanico de contrastes de la
realidad brasileña
considerada la novena economía capitalista del mundo, con un
PIB en el 2001 de
503 mil millones de dólares y una población de 165 millones
de habitantes, de
los cuales cerca de 65 millones son económicamente activos,
aunque más de la
mitad reciba apenas un salario mensual inferior a 100
dólares. Hay 12 millones
de desempleados. Brasil tiene una deuda externa de más de
200 mil millones de
dólares. 2/3 de brasileños no consumen el mínimo de calorías
diarias requeridas
para una alimentación sana. De 1983 a 1989, el gobierno
brasileño recibió 15 mil millones de
dólares de nuevos prestamos extranjeros y entrego, en el
mismo periodo se les
dio a los banqueros internacionales, como pago de los
intereses de la deuda, 66
mil millones de dólares -once veces el monto de las reservas
cambiarias, en
víspera de la elección del sucesor de José Sarney.
Actualmente consume la deuda
externa el 60% de su Producto Interno Bruto. Hay 20 millones
de analfabetas. 70
millones de negros con un alto índice de discriminación,
semejante a la
discriminación de los indígenas en otros países.
En la
primera postulación (1990) fue elegido candidato
presidencial por el partido de
los trabajadores (PT), Lula recibió el apoyo directo del
Partido Socialista
Brasileño (PSB) y el Partido Comunista del Brasil ( PC do
B), lo que posibilitó
la formación del Frente Brasil Popular que respalda su
candidatura en ese año
compitiendo con el oficialista Fernando Color de Mello. En
la segunda vuelta
electoral que se realizó el domigo 17 de diciembre de 1990,
Luía perdía con una
diferencia mínima: obtuvo 31 millones de votos contra Color
de Mello que sacó
34 millones. Dos veces más compitió para presidente contra
Fernando Cardoso, en
1994 y en 1998. En esa última vez la votación bajó hasta el
15%.
¿Cómo
explicar la presencia, en la sucesión presidencial, de un
torneo -mecánico que
apenas tiene el certificado de primaria y que lideró las
huelgas obreras más
importantes de la historia de su país? La respuesta exige
comprender al Brasil como
una “ suindia ” - una mezcla de Suiza e India.
cambios |
Tercer
productor mundial de microcomputadoras y sexto en la
producción de armas, el
país ocupa el 56 lugar entre las naciones caracterizadas por
el desarrollo
social, y el 88 en el destino de los recursos públicos al
sector educacional.
Sometido durante siglos a la dominación colonial portuguesa
esta enganchado a
una economía de extracción y agrícola basada en la mano de
obra esclava y
dirigida al mercado externo. Durante las dos grandes guerras
se crearon las
condiciones para que el polo oligárquico se transfiriera del
campo a la ciudad.
Los hijos de los señores del café se volvieron los nuevos
varones de la
industria, favorecidos por una nueva coyuntura internacional
que le abrió al
país la posibilidad de promover la sustitución de sus
importaciones.
vargas |
Getulio
Vargas, caudillo populista que gobernó al Brasil con mano de
hierro, de 1930 a 1945, implantó las
bases del proceso de industrialización centralizado en la
región sudeste. Las
miserables condiciones de vida de la población del Nordeste,
controlada por el
colonialismo de propietarios de los ingenios de azúcar y por
el clientelismo
político, estimularon el éxodo rural en dirección de las
ciudades, al “Dorado”
de las chimeneas de las fabricas, propiciando la
multiplicación de favelas en
los cinturones urbanos.
Alineando
a los intereses de los Estados Unidos, el gobierno brasileño
facilitó la
progresiva hegemonía de las empresas multinacionales tanto
industriales como
agropecuarias.
Durante la
dictadura militar, se creó toda suerte de extensiones
tributarias e incentivos
fiscales para atraer, especialmente a la zona rural, al
capital extranjero. La
abundancia de recursos naturales y de mano de obra barata
hizo al Brasil una
especie de paraíso de las transnacionales, sobre todo
considerando la política
económica dirigida a la exportación y, en el nivel interno,
a la especulación
financiera. Se acentuaron las diferencias con el Sudeste,
dotado de una clase
obrera abierta a las conquistas de la modernidad, y el resto
del país, amarrado
al poder del latifundio, cuya concentración de tierras
afilia a la mediana y
pequeña propiedad rural, comprobadamente más productivas. Ya
en 1990 los 15
millones de trabajadores sin tierra, expulsados del campo,
engrosaban el contingente
de marginados urbanos, con miles de menores abandonados. La
multitud de tierras
ociosas, en un país en que cada 5 minutos mueren 2 niños por
desnutrición, se
suma a la destrucción de las amazo!
donde
los latifundistas, mineradores, garimpeiros y grilleros,
cobijados por la
impunidad, invaden las tierras de los posesionarios y de los
cauchuteros;
promueven el genocidio de los indios; debastan la floresta;
Contaminan los ríos
con el mercurio usado en la extracción del oro; queman los
bosques; condenan a
muerte a la fauna y la flora, poniendo en riesgo el
equilibrio económico del
planeta.
Es en ese
contexto que se explica el surgimiento de líderes políticos
nítidamente
populares; comprometidos con la transformación de la
sociedad brasileña, entre
los cuales Lula se destaca como la figura más
representativa. Hasta la década
de los Setentas, la estructura sindical implantada por
Vargas en los años
treintas inspirada en la “carta de Laboro " del fascismo
italiano eran
mayoritariamente controlada por los “ pelegos “ ( charros ),
dirigentes
sindicales de masa, identificados con los intereses
patronales que con las
aspiraciones y los derechos de los trabajadores. Todo esto
se dio por la falta
de libertad y autonomía sindical, estructura que permanecía
aún vinculada
oficialmente al Ministerio del Trabajo, razón por la cual el
gobierno brasileño
vacila en ratificar la Convención 87 de la OIT (Organización
Internacional del Trabajo), que establece
tales derechos. Junto a ese cuadro venía históricamente el
“Aparelhismo“ (el
control sindical por grupos o partidos de izquierda sin
arraigo político en la
clase trabajadora. Cuando sucedió el aniquilamiento de la
izquierda al
confrotarse con el control represivo de la dictadura
militar, en la primera
mitad de los años setenta, es cuando surge (junto con al más
importante centro
industrial brasileño, el ABC paulista) el nuevo sindicalismo
combativo, opuesto
al “peleguismo “estatal patronal y al independiente
“Aparelhismo” de las
tendencias históricas de izquierda. En el vientre de ese
nuevo hecho político,
Lula emerge desde su posición de presidente del Sindicato de
los Metalúrgicos
de San Bernardo do Campo e Diadema como el líder sindical
más representativo.
preso |
La
noche del martes 18 de abril, Lula estuvo en el hospital
Asunción (en compañía
de Ailton Suarez, que era diputado federal por el PT), en San
Bernardo do
Campo, visitando a dos compañeros heridos por bombas de gases
lacrimógenos. A
las 2:30 de la madrugada, el Diputado lo dejo en casa después
de insistir en
retirarlo del área escondiéndolo en Porta-malas de Alfa Romeo.
Pero Lula no
quería salir de su casa como lo hiciera el año anterior, para
no agitar la
rutina de sus hijos. En aquella noche, Geraldo Siqueira -que
era diputado
estatal por el PT- y yo (Fray Betto) dormíamos en casa de
Lula. A las 5:45 de
la mañana, escuche en la sala el típico ruido de las patrullas
policiacas que
se estacionan repentinamente. Llamaron por el nombre de Lula.
Subí a su cuarto
y toque a su puerta:
-Lula los
hombres están allí.
Allá
afuera los agentes policiacos gritaban:
-¡Señor
Luis Ignacio! ¡Señor Luis Ignacio! ¡La ley es seguridad
nacional!
Somnoliento,
Lula parecía no darse cuenta de aquello era pesadilla o
realidad.
Marisa, su
mujer, insistió para que se levantara; en cuanto fui a la
puerta vi seis
hombres portando ametralladoras. El diputado Geraldo
Siqueira en la noche
anterior le aprendieron su carro y al chofer lo llevaron
preso. Sugirió a el:
- Ve
afuera y pide que te muestren su identificación y la orden
de aprensión.
Los
papeles le fueron mostrados y mientras Lula se ponía la ropa
fue apresado y se
despedía de la familia.
- Miren,
cabezas frías, ahí cuiden de la familia que lo que importa
es la base e ir
hasta el fin de esta lucha -dijo él al salir.
El plan
represivo comprendía todo el abuse, donde innumerables
dirigentes sindicales
fueron apresados en la misma madrugada. Por suerte el
teléfono de Lula no había
sido cortado, como lo hicieran con otros sindicalistas. Le
comunique el hecho
inmediatamente a Don Claudio Hummes y al cardenal Don Pablo
Evaristo Arns,
arzobispo de Sao Paolo. Hable también a la prensa que luego
divulgo la noticia.
Aunque
incomunicados los primeros días los dirigentes sindicales
consiguieron adentro
del DOPS -DEPARTAMENTO DE ORDEN POLITICO Y SOCIAL-
establecer canales de
comunicación con la comisión de movilización responsable del
mando del
movimiento huelguístico. En la celda los prisioneros oían
radio y leían los
periódicos, acompañando toda la movilización en el ABC.
Mientras tanto los
empresarios se negaban a reabrir las negociaciones. Querían
vencer a los
trabajadores por el cansancio. Como medio de presión sobre
ellos, Lula y sus
compañeros decidieron entrar en huelga de hambre. Después de
seis días de
ayuno, acataron el llamado de Don Claudio Hummes para que
suspendiesen la
protesta.
El 20 de
mayo, la prisión preventiva de los sindicalistas fue
revocada permitiendo que
recuperaran la libertad al llegar a casa la primera actitud
de Lula fue abrir
la jaula de los pajaritos y dejar que volaran… Jugando por
el consejo de
justicia de la 2ª. Auditoria militar de Sao Paulo, en
noviembre de 1981, Lula
fue condenado a tres años y seis meses de prisión, con el
hecho de recurrir
libremente al Tribunal Superior Militar -que posteriormente
anuló el proceso.
huelga 1980 |
La huelga
de 1980 empezó su final cuando ya tenía 29 días. La prensa
informó que los
patrones, apartir de los 30 días despedirían por abandono de
empleo. Muchos
obreros se dejaron intimidar. Aún así, el movimiento
resistió hasta el 11 de
mayo, cuando cumplió 41 días.
Sobre el
aspecto laboral nada se gano con la huelga pues no hubo
acuerdo entre
empresarios y trabajadores. Sin embargo políticamente la
base avanzó, sobre
todo al reconocer que la movilización de 1979 no fue inútil,
pues con ella se
conquisto el 15% de aumento y el pago de los salarios
caídos. Si 1980 no
represento ninguna ganancia material, no hay duda de que
influyo decididamente
para crear mayor conciencia de clase entre los metalúrgicos.
Ahora, con el PT,
la onza ira a beber agua también en las fuentes de la
actividad
política-partidaria…
union latinoamerica |
Fuente:
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